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Capítulo 20. Volviendo a empezar

Seungcheol se alejó furioso de la casa de Vernon, y llevaba los puños apretados y el corazón roto.

Jamás, nunca hubiera imaginado que Jihoon se pondría en su contra, para defender a un competo desconocido.

Así que, la única razón para que eso sucediera era que tenía una aventura con ese tal doctor Chwe, que seguramente había iniciado mientras él estaba en Jeju.

— "¡Y eso jamás te lo voy a perdonar, Jihoon! ¡Jamás!" – Pensó, lleno de ira.

Subió a su automóvil y se alejó rápidamente, manejando locamente, sin fijarse en como lo hacía, sintiendo que el dolor era tan grande, que provocaba que sus ojos lloraran sin control, sin siquiera darse cuenta de lo que hacía.

De esta manera, era lógico que tuviera un accidente y, efectivamente, se estampó contra de la acera al dar la vuelta, a solo unos metros de su casa.

El golpe en la cabeza lo dejó inconsciente, y así se quedó, a mitad de la calle, solo y herido.

Mientras tanto, en la casa de Vernon, Jihoon le ayudaba a levantarse y lo acompañó adentro, hasta la salita de estar.

— ¿Cómo te sientes, doc? – Le preguntó preocupado. Sabía que SCoups era demasiado fuerte, y un puñetazo de él, podría causar mucho daño.

— Estoy bien, no te apures. – Sonrió, fingiendo que no le dolía, aunque sentía la mandíbula rota. – Solo me lastimó un poco. – Se recostó en el sofá y vio al menor saliendo hacia la cocina, seguramente en busca de hielo.

Cuando Jihoon regresó, le puso encima una bolsa de plástica llena de hielos, y se la colocó cuidadosamente, evitando lastimarlo más.

— Llamaré al doctor Boo. Ese golpe se ve muy mal. – Observó, tomando su teléfono, pero Hansol le tomó la mano, impidiéndoselo.

— Si quieres llevarme a un hospital, hazlo, pero no permitiré que Seungkwan me vea de esta forma tan patética. – Lo miró y Jihoon lo comprendió.

— Está bien. Pero... -

— Estoy bien, de verdad, solo necesito descansar, así que, si me acompañas a mi habitación, te lo voy a agradecer infinitamente. – Se levantó con trabajos y Jihoon lo ayudó a llegar hasta su recamara, decidido a quedarse a su lado, por si cualquier cosa pasaba.

Al día siguiente, Jihoon fue a trabajar a la empresa Choi, pero se encontró con que todos murmuraban a su alrededor, comentando un suceso ocurrido la noche anterior.

— ¿Qué sucede? – Le preguntó a Ten, quién hablaba con otros chicos mientras entraban al despacho.

— ¿No supiste? El CEO Choi tuvo un accidente ayer, en la noche. Ahora está en el hospital y no sabemos su estado de salud, pero parece ser que está grave. – Le explicó, y Jihoon sintió que su corazón se detenía.

— ¿En qué hospital está? –

— En el hospital más caro de Daegu, por supuesto, el hospital de la familia Choi. Pero... - Le iba a preguntar algo más, pero Jihoon ya se había ido, subido a su motocicleta y alejado a gran velocidad. - ¡Cuidado o tu también tendrás un accidente! – Le gritó, pero el chico ya se había alejado.

En cuanto llegó al hospital, preguntó en recepción para saber en que cuarto estaba su hyung, pero entonces escuchó la voz de la madre de Choi.

— ¿Qué estás haciendo aquí? – Le preguntó, enojada.

— ¿Cómo está él? ¡Dígame, por favor! – Le pidió en tono de súplica, con los ojos llorosos.

— Eso es algo que no te importa. No eres de la familia ni tampoco queremos que estés aquí. ¡Haz el favor de largarte y no regresar! – Le escupió, llena de enojo. – ¡Por tu culpa, mi hijo está aquí, grave y a punto de morir! – Gritó.