A Toda Profundidad

Capítulo 3

Un joven alto, de tez blanca, cabello rubio, largo, pero muy masculino, con varios tatuajes en el cuerpo, que se le veían bastante bien la verdad, además de tener un aire bastante juvenil, le sonreía a Víctor, acercándose a él con sus brazos abiertos, cómo quién va a dar un abrazo.

Y si efectivamente eso hace, pero no es correspondido, sin embargo tampoco rechazado, Víctor simplemente se queda en su lugar.

—¿Cuando llegaste?—Le dice fríamente a el joven que llegó.

—¡Hermanito!¿Qué no extrañas a tu persona favorita?me rompes el corazón—Le dice fingiendo dolor.

Al ver que su hermano no cambiaba la expresión, cómo quién todavía espera una respuesta, contestó–Ayer en la tarde, dormí en un hotel y para que ni me preguntes, solo. Quería descansar– Víctor hace un breve asentimiento con la cabeza– No puedo creer que todavía estés molesto por eso, es una tontería, no volverá a suceder lo prometo– dice alzando las manos en señal de paz.

–Ve a lavarte las manos,hice sopa, se que no te gusta mucho, pero te la comes–dice con una leve sonrisa–Sino, prepárate algo– le dice con autoridad.

Luego me mira, por lo que el hermano, literalmente nota mi presencia y se asombra.

—¡Oh,hermanito!,no me digas que ya haz centrado cabeza, estoy muy orgulloso de tí— le dice dándole unas palmaditas en el hombro, sin embargo me observaba a mi y yo ardía de vergüenza—Es muy guapa—le dice.

—Si lo es, pero no estoy saliendo con ella, solo...—dice y su hermano lo ignora totalmente.

Admitió que eres guapa. Genial.

Eso no es un misterio para nadie.

¿Cómo te llamas?–me preguntó.

—Marina, mucho gusto–le digo amablemente—Y no, no salimos, estoy aquí porque tuve un pequeño problemilla—le dije, y observé por la ventana que había parado de llover.

—Oye Vic, ya me voy, ha dejado de llover, gracias, después te devuelvo la ropa, ¿Sí?—Le dije y el me miró con los ojos entrecerrados.

—¡Nah! No devuelvas nada, él no se lo va poner igual—dice

—mhm, ¿cómo es que te llamas?— Le pregunto curiosa.

—Para tí, soy cuñado—dice guiñando un ojo—¡Ah! Espera te doy mi Instagram.

—Así que Vic, me gusta...si...pega mucho conmigo—Me dice interrumpiendo a su hermano y yo pongo los ojos en blanco, la verdad es que le ponía sobrenombre a todos, aunque ¿Qué no pega con él? ¡Venga ya! ¡Si es un tipazo! —Y no vas a ningún lado, hasta que no pruebes mi sopa, además si quiero que me devuelvas la ropa, princes...¿Marina?.

—Así es, tranquilo mañana te la traigo, pero en serio me tengo que ir— digo, no quería interrumpirlos—Así que...nos vemos...¿Y tu hermano?—Le digo viendo que ya no estaba.

—Ni idea, oye...mañana podemos ir en la noche a un bar que está aquí cerca—Me dice y yo enarqué una ceja —me puedes entregar la ropa ahí, digo—se justifica, pero recuerdo que había quedado para pasarme el día con Madi.

—Oye acabo de recordar que tengo planes para mañana— le digo apenada—Si no te molesta, ¿puede ser al día siguiente?.

—Tranquila...yo también tengo una vida muy ocupada...y todo...eso—dice cómo quién lo acaba de inventar todo y sonrió levemente—¿Qué es lo gracioso?.