Después de la deliciosa pasta de Evangelina volví a casa. Me invitó a volver cuando quisiera, pero preferí que no, no quería provocar ningún problema ni incomodidad con Naim.
Mi mente estaba hecha un lío, volver a verlo revolvió mi interior completamente, dios, antes me atraía, pero ahora...joder está mamadísimo.
Verlo fue recordar todo lo que vivimos juntos, de hecho...
Me paré de la cama en donde estaba actualmente, fui a mi clóset, dentro de este, entre la inmensa cantidad de ropa y zapatos, había una pequeña maleta, la abrí y ahí solamente se encontraba un cuaderno de notas, no, El cuaderno de notas. Con este en mis manos, me senté en el centro de la cama con las piernas cruzadas y el cuaderno abierto entre ellas.
Aparentemente se veía normal, pero en la primera hoja decía:
Fotitos demasiado sexys.
De Naim y Marina.
Sonreí ante el recuerdo, pasé la página y observé a la Marina de hace 3 años, tenía el cabello bastante largo, vestía con un hermoso vestido morado que se ajustaba a mi cuerpo y caía debajo de mis caderas. Era el día anterior a mi cumpleaños, el cuál no me iba a poder pasar con él, pero decidimos celebrarlos juntos un día antes, en la foto estaba en pleno ataque de risa y tenía un poco de merengue de pastel en la nariz.
Naim, era de esas personas que decían que las foto de verdad se toman desprevenidas, y al ver esto ahora, le doy completamente la razón, verme tan contenta me sacó una sonrisa. Leí el título de la página.
¿Su risa? música para mis oídos.
La siguiente página tenía una margarita, seca y aplastada.
—No estoy segura Naim, tal vez sea mejor esperar ¿y si no le agrado?—Estaba muy nerviosa, conocería a los padres de mi novio—Ni siquiera estoy presentable, el uniforme me queda fatal.
—Claro que les vas a agradar y estás preciosa Marina—dijo y me sentí mejor, sin embargo no tan convencida. Él pareció notarlo y miró hacia todos lados, yo lo miraba desconcertada, luego cogió una margarita del suelo y me pasó un mechón por detrás de la oreja para colocarla—Espera...¡listo!, estás perfecta, es más, creo que me volví a enamorar.
Sonreí—Te quiero.
—Yo más.
Sonreí nostálgica ante el recuerdo. Debajo de la flor había una foto de él con los brazos cruzados mirando por la ventana.
Título: ¿Acaso celos?, mis suegros me prestan más atención a mi, Lol.
La tercera página, vi una foto mía en bikini a lo lejos, estaba de espaldas.
Allí ponía: Ok, pero ese culo es mío.
Cerré de golpe el cuaderno y lo guardé en la maleta, ya nada de eso importaba, el cumplió su sueño y me alegro por él, pero la vida sigue, mi vida sigue.
Ya era muy tarde, Madison aún no llegaba, había cenado algo que preparó la cocinera de la casa, pero todavía tenía hambre, fui a la cocina con la intención de prepararme una ensalada.
Iba a buscar algunas frutas para prepararlas cuando vi a fish, el precioso pez dorado qué me dió Víctor, le había dado de comer en la mañana, pero ya era muy tarde debe estar hambriento. Tomé un sobre con su comida y le di un poco, fish nadaba de un lado a otro comiendo.
Mmm...¿qué estará haciendo Víctor?.
Marina. 8:44pm.
Holaaa Vic.
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A Toda Profundidad
RandomNunca desee tanto como ahora, que mi vida fuera un cliché. Definitivamente eso parece, pero...se darán cuenta de que no lo es, nada que ver. Una historia, con sucesos inesperados, suspenso y deseos de más, la comedia no se queda atrás por supuesto...