ɪɪ

2.5K 228 50
                                    

Habían pasado aproximadamente 2 meses desde que Steve y yo nos habíamos enterado sobre mi embarazo.

Apenas estábamos tratando de asimilarlo y adaptarnos, Steve trabajaba incluso horas extra, y yo... Había comenzado a usar vendas para tratar de ocultar mi pequeño pero crecido vientre, Steve odiaba esa idea, pero yo detestaba aún más la idea de lo que podría hacer la gente cuando comenzara a notarse más; esto apenas era el comienzo y ni siquiera sabía con exactitud cuántos meses tenía.

Nadie además de nosotros sabía absolutamente nada, no teníamos agallas aún para contárselo a mi tío y mucho menos a los padres de Steve, el tío Wayne casi nunca está en casa así que ha sido fácil de ocultar, ha sido nuestro pequeño secreto.

—Hola, ¿Estás ahí? Soy yo, tu otro papá- rió picando la pequeña bolita. —El que no es un freak- susurró para después reír al ver mi mala cara. —Apuesto a que te sientes más libre cuando papá no usa esas vendas ¿Verdad?

—Ya hablamos sobre eso Steve.

—No Eddie, tienes que dejarlo, estás lastimándolo- habló de manera autoritaria sentándose en la cama.

—Sabes que no puedo hacerlo, y sobre todo ahora. Es en este momento en el que más debo hacerlo, no quiero que la maldita gente se entere sobre esto, van a querer hacerle daño- respondí sentándome, pero con un poco de dificultad.

—Tienes que dejar de hacerlo Edward.

—Si lo hago, entonces estaré firmando mi sentencia de muerte ante la sociedad.

—Que se jodan todos.

—No funciona así.

—Eddie- envolvió sus manos en las mías. —Debes prometerme que no volverás a usar esas mierdas- pidió suplicando. —Por favor.

— ¿Y qué se supone que debo hacer entonces?

—Por favor, no seas exagerado, cualquiera que te viera sólo pensaría que estás inflamado, aún pasa desapercibido- posó su mirada al pequeño bulto debajo de mi playera.

Suspiré echándole un vistazo también.

—Está bien, yo... Lo prometo, no lo haré.

Steve me tomó por sorpresa levantando mi rostro para así plantar un sonoro beso en mis labios.

—Gracias- susurró volviéndome a besar, para después agacharse a levantar mi playera y besar mi vientre. — ¿Escuchaste eso? Ya no más prisionero, ahora eres libre.

—Hey- llamé. —Pero tampoco tan libre, no puedes salir así de la nada, al menos dame tiempo.

Steve se levantó y me regaló una linda sonrisa para después acariciar mi rostro.

—Tú... ¿Quieres...?- preguntó y reí.

— ¿Qué puede pasar? ¿Quedar embarazado?- interrumpí y él me recostó en la cama suavemente para comenzar a besar mi cuello.

—Prometo no hacer tanto alboroto- se dirigió a mi pequeño vientre descubierto para besarlo con ternura y así regresar de nuevo a mi cuello.

***

Expulsé aire por mi boca mientras buscaba alguna playera que me quedara un tanto holgada, definitivamente no podía usar la de Hellfire, al menos no por ahora, tendría que hacer una mucho más grande muy pronto.

—Esto no va a funcionar- susurré mirando mi vientre ligeramente inflado por el espejo. —Perdóname, pero te juro que esto lo hago para protegerte- susurré colocando las yemas de mis dedos sobre la piel de mi abdomen para después tomar las vendas que había guardado en mi cajón.

ʀᴏꜱᴀɴɴᴀ ||ꜱᴛᴇᴅᴅɪᴇ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora