ᴇxᴛʀᴀ

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—Papá ¿Ya vamos a llegar? Me estoy haciendo del baño- se quejó Rosanna mientras movía sus piernas.

— ¿Mucho?- preguntó Steve y la pequeña asintió. —Hay una gasolinera a un kilómetro, sólo espera.

—Okey- musitó volviendo al asiento trasero conmigo y Steve. —Dijo que esperara.

— ¿Es muy, muy urgente?- pregunté acariciando una de sus coletas y asintió. —Pronto llegaremos, si tienes un accidente no te preocupes, tenemos ropa en la mochila ¿De acuerdo?- pregunté dándole seguridad y asintió recargándose en mi hombro con un puchero.

Con mi brazo libre rodeé a Rosanna mientras Steve aún dormía con la cabeza apoyada en mi regazo y sosteniendo al bebé con mí otro brazo.

¿En qué momento Steve y yo pensamos que tener 3 hijos que se llevaban aproximadamente 2 años era buena idea?

Mientras tenía a mis 3 pequeños cerca de mí recordé como fue que nos enteramos que estaba esperando a Steve.

Después de 2 años y de la poca fe de Steve habíamos logrado tener una pequeña casa en Hawkins.

No era lujosa, nada a lo que Steve alguna vez estuvo acostumbrado, en cambio para mí era espectacular tener un lugar propio, algo solo para nuestra pequeña familia. Aunque pronto no tan pequeña...

—Mierda- golpeé mi cabeza contra la pared blanca del baño para después soltar un suspiro.

Entreabrí la puerta del baño obsevando a Steve acostado en el suelo mientras Ross estaba sentada sobre su pecho.

— ¿Puedes decir papá? Vamos no es tan difícil, princesa.

—Pa- vocalizó Ross y Steve negó con un puchero.

—No, papá.

—Pa.

—No puede ser- susurré cerrando la puerta y deslizándome en ella hasta caer al suelo. —No, no otra vez, no por favor.

A nuestros casi 22 volvimos a cometer el mismo error de hace dos años. Bueno, no tan similar, ésta vez estábamos sobrios... Calientes un poco, pero lo importante es que esta vez estábamos sobrios.

Wayne se quedó con Ross- besé sus labios para después bajar a su cuello y dejar pequeñas mordidas en él.

¿Eso qué significa Eddie?

Hace mucho que no estamos solos y...

-No digas más, lo comprendo perfectamente- interrumpió recostándome en la cama para deslizar lentamente la playera con sus frías manos hasta lograr quitármela.

La diferencia a la anterior vez, es que en esta ni siquiera me tomé la molestia de preguntar si había usado protección.

Al día siguiente parecía ser que yo era la única persona que cayó en cuenta de lo que había ocurrido la noche anterior. Nuestra vida siguió, asumí que no pasaría nada malo, hasta esas malditas náuseas de hace dos semanas...

—Oye Edd, ¿Estás bien?- el sonido de Steve tocando la puerta me sobresaltó haciéndome levantar del suelo y entreabrí la puerta para sólo mostrarle el pulgar y una falsa sonrisa. — ¿Qué tanto haces en el baño?- lo miré sin decir nada y él arqueó una ceja. — ¿No piensas decir nada?- apreté los labios y negué con la cabeza.

Steve empujó la puerta y aunque yo intenté detenerlo fue inútil.

Al adentrarse miró la prueba positiva en el suelo, y sus ojos viajaron del objeto de plástico hasta mis ojos. Ambos nos miramos en silencio y él me abrazó rápidamente.

ʀᴏꜱᴀɴɴᴀ ||ꜱᴛᴇᴅᴅɪᴇ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora