❅ 𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 4 ❅

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[ 08 / 11 / 2020 ]

Elsa.

Solté un pesado suspiro, el agua resbalaba sobre mi piel y mis ojos se cerraban por culpa del sueño.

Ya era de mañana. Eran las 5:30 a.m. Por lo que Astrid me dijo, debíamos estar en la organización antes de 6:30, pero, por alguna razón, simplemente no quería ir.

--- Elsa--- Escuché del otro lado de la habitación--- ¿Ya estás despierta?

--- Sí, Astrid--- Respondí y abrí mis ojos. Negué con mi cabeza y decidí apresurarme para terminar mi baño.

--- Baja a desayunar algo antes de que nos vayamos. ¿Okay?

--- Sí.

Escuché sus pasos alejarse, solté un suspiro y cerré la llave de la regadera.

Cuidadosamente salí, sintiendo la satisfacción de la suave alfombra debajo de mis pies.

Me miré en el espejo antes de comenzar con mi rutina de skincare. Algo estaba mal, no podía enfocarme y eso era peor.

Miré mi brazo con aquel pequeño parche que cubría mi herida. Aún dolía.

Lavé mi rostro y lo hidraté como de costumbre. Apliqué rímel en mis pestañas y peiné mis cejas. Apliqué un poco de rubor en mis mejillas y un gloss rosita en mis labios.

Algo dentro de mí no dejaba de sentirse intranquilo. Mi mente solo pensaba en él, ¿cómo estará? Y ¿cuándo volverá?
Miré el anillo que lucía mi dedo e hice una mueca.

Finalmente me puse mi uniforme y peiné mi cabello en una coleta alta. Eché un último vistazo a mi reflejo en el espejo y salí del baño. Al salir de mi cuarto el olor delicioso del café hirviendo hizo que cerrara mis ojos.

--- Huele bien--- Hablé. Astrid sonrió y dejó frente a mí una taza de café y un tazón con un poco de fruta y yogurt--- Gracias Astrid.

--- De nada. Desayuna o se nos hará tarde.

--- Claro--- Comencé a comer, eran 5:57 a.m. Teníamos solo 15 minutos para acabar nuestro desayuno y que pudiéramos llegar a tiempo.

--- ¿Cómo te sientes? ¿Pudiste dormir un poco?

--- Sí--- Mentí mientras metía un trozo de fruta a mi boca--- No te preocupes, dormí mejor que otras noches.

--- Bueno pequeña Pinocho, apresurate o se nos hará tarde--- Sonrió con picardía--- No demores, iré al baño.

Asentí y continué con mi desayuno hasta terminarlo. Me levanté y dejé mis trastes en el lavaplatos, subí a cepillarme los dientes y a por mi mochila.

--- Encenderé el auto, te espero afuera.

--- Está bien.

Colgué mi mochila de mi hombro y bajé las escaleras, apagué las luces y salí, cerrando la puerta con llave.

Me acerqué al auto y me subí. Astrid inmediatamente arrancó y comenzó con nuestro camino.

--- Pasaré por Mérida, sé que no hay problema pero quería avisarte porque es tu auto--- Habló mi rubia amiga con una pequeña sonrisa en su rostro.

--- Sabes que no hay problema--- Sonreí mirando hacia la ventana, el sol apenas comenzaba a salir y su luz era muy tenue.

Nos estacionamos frente a la vivienda de Mérida y Astrid tocó el claxon.

--- ¡Vamos, Roja!--- Gritó después de bajar la ventana--- ¡Mueve tu trasero o se nos hará tarde!

--- Que linda eres, eh Astrid--- Reí después de mirarla.

❅𝑩𝒂𝒍𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝑰𝒏𝒗𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐❅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora