Izuku se despertó a la mañana siguiente eufórico. Su madre lo miró con extrañeza cuando salió corriendo para ir al colegio tras despedirse apresuradamente.
Por el camino se encontró con su redeclarado amigo y juntos llegaron a la institución, donde todos sin excepción quedaron sin habla al ver la nueva dinámica del dúo.
Las clases transcurrieron con tranquilidad y una vez sonó el timbre que anunciaba el final de las clases, Izuku fue arrastrado por su amigo rápidamente con la intención de evitar las preguntas de sus compañeros.
Tras ir a casa del peliverde para que este se cambiara a ropa deportiva, llegaron a la casa de Bakugo y entraron.
–¡Ya he vuelto y traigo visita!– Gritó el rubio. Al instante apareció su madre, que salía a ver quién era el desafortunado invitado de su mocoso.
–¿Y a que pobre alma inocente has arrastrado hasta aquí, eh mocoso?– Cuando por fin llegó a la entrada soltó un chillido de alegría y se acercó corriendo a abrazar a su invitado. –¡Izuku! Cuanto tiempo sin verte cariño, has crecido mucho, ¿por fin se le ha pasado el berrinche a Katsuki? Mira que le dije muchas veces que se dejara de gilipolleces y volviera a pasar tiempo contigo– Terminó agarrando de los cachetes al chico.
–Oh, esto...
–¡Déjalo en paz vieja! Lo he traído para estudiar juntos. Después entrenaremos, así que no nos molestes– Katsuki le aclaró a su madre con el ceño fruncido.
–¿A quien llamas vieja mocoso desagradecido?– Izuku se quedó presenciando la interacción entre madre e hijo hasta que por fin Kacchan lo arrastró a su habitación y cerró de un portazo. Mientras observaba la habitación llena de posters de grupos musicales y alguno de héroes, escuchó como Bakugo refunfuñaba tras el último grito de su madre por dar un portazo.
–¿Y bien, a que esperas? Venga, siéntate que los deberes no se hacen solos– Izuku asintió mientras se sentaba en el escritorio frente a la ventana.
En la esquina de la habitación se encontraba una batería, junto a esta dos armarios y al lado contrario se encontraba la cama del rubio. Todo estaba pulcramente recogido y no había ni una sola mota de polvo visible. Pasaron una pequeña parte de la tarde haciendo los deberes y una vez terminaron se sentaron uno frente al otro en la cama del rubio.
-Bien, yo ya tengo mi rutina de ejercicios, pero tu no la resistirás, necesitas la tuya propia- Bakugo aclaró.
-Esto... Debería de empezar poniéndome en forma, tengo resistencia y velocidad pero necesito fuerza si quiero conseguir algo.
-Eso para empezar, pero no creo que sea suficiente, los héroes se enfrentan todos los días a villanos muy fuertes. El final volvemos al problema de tu falta de quirk.
-Bueno, no todos los héroes son super fuertes, hay algunos que trabajan mediante estrategia. Sobre todo los héroes clandestinos, ellos suelen utilizar el factor sorpresa como ventaja y algunos ni siquiera se conoce cual es su quirk, claro que no es lo mismo...- Midorilla comenzó a divagar, pero su amigo acababa de ver todo con claridad.
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Somos Un Equipo
FanfictionEl futuro del mundo pende de un hilo y el destino ha decidido ponerlo sobre los jóvenes hombros de Katsuki e Izuku, dos amigos de la infancia que se distanciaron por fallos de comunicación. Dos almas muy distintas con el mismo objetivo: Ser héroes. ...