El futuro del mundo pende de un hilo y el destino ha decidido ponerlo sobre los jóvenes hombros de Katsuki e Izuku, dos amigos de la infancia que se distanciaron por fallos de comunicación.
Dos almas muy distintas con el mismo objetivo: Ser héroes.
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Por fin llegó el primer día de clases y los chicos se levantaron como cada mañana para correr y ejercitarse, sin embargo, la emoción por el comienzo de una nueva etapa era palpable. Después de terminar, volver a sus casas y arreglarse, ambos fueron juntos hacia su nueva academia. Izuku miraba todo como si fuera la primera vez que lo veía y Katsuki lo observaba con diversión y lo redirigía del hombro cada vez que estaba a punto de ir por la dirección que no era a causa de su distracción.
Hacían llegado muy temprano, porque el aula estaba vacía. ambos se aseguraron de que ese fuera el lugar correcto y cuando lo confirmaron fueron a sentarse en la fila de pupitres de la ventana, el rubio en segunda fila y el pecoso justo detrás de él. Ambos se encontraban en un silencio cómodo solo interrumpido por algún murmullo ocasional de parte de Izuku y poco después empezaron a llegar los primeros compañeros.
A los pocos minutos el aula ya estaba llena de estudiantes hablando entre ellos y conociéndose. Otros simplemente se sentaron en silencio, como en el caso de un chico mitad pelirrojo mitad peliblanco, que miraba su escritorio como si fuera los más interesante del mundo. Izuku había entablado conversación con una pelirrosa con un quirk de mutación muy simpática y carismática y katsuki discutía con un chico alto con gafas.
-Es de mala educación poner los pies sobre la mesa, estás faltando al respeto a todos los héroes que estudiaron en este pupitre- El chico agitaba uno de sus brazos robóticamente y miraba al rubio con dureza.
-¿Haa? ¿y a mi que cojones me importa? ¡Me sentaré como me de la gana estúpido cuatro ojos!- Los dos se miraron mal por la ofensa del otro, por lo que Izuku se vio obligado a intervenir para evitar un berrinche de su amigo.
-Venga Kacchan, siéntate bien antes de que venga el profesor y te eche la bronca. No querrás causar una mala impresión el primer día- Lo dijo con tono dulce, sabía que eso funcionaba mejor con el rubio que las órdenes directas.
-¡Cállate estúpido nerd! Ya he dicho que me siento como me da la gana, me la suda lo que piense el profesor- El chico alto pareció horrorizarse ante la actitud del rubio con el amable chico.
-¿Cómo puedes hablar así a un compañero? Eso es acoso, no voy a permitir que...
-¡Oh! No te preocupes, Kacchan es así, no me ha insultado ¿a que no?
-Tch
-¿Ves? Eso es un no. Aunque no lo parezca nos llevamos muy bien- El chico alto los miró evaluativamente y asintió con la cabeza.
-Soy Iida Tenya, siento haber malinterpretado vuestra amistad- Izuku soltó una risita.
-No te preocupes, es entendible. Por cierto, soy Midorilla Izuku y el gruñón maleducado el Bakugo Katsuki.
-¡¿A quien llamas gruñón maleducado Deku?!- Izuku iba a responderle cuando vio a la chica de la gravedad entrar al aula. Se saludaron con la mano y cuando estuvieron uno frente al otro comenzaron una conversación amena importándoles poco el enfado del rubio ante la repentina falta de atención de su amigo.
