El futuro del mundo pende de un hilo y el destino ha decidido ponerlo sobre los jóvenes hombros de Katsuki e Izuku, dos amigos de la infancia que se distanciaron por fallos de comunicación.
Dos almas muy distintas con el mismo objetivo: Ser héroes.
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La segunda prueba fue un infierno para Izuku. Había hecho equipo con Uraraka, Tokoyami y Mei Hatsume del curso de apoyo. fueron perseguidos por casi la totalidad de los equipos y al final casi pierden cuando el equipo de Todoroki les arrebató la banda de los puntos, por suerte, Tokoyami había logrado robarle a su vez la banda del equipo contrario que tenía los puntos suficientes para pasar de ronda.
A pesar de todos los esfuerzos de Uraraka por hacer sentir mejor al peliverde, éste había estado distraído y distante, por lo que se decidió a preguntarle por el tema. Una vez en los vestuarios vacíos, aprovechó para iniciar la conversación que, con suerte, animaría a su amigo.
-Izuku, sabes que puedes contarme lo que pasa ¿Verdad? Soy tu amiga- La chica vio como al pecoso le temblaba el labio inferior.
-Yo... n no se qué he hecho, pe pero Kac chan está enfadado conmigo
-Ve a hablar con él- Dijo la chica con firmeza -No conozco a Bakugo, pero si algo sé con seguridad es que vosotros dos sois inseparables y seguramente se ha enfadado por alguna tontería- Al peliverde se le cristalizaron los ojos.
-No es una tontería, Kacchan siempre se enfada, pero no conmigo- Su voz se volvió un susurro mientras la primera lágrima se deslizaba por su mejilla-Ni siquiera me ha mirado.
-Oh Izuku, ven aquí- Conmovida, Ochako abrió sus brazos y el peliverde se estampó contra ellos en un abrazo mientras sollozaba desgarradoramente. La chica tuvo que reprimir las lágrimas que amenazaban con salir durante el tiempo en el que su amigo se calmaba hasta que se disculpó por molestarla con sus problemas y se marchó decaído. La castaña frunció el ceño y salió del vestuario con paso decidido en busca de un malhumorado rubio. Lo encontró minutos después caminando por un pasillo desierto rumbo a las gradas.
-¡Bakugo!- El nombrado se giró con el ceño fruncido, seguramente con un insulto en la punta de la lengua. Sin embargo, la chica no lo dejó hablar -No se qué ha pasado entre tú e Izuku, pero eres un idiota por tratarlo así- Ochako alcanzó al chico y se plantó con los brazos cruzados, pero en vez de mandarla a la mierda, los ojos del rubio brillaron con preocupación.
-¿Le ha pasado algo a Deku?
-No, solo se ha tirado los últimos quince minutos llorando desconsolado porque eres un gilipollas sin sentimientos y lo has despreciado haciéndole creer que es su culpa cuando, claramente, no ha hecho nada.
-¿Qué? Yo no... Mierda, otra vez no- Bakugo maldijo mientras se pasaba una mano por el pelo y la castaña lo miró confusa ¿A qué se refería con otra vez? -Joder ¿Dónde está?
-¿Cómo que otra vez? ¿A qué te refieres?
-¡Pues que soy imbécil! ¡No se cómo jodido expresarme y siempre la cago! ¡¿Dónde está?!- Parecía desesperado y Ochako dio un ligero salto cuando una pequeña explosión nació de la palma del chico, que apretó el puño con fuerza y se lo llevó al pecho.