— Es que sólo una persona como usted no lo puede entender. Tengo que aplicarme protector solar y crema hidratante. Además con este sol...Creo que me voy a deshidratar. Necesito tomar agua.
— Haga lo que quiera... Ni siquiera ha empezado a practicar.
— ¿Cómo que no? — Yibo sonrió y mostró la pantalla de su teléfono. Se había tomado muchas selfies para mandarselas a Wenhan y otros amigos. — Si eso no es montar entonces... ¿Qué es?. Hasta les puedo dar clases ahora.
El sudor estaba logrando que su ropa se adhiriera a su cuerpo... — Solo una vuelta más y descansamos...
— Por favor, descanse hasta navidad.
— Pir fivir discansi histi nividid. Pues no! Voy a tomar agua y a retocar mi peinado y regreso, después de la vuelta.
Xiao Zhan jaló el cabestro, pero enseguida lo que escuchó fue un grito estruendoso.
— Ahhh Ahhhh ¿Qué es eso?
Yibo trató de saltar del caballo espantado por el insecto que cayó desde un arbol al caballo.
— ¿Qué es eso? — Cómo pudo liberó una de sus piernas. — Quitemelo ... Quitemelo! — Chilló.
— ¿Qué le quitó?
Una mirada afilada. — Ese insecto. Los odio...Ash.
Zhan trató de sostenerlo pero facilmente perdió el balance cayendo hacía atrás con el cuerpo del rubio encima.
— ¿Lo va a matar?
El pelinegro aclaró su garganta rogando al cielo que el otro no se moviera ni un centimetro, aunque la situación le causó bastante gracia y quería provocar más pánico. — Sólo es una abeja...
— ¿Qué? Ah... No... Que asco! Matela... Eso estaba zumbandome el oído. Soy alergico. — Se escondió aún más en el cuerpo del más alto.
La risa de Zhan se borró de inmediato. — Deje de moverse. — La pierna de Yibo había quedado en el medio de las piernas de Zhan. El carraspeó.
— Matela ... — Se movió en contra del pelinegro debajo y este contuvo la respiración. — ¿Se puede poner de pie? ¿Sino como la voy a matar?
Yibo sonrió timidamente al darse cuenta que había estado arrinconando al otro contra el suelo. — Ahh... Ah... — Trató de arreglar la ropa del pelinegro palmeandola, pero después se dio cuenta de que este lo miraba de forma asesina y lo dejó.
Zhan se pusó de pie tratando de alejar el caballo de la abeja y Yibo se quedó sentado en el piso.
— ¿Está bien?
—Estoy revisando... Creo que me picó en algún lado. — El se miró por debajo de la camisa desabotonada.
Zhan bruscamente jaló la camisa para ver.
— Oiga!
Yibo se cubrió apretando la camisa contra el hasta el cuello. — ¿Por qué es tan atrevido? ¿Me va a desnudar?
— Está bien entonces pongase de pie y deje el drama.
— No tenía que mirarme... Me podía preguntar.
— Para lo que hay que ver. — El que se había quedado con las ganas de "devolver" el comentario aprovechó las circunstancias aprovechó.
Yibo abrió la boca en forma de "o" agraviado. — Ah... ¿Si?
Yibo separó los botones de su camisa mientras sostenía su mirada afilada. Los ojos de Zhan viajaban del rostro del rubio a su pecho. — ¿Y ahora por qué se va a desvestir?