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- ¿Qué es esto?
- Una flor. - Yibo sorbio en su nariz porque estaba agripado. El clima de la hacienda casi siempre le sentaba mal. - Para ti.
Zhan arqueó una ceja y rasco su cuello. La nana miraba a ambos de forma expectante mientras cargaba al pequeño Wang.
- ¿Y que se supone que haga con una flor? Gracias pero no la quiero.- Al pequeño se le encogió el corazón de inmediato y el mayor se dio cuenta que le iba a hacer llorar.
- Está bien. Esta bien. - Gruñó. - Está bonita... Ash nana, ¿Para que me ponen en estas? ¿Por qué no le explican? Yo no se tratar con niños.
Yibo se limpió las lagrimas curvando sus labios e inflando sus mejillas satisfecho.
- Gracias... Pero vamos a hacer algo. La vamos a poner en un lugar donde se vea muy bonita. ¿Si?
El niño asintió emocionado...El corazón se le iba a salir.
Y terminó por tener palpitaciones estruendosas cuando la peonia fue cortada y puesta a un lado de su cabello. Zhan lo removió y la puso de forma suave...En seguida apretó las mejillas regordetas pinchandolas y Yibo ni siquiera pudo mirarlo. Le dio la espalda a Zhan y escondió su rostro en el hombro de la nana cuidando que la peonia no se cayera.
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Yibo retrocedió liberando el cuello de la camisa de Zhan con disimulo al percatarse de que Wenhan lo estaba mirando atónito desde la puerta de la habitación donde se había instalado hace unos minutos atrás.
- ¿Sabes qué charrito? - Chasqueó sus dedos sobre el rostro del pelinegro y se dio media vuelta para ingresar a su habitación.
- Multiplicate por cero.Zhan negó frustrado antes de dar un paso hacia su propia habitación.
¿Una fiesta?
La fiesta...
Tenía que insistir en que no se debía hacer. Lo había olvidado por completo.
Entonces se devolvió. - Yibo.
- Príncipe, para ti. Aunque te demores un poco- Afirmó con sarcasmo.
Wenhan que ya estaba llevando las bolsas de lo que le había encargado Yibo a la habitación se burló del rubio.
- Pequeño Wang. Por favor! - Le indicó con su mano para entrar. (Pequeño = Xiao)
- No me llames de esa manera. - Envolvió sus labios agraviado retando al otro como si le hubiera dicho cualquier groseria. En seguida cerró la puerta a pesar de que Zhan estaba aún ahí.
- Tienes que ayudarme. - Señaló su cara. - Mira esto y esto.
- Relájate! Traje skincare de emergencia. Los cambios de clima y el cambio en la dieta pueden hacer estragos en la piel. Consulte con mi asesora.
- Traje el té. Para los dos, por si le apetece. - Yifei abrió la puerta.
- Nana! ¿Qué voy a hacer? Mi cara se ve horrible. Además...- Se miró en el espejo. - Con este charrito me van a estar saliendo arrugas a los 21... - Se observó a si mismo preocupado.