CAPITULO DIEZ

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— ¿Para donde va? — Zhan seguía abrazandole por la espalda.

— Hay que buscar un nuevo contratista para los quimicos. El que teníamos elevó los precios demasiado.

— ¿Y por qué tiene que ir ella?

— Dil se conoce los cultivos bien. Ella sabe que es lo que necesitamos.

— ¿Dil? — Yibo removió la mano que se aferraba a su cintura. — La llama Dil. ¿Qué más?

— El señorito Wang me está haciendo una escena.

— Por amor a "Dior". ¿Quién te va a celar a ti?... Osea, mírame! ¿Tu de verdad crees que tu puedes causarme celos? Tienes una autoestima muy alta.

— ¿Tal vez quiere ir conmigo? Igualmente tengo que ir con ella, ya que no puede tomar decisiones sobre el manejo del presupuesto. Por eso... 

— ¿Con usted? 

Zhan empujó la camisa que Yibo había abierto para mostrar las marcas que tenía en su pecho.  El pasó su dedo por los botones despacio y con el mentón en el hombro del rubio miró hacía abajo... A pesar de que no se veía mucho. Desde la perspectiva de Zhan sobresalía uno de los botones rosados aún hinchado y maltratado desde la noche anterior. 

Dilraba se puso en la puerta con el celular en la mano. La vista que tuvo fue totalmente patetica y Yibo vió su rostro de disgusto... Zhan no la percibió, así que el menor no se movió ni siquiera un poco. Le importaba tan poco lo que la mujer pudiera pensar. 

— Señor Wang, no debería andar así por la casa. Los demás empleados podrían malinterpretar  un poco. 

— Ay cosita...  — Al escuchar la voz de la chica, Zhan se separó un poco sin terminar de quitar sus manos del cuerpo de Yibo. Se sentía un poco avergonzado de que una de las empleadas lo viera así. 

Yibo sonrió de forma sarcastica. — Si tu puedes salir a la calle así... Yo ... Osea... Obviamente puedo lucir mi cuerpo y este diseño de Prada.  Ah... Lo siento. 

— Yibo...  

— Ahora recuerdo que tu sólo compras en el tianguis. 

— Yibo... — Zhan suspiró con frustración. Rodó sus ojos mientras hablaba a su oído tratando de convencerlo que lo dejara. 

— Yo sólo sugería que mantuviera su ropa en su lugar, al menos en sitios donde todos los empleados pueden ver. 

Yibo cada vez se sentía más irritado con la presencia de Dilraba. Zhan pudo ver como sus mejillas se ponían rojas. 

— Pues aquí  yo no veo muchos empleados.. Sólo a Zhan, y una que otra... 

— Yibo... Basta. 

Se contuvo para decir que era una resbaloza, no sólo porque no tuviera ese concepto sino que también sentía que había cierta restricción y mencionarlo sería como confirmar que Zhan y el tenían actualmente una relación cuando sólamente habían tenido sexo. Lo cual no era lo mismo. Meditó sobre ello un par de segundos y se dió cuenta que armar una escena lo ponía en una mala posición en la que practicamente confesaba que quería a Zhan... 

Ewww

No. 

Tenía tantos pretendientes. 

Hello! 

Un ranchero estaba muy al final de la fila de pretendientes o de posibles candidatos para casarse con el. 

— Señor Wang no es que yo me quiera tomar atribuciones. 

La Hacienda /// ZhanYi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora