Capítulo 08 - Abriste la herida.

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Al llegar a la empresa, iba riendo con Yako por cómo se la paso cantando todo el viaje, me caía muy bien.

—Fue divertido, gracias. —dije.
—No fue nada—
—Al fin llegan. —levante la vista encontrándome con Sesshomaru. Nos veía molesto, muy molesto.
—Amigo, aún no termina la hora de refrigerio, cálmate un poco.

Tenía los ojos puestos en mí, estaba enojado y parecía que era solo conmigo.

—Te estuve llamando.
—Lo lamento, ¿necesita algo?
—Ya no. Vuelve a tu puesto, deja de perder el tiempo. Yako, ven conmigo.
—Si señor.

Yako y él se fueron dejándome en la entrada. No quería enojarlo más así que fui sin rechistar a mi oficina.

Intenté relajarme porque los pensamientos no se iban. No dejaba de pensar todo lo que me espera al salir de aquí, no quería ver a la madre de Tami, no quería nada con esa familia. Menos con Tami.

Seguí con mi trabajo y todo estaba saliendo bien, no tuve que corregir mucho mientras armaba cada hoja, aunque deseaba tener los datos y así evitar corregir luego pero no había opción.

Cuando tuve la muestra, tomé mi cámara y me di una vuelta por el lugar para tomar fotos en algunas áreas.
En el primer piso estaba la recepción y el área de reuniones casuales, todo muy elegante. Tomé fotos donde creí mejor cuando recordé que debía buscar a Yako para pedirle los datos que necesitaba.
La cámara colgaba de mi cuello y así tome fotos en lugares que no irían exactamente a la revista, me gusta tener una reserva y ver si son útiles luego.
Llegue al piso de gerencia, y ni bien puse un paso dentro logré sentir ambiente tétrico, estoy segura de que fue por estar frente a la oficina de Sesshomaru, pero pasé de largo a la que estaba a un lado. La de Yako.
Toque unas cuantas veces y fui recibida.

—Bienvenida señorita Kagome, ¿en qué puedo ayudarle?
—S-sí, vine por los datos de la empresa.
—Puedo facilitarte esa información, ¿algo en específico?
—Necesito lo que desean que valla, puedo recomendar que estén la cantidad de personal, el tiempo de funcionamiento de la empresa, tal vez algún socio estratégico o accionistas. Esta empresa tiene mucho por mostrar, es cuestión de elegir qué.
—Bien. Puedo brindarte unos datos, pero no todo, me tomará algo de tiempo, antes de terminar la jornada te lo envío, mientras toma asiento, voy a solicitar algunos datos ahora. No tardaré mucho.
—Gracias, lo espero.

Me dio una sonrisa y empezó a escribir en su equipo mientras me senté a la espera. Todo estaba en silencio lo que me ponía nerviosa, tomé la cámara y no sé me ocurrió mejor cosa que tomar fotos.

—¿Me permite tomar unas fotos en su oficina?
—¿Fotos?
—Si. No aparecerá usted si así lo prefiere, son fotos de reserva, no necesariamente estarán en la revista.
—Toma foto de lo que creas necesario, no tengo problema.
—Gracias.

Me aleje un poco y deje a mi imaginación que explore el sitio. Era todo de un estilo que va sin duda con Yako, fue ahí que note que no llevaba puesto un traje como todos los demás.

—¿Usted no usa trajes?
—¿humm? Creí que ya lo habías notado. Me parecen aburridos, prefiero lo casual.
—Ya veo, lo siento, no quiero ser molesta.
—Tranquila, solo estas preguntando, ahora que lo pienso, ¿tomaras fotos en el área de ensamblaje?
—Así es, iré mañana con el señor Sesshomaru, hoy está ocupado.
—Lo veo difícil, tiene muchas reuniones para mañana.
—Ya veo, supongo que debo esperar otro día.
—Iré contigo.
—O-oh no se preocupe, puedo esperar.
—Tú puedes esperar, pero la revista no. Así que nada de excusas.
—Bien—
—Amigo, pediste que te envíe los— La puerta se abrió de repente dejando ver a Sesshomaru—¿Kagome? ¿Qué haces aquí?
—Y-yo...
—Vino por unos datos, aparte está tomando fotos aquí, ¡¿no es eso genial?! Esta mujer tiene grandes gustos.
—Tu trabajo no es meterte en oficinas de todos, debes preparar la revista.

Me sentí ofendida por un momento, pero creí que exagere —N-no es de esa forma, y-yo...

—Veo que se llevan bien, no mezclen lo personal con el trabajo, no pueden meterse en la oficina del otro solo para compartir momentos íntimos.
—Sesshomaru—
—Señor, estoy aquí para hacer mi trabajo, no vine con otras intenciones a esta oficina. Le pido que deje sus comentarios fuera de lugar hacia mí, que muy aparte de ser solicitada por su padre y no por usted, estoy comprometida. Y eso significa que no aspiro a tener algo fuera de mi relación. Permiso. —dicho eso salí de la oficina de Yako, escuchando su insistencia para que me quede.

No había nada que hacer ahí, seguiría con mi trabajo lejos de ellos. Estoy tolerando la actitud de Sesshomaru por que viene a ser mi jefe, pero no puedo aguantar que me diga que no hago mi trabajo. Eso no.

Seguí mi inspección por otros puntos de la empresa, conocí a fondo las instalaciones y a su personal. Todos eran serios y algo grises, parecían una especie de robots que tenían el modo automático. Muy triste realmente.
En una de las salas de conferencias, me quedé mirando un cuadro que había sobre una mesa larga. Era una foto llena de personas importantes, todos accionistas y también los dueños, entre ellos los Taisho. Sesshomaru tenía una expresión fría y sin emoción, en cambio su padre estaba serio, pero con un semblante cálido de alguna forma. No estaba Inuyasha, temía que el orgullo de esa familia fuera más fuerte. Tal vez seguía exiliado.

—¿Husmear en el edificio es trabajar? —di un brinco cuando una voz sonó detrás mío. Era Sesshomaru.
—Debo conocer el lugar que se supone necesita una revista para dentro de un mes, ¿no cree? —me di vuelta para dar la cara. Estaba fumando un cigarrillo, no podía reconocerlo ahora, él no es Sesshomaru.
—Buenas noticias, necesito un avance para dentro de dos días.
—¡¿Dos días?!
—Así es, creo que es suficiente tiempo para que me presentes algo bueno. No pierdas tiempo y trabaja.
—¿Cuál es tu problema?
—¿Mi problema? Eres tú. Te lo digo sin rodeos, tu presencia me molesta.
—Me harás la vida imposible.
—Me importa poco tu vida. Solo quiero que te largues, pero lamentablemente esa no es mi decisión.
—No es justo Sesshomaru.
—No, yo te diré lo que no es justo. No es justo que venga una inmadura como tú a molestar mi paz. Cuando al fin luego de tantos años pude estar tranquilo, vuelves y pretendes que nada pasó.
—No fue decisión mía verte la cara de nuevo.
—¿Me dirás entonces que no te sonaba el nombre de mi empresa cuando enviaste tu proyecto? ¡Ni tú te lo crees!
—Estoy aquí por trabajo, necesito terminar este proyecto.
—Deseo que termine esto pronto. No quiero verte nunca más.
—Por ahora debes soportar mi presencia.
—Soporte tu ausencia por mucho tiempo. Ahora si estás o no, me tiene sin cuidado, hace mucho dejaste de ser importante.
—No sé qué te hice para que me odies tanto. No me dejaste explicar nada esa tarde.
—¿Yo no te deje explicar? Debes estar bromeando.
—Sesshomaru, no sigamos con esto—
—¡NO! ¡AHORA TU ESCUCHAS! Te demostré mi amor en cada segundo de esa relación, te di todo ¡maldita sea! Pero no tuviste dos minutos para escucharme. Huiste de todo dejándome solo y sin darme la oportunidad de explicarte.
—¿Qué estas—
—Te seguí esa tarde luego de que corriste, te busque por días y no sabía de ti. Me volvía loco a cada maldito segundo mientras tu disfrutabas verme en esa situación.
—Sesshomaru...
—Abriste la herida Kagome. Y aplicaste más veneno esta vez.

Eres Mi Medicina, Mi SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora