Capitulo tres

2.5K 115 9
                                    

Kathlyn se estaba alistando para su visita al colegio, le parecía extraño pero no faltaría a aquella cita pues sus notas perfectas no podían descender ni un centímetro. Mientras que se vestía, escuchaba a sus padres cotillear sobre la fiesta a la cual ella asistió.

-¿Una bala cera?- dudo su padre, pero sin preocupación alguna.

-Así es amor.

Una camisa de AC/DC, unos jeans y una campera de cuero era el outfit de Kath por el día de hoy. -Estoy lista- bajo, para ir rápidamente al auto de su padre. Aguardo algunos minutos mientras que su padre entraba en el, repitiendo el acto de su hija.

-Hija- dijo, antes de encender el motor de su amado Lexus -Dime solo la verdad- el amable y preocupado tono de su padre enterneció el corazón de la chica.

-Papá, baile, grite, cante pero nada más te lo juró. De ahí no paso- respondió, mientras que su padre hacia rugir el motor de su auto, treinta y ocho caballos de fuerza, era un auto excepcional.

El auto avanzo, dejando un silencio en todo el trayecto de su casa al colegio.

Kath ya alcanzaba la mayoría de edad así que tenía la oportunidad de sacar su permiso de conducir, sus padres para su cumpleaños número diecinueve le regalaron el auto de sus sueños, un Ferrari, de aquellos míticos; Los que eran rojos con ciento veinte caballos de fuerza. A pesar de que su padre temía un poco sobre la compra de ese carro, confió en su chica y se lo regalo sin problema alguno.

Habían llegado al colegio. -Gracias papá, prometo sacarme el permiso para dejar de molestar.- comento Kath antes de bajar del auto.

-Te cuidas linda.- respondió su padre, dejándola en el colegio y marchándose.

Se acerco a la puerta principal para mirar para que la solicitaban, cuando entro se encontró lo que nunca se imagino.

-¿¡Harry?!- grito ella, mirando la figura de un chico alto, de muy buen parecer su cabello largo y un poco a colochado; Ella no confundiría a su mejor amigo.

Corrió, y se tiró literalmente sobre su amigo, abrazándolo con fuerza, a pesar de que habían sido pocas semanas ella lo pensaba que eran años.

-¿Que haces aquí?- Dijo, posando sus manos sobre el pecho de Harry para separarlo un poco de ella. Sus grandes ojos verdes brillaba, y en su rostro se dibujaba una gran sonrisa.

-Vine a visitarte.- Respondió. Harry había viajado muchas horas, para encontrarse con la chica que amaba; pero el amor no era mutuo. -¿Vamos a dar una vuelta?- pregunto, tomándola de la mano, entrelazando sus dedos, y llevándola hasta su cafetería favorita, la cual no quedaba muy largo de allí.

-Extrañaba mucho esto- comento, sentándose en la mesa justo al frente de la ventana en la cual siempre se sentaban. -Ahora si, ¿Que haces aquí?- pregunto la chica, con su sonrisa de oreja a oreja.

-Mi padre me dejo quedarme aquí doce meses más, estudiare en una universidad cerca de aquí, así que podremos estar en contacto.- dijo él.

-Piensas que no estudiare.- mofo Kath - Ya hice el examen de aptitud, además mañana me sacaré mi permiso de conducir.- Hizo ademanes con la mano, para llamar al camarero.

-¡Por fin! - Sonrió - Por fin, podremos pasear en tu ferrari, estuve esperando esta oportunidad. - dijo Styles antes de pedir su Capuchino con chocolate blanco.

-Ni sueñes que te dejare conducir mi ferrari, menos como conduces tu motocicleta.

-¡Hola! ¿Que les puedo servir? -interrumpio el camarero con su pequeño cuaderno apuntando cada palabra que salia de nuestra boca.

-Yo quiero un Capuchino con chocolate blanco.

-Yo quiero un.. -

-Mono negro con menta -interrumpió Styles.

Sus miradas se entrelazaron, estaban echos el uno para el otro, pero ella aún no se daba cuenta.

-No Harry hoy no quiero ese.- Sonrió tímidamente - Deme un panecillo con queso y una botella con agua.

-¿Que sucede linda?- pregunto Harry -Desde cuando, desde cuando te gustan los panecillos de aquí- sonrió - pensé que solo te gustaban los de tu madre.

-Se me antojó- respondió, esperando unos minutos para que su orden llegara.

Harry había cambiado un poquito, tenia atuendos nuevos y su cabello estaba cada vez más largo. Ahora ya no usaba sus convers y ropa poco ajustada. Sus botines y jeans super ajustados formaban parte del día a día de este chico pero eso ya había cambiado desde hace mucho.

«Linda, ¿Desde cuando?»

No solo había cambiado eso, supongo que las semanas que estuvo en LA hizo que cambiara su forma de hablar, ahora hablaba de una manera más coqueta.

Más bien ahora era más evidente con Kath, demostraba más su sentimiento hacia ella.

Pasaron horas hablando en aquella cafetería, recordando su infancia y hablando un poco sobre su nueva vida. Harry sonreía intentando demostrar su felicidad con ella además de su forma coqueta, pero Kath estaba cegada por Marcus, por el imbécil que se aprovecho de ella en unas cuantas horas.

***

-Gracias Harry. - Dijo ella bajando de su motocicleta negra. -Nos vemos mañana, ten cuidado.-

Kath entró a casa, y Styles rugió el motor y avanzo.

-Sorpresa.- Dijo su padre, al verla entrar por la puerta.

-¿Sabías todo cierto? - pregunto, haciendo una mueca, acercándose a él para darle un gran abrazo. -Gracias papá-

-Me la debes mi niña- Le dio un beso en su cabello color chocolate con delicados mechones rubios.

Kath estaba cansada, y su estomago estaba molestando un poco, eran las nueve y se fue a recostar, visito el baño varias veces pues tenia constantes ganas de orinar y también un poco de nauseas.

Finalmente quedo profundamente dormida después de unas horas de estar corriendo a su servicio.

***

El celular de Kath estaba vibrando constantemente, se despertó y miro que era lo que estaba pasando, le estaba entrando una llamada de un número descocido.

-¿Aló? - respondió confundida.

-¿Señorita Kathlyn? - preguntaron con tono bastante serio.

-¿Si dime?- Asustada respondió.

-¿Conoce usted a Harry Styles? - Sus ojos se abrieron como avellanas, y si piel se en pálido.

-¿Que paso con él?- sus ojos se llenaron de lágrimas, y siguió insistiendo en aquella pregunta.

¿Que habrá sucedido con Styles?

Daddy [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora