Daddy [H.S]

Capitulo siete

Kath volvió al hospital durante un mes completo después de haber recogido su pase especial, cada sábado por la mañana visitaba al chico a pesar de que estaba inconsciente.

Se acercaba el cumpleaños de su papá, y necesitaba comprarle algo bonito, cada año la princesa de papá llega con un gran regalo para su hombre favorito. Bien, este año no sería diferente, Kath visitó esa mañana a Harry y sería su última visita. Entro por aquella puerta blanca que daba paso a la habitación de su mejor amigo cuando se encontró a la familia Styles allí.

-Bien, creo que estas feliz ¿No?- dijo su padre al escuchar que Kath entró a la habitación.

-¿Disculpa?- respondió Kath, dejando salir un poco de su carácter. -¿Que te pasa? Sabes he visitado a tu hijo durante un mes completo, ayudándolo con las terapias, con la comida, así que no me hables así.

El señor Styles se dirigió hacia kath, quedando a pocos centímetros de ella, haciéndola sentir incomoda. Su rostro era de tristeza, y le era difícil de controlar.

-¿Sabes? yo no iba a dejar a mi hijo venir a UK devuelta, pero lo hizo por TI, porque te extrañaba, jamás debí dejarlo sabía que no tenía que hacerle caso a tu padre, y bien, por mi negligencia mi niño esta aquí.- Dijo, alejan doce los centímetros necesarios para que Kath se sintiera cómoda, dejando le aquel espacio vital que tanto merecía.

-Lo siento- murmuro aquella chica entre dientes. -Yo no sabia nada al respecto, sabes aveces me siento mal acá adentro, y aún sigo acá, sin importar que. -Kath no pudo controlar, imposibilitando la respuesta del padre de Harry kath se dirigió al baño, no estaba en sus cabales y necesitaba despejarse un poco.

Su malestar se estaba haciendo cada vez más grande, Kath necesitaba ayuda. Salió del baño y se dirigió a recepción en busca de alguna persona que le ayudase a controlar su dolor. -Hola, no me siento nada bien.- dijo la chica, apenas le salia la voz.-¡Necesito ayuda!

La recepcionista alzo la cabeza, para mirar a la chica en su rostro se mostraba lo mal que se sentía. -Espere un segundo.- aguardo lo que fue necesario y la llevaron a un cuarto -No te preocupes, pronto llegará la doctora.- dijo, mientras que abandonaba la habitación dejando a Kath sola entre paredes blancas y simples.

Aguardando algunos minutos los cuales se hacían eternos, entro lo que ella estaba esperando, con su batón blanco y una tabla con apuntes en su mano derecha. -¡Hola! ¿Que sucede?- pregunto la doctora apenas entro a la habitación -¿Me explicas tu malestar?- musitó la doctora al ver la cara de la chica se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.

kath no podía hablar así que simplemente le señalo la parte de su cuerpo que dolía, la doctora inmediatamente entendió el gesto y le mando a la chica algunos exámenes para indicar que es lo que esta padeciendo.

Después de algunas horas y varios exámenes kath volvió a la habitación a esperar sus resultados, la doctora le había dado algunas pastillas para que su dolor se calmara pero eso no pasaba. Media hora se hizo eterna para la chica, se escucho el movimiento del picaporte, eso solo indicaba que la doctora entraría a decirle su resultado. -¡Felicidades!- entro la doctora, e inmediatamente soltó aquella palabra que retumbo e los oídos de la chica.

-¡¿Perdón?!- exaltada respondió, levantándose de la cama e inmediatamente volviendo a su posición natural simplemente por el dolor. -Serás madre- dijo la doctora - te daré tiempo.- salio de la habitación dejando a Kath asimilar la noticia.

«¿¡QUE?!»

«ESTO NO PUEDE SER CIERTO, COJONES, YO NO HE ECHO NADA»

-Se acabó para mi.- murmuro en voz baja.

La doctora se acercó de nuevo a la habitación con una noticia peor a la anterior. -ya le di la noticia a tus padres cariño, y también a tu novio- dijo la doctora sumamente contenta.

El rostro de Kath cambio de color, sus pupilas se tornaron más pequeñas de lo normal y cayó en la realidad que era su vida y de lo que sería de ahora en adelante.
-¿Disculpa?- miro fijamente a la doctora -¿Que haz echo que?

-Es un protocolo del hospital llamar a los padres de la embarazada y a su pareja sentimental, en este caso- hizo una pausa para mirar los nombres en su tabla -July y Nathaly Monre, y a tu pareja sentimental Harry Styles... bueno, como que el no se dio mucha cuenta. -sonrío, pero su sonrisa se quito cuando vio el rostro de Kath, lleno de enojo y tristeza al mismo tiempo. -¿estas bien?- preguntó la doctora con buena intención, se acercó a Kath y se sentó al lado de ella dejando salir un gran suspiro -todo saldrá bien.

-Usted no lo entiende- suspiro Kath -Mi padre, tiene una vida perfecta, y quiere que la mía sea igual. Me echara de casa.- bajo su cabeza derramando un par de lagrimas.

-No te preocupes linda, ya veras que no será así. - dijo la doctora frotando su mano contra la espalda de Kath -vuelve a casa habla con tus padre, lo siento- dijo, levantándose y re tomando el trabajo que le correspondía.

Por la mente de Kath pasaban miles de historias que podían pasar. Volvió a casa.

Sin mucho que decir entro y se instaló en su cuarto, sus padres se miraron entre si y subieron junto a ella. Primero entro su padre con cara de rabia, y mucha además, luego entro su madre siguiéndole los pasos lentamente a su marido pero ella con un gesto de amabilidad le sonrió a su niña.

-¿COMO ES POSIBLE?- gritó su padre enfurecido. -¿Embarazada?- preguntó de nuevo estaba impactado. -¿cuando Kath, porque Kath? - preguntó su padre, dejando escapar algunas lagrimas y volteando su cuerpo para mirar a su esposa y dejarla hablar.

-Yo tampoco lo creo. - fueron sus únicas palabras.

Antes de que terminara la oración su padre tomo acto sobre el asunto.