Capitulo uno

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Quizá la fiesta era la mejor opción para salir al verano; si la mejor despedida. Todos sus compañeros asistirían y ella no quería ser la abuela del grupo. Sin embargo no estaba muy convencida a ir, tenía miedo, ya que sería primer fiesta sin Harry; su mejor amigo. El chico que la cuidaba toda la fiesta y que lógicamente no la dejaba excederse en la bebida.

Sin embargo las cosas había cambiado desde el día que Harry se marcho hacia L.A, dejando su pasado en Uk para iniciar algo nuevo con su nueva familia; pues su padre había contraído matrimonio de nuevo, su nueva madrastra tenía un gran puesto ejecutivo en una de las compañías de tecnología más importantes, así que era imposible quedarse en Londres.

—Kath, dime que iras— comento una chica, sentándose en el escritorio de Kathlyn incomoda, pero provocativa para todo hombre que entrara en la habitación.

—No lo sé, y-yo— tartamudeo—No salgo sola, solo con Harry— respondió la tímida chica, se escapó una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.

—Vamos Kath— le alentó —ira Marcus, y todos sabemos que te gusta—respondió, la pelitellida. —!Kath! Es tu oportunidad—, dio un pequeño golpe en el escritorio, asustando a Katheryn.

Era verdad que su corazón y su cabeza querían algo totalmente distinto. Una ovación que probablemente no se repita de nuevo, ya que sería la última fiesta antes de salir a verano, sería una buena despedida y una "pre-graduación".

—Si, iré.— Kath soltó por lo bajo aquellas frase que le había costado decir tan cerca de Raquel, quien estaba feliz de que Katheryn asistiera a la fiesta.

***

Faltaban dos horas para la esperada fiesta de todo los "seniors". Kathlyn arreglaría lo mejor que podía, a decir verdad no estaba acostumbrada al maquillaje.

Un vestido y unos tacones acompañaron a un maquillaje que la había dejado sorprendida. —Gracias tutoriales de YouTube—, se dijo a sí misma mirando al espejo.

Cada vez que se miraba al espejo miraba lo que ella pensaba que era bello; un rostro cubierto de una capa de pintura que no deja respirar los poros para ser más exactos.

Ella estaba lista, algo pasada de época pero le lucia.

Era su primera vez, el miedo se apoderaba de su cuerpo pero las ganas lo combatían.

Siete y cuarto, el trasporte ya estaba en la puerta de casa. Niall estaba afuera apresurando a Kath. Tomo su bolso y salió  para dar paso a una noche que jamás olvidará.

Los minutos en la carretera se hicieron eternos, pero por fin habían llegado. Efectivamente era una mansión de aquellas pocas, que solo se miraba en las películas, con puertas anchas que daban paso a una gran estancia decorada con buen gusto sin embargo al continuar caminando se podía percibir el mismo estilo de decoración.

Al final de un largo pasillo se podían ver unas puertas que daban paso a una escalera blanca que dirigían al sitio donde era la fiesta: una terraza bastante grande, piscina, tragos, música y mucha gente que terminada de compensar el ambiente de fiesta.

Se podía decir que Kathlyn estaba realmente incomoda, hasta que una presencia que parecía conocida se acercó.

—Kathlyn— dijo acercándose al ritmo de la música, moviendo su cuerpo de un lado al otro.

—!Vamos a bailar!—  exclamó, ya pasado un par de tragos, extendió su mano y de un jalón la llevó hasta la pista de baile.

Bailaron y bebieron sin ningún límite, Marcus y Kath estaban extasiados, Marcus se separó de Kathlyn, yendo a la mesa de tragos y tomando dos, se acercó de nuevo y le ofreció uno de ellos. Ella bebió aquel trago de un solo sorbo.

Los minutos pasaron, su cuerpo se empezó a sentir pesado, no veía con claridad a su alrededor, su estómago estaba revuelto y las ganas de regresar a casa estaban presentes. Kath, volvió a su asiento, tambaleándose en su regreso, hasta que su visión se tornó totalmente negra y su rostro estaba reposando sobre la mesa.

***

Los rayos de sol se colaron por las delgadas cortinas del cuarto, ella estaba tumbada en la cama, desnuda, con la mayor parte de su ropa tendida en el suelo. No recordaba nada, atribuía su dolor de cabeza al golpe que se habían llevado la noche anterior, el cual no lograba entender.

Se levanto de la cama, tomo su ropa y se la puso, se miro al espejo acomodo un poco su cabello.

Abrió la puerta ya no estaba en aquella mansión tan espléndida, ahora era un Motel de mala muerte.

Salió del lugar y llego hasta la calle, extendió su mano para llamar a un taxi.

—¡Taxi!— gritó al mirar que uno estaba apunto de pasar muy cerca suyo, y eso fue lo que hizo; pasar cerca y no le dio la gana parar para llevar a Kath devuelta a casa. —Esta bien, por eso prefiero Uber— dijo por lo bajo, en ese momento no encontraba su móvil por ende no podía solicitar su servicio —ya pasara otro— se dijo a sí misma.

Esperando algunos segundos paso otro taxi y este por suerte se detuvo —!Hola!— saludo amablemente. —Me puede llevar a Cross Wall.

Duraron pocos minutos llegando, no estaba muy largo de allí. —Son, 8.74 —comento el taxista mirándola por el retrovisor, se detuvo justo en la esquina de la calle, busco su billetera y no tenía dinero, le habían robado todo, incluyendo su dignidad.—Me puede esperar aquí, ya le traigo el dinero— se encogió de hombros, abrió la puerta del auto para entrar rápidamente a casa. Busco donde su madre tenía guardado el dinero y tomo los 8.74 exactos, volvió donde el taxista y le dio su dinero. —!Gracias!— Guida por el camino desde la entrada volvió. Su hogar estaba sola y sin una gota de ruido.

Aún se preguntaba el por qué no recordaba nada y por qué había terminado en un motel.

A pesar de ello, decidió no darle mucha importancia para volver con su vida cotidiana, estudiar, leer y hablar con su mejor amigo lo cual es bastante difícil.

N/A: les dejo esto por acá, disfruten 🙌

Editado ✔️

Daddy [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora