Josh Lee
16 de noviembre
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Ya había logrado hablar con Darla Lynn. Los malentendidos se solucionaron y volvimos a estar como siempre —o tratando de hacerlo—, bien he dicho que hablando se entiende la gente, pero cuando supe que Gásper había tenido que ver en lo que había sucedido si me dieron ganas de darle un balonazo.
—Deja de esperarla Josh, te ves muy patético —murmuró Saimon entre risas.
—Lárgate Connor. —Le di una mirada entrecortada y volví la vista a la entrada principal.
Darla ya se había tardado, sé que no es la más puntual y que a veces le suceden tragedias muy extrañas, pero ya era algo preocupante que haya pasado más de media hora, le escribí y los mensajes no le llegaban, iba a llamar a su madre pero no quería parecer muy intenso, sólo estoy un poco angustiado.
¿Gásper le habrá dicho algo más?
Miré el ramo de flores en mis manos, no quería que se marchitaran, no quería volver a hacerla llorar. Después que me expusiera sus sentimientos una parte de mí se desmoronó al ver que podía llegar a ser tan vulnerable.
—¿Saimon crees que le pasó algo? —Cuestioné al rubio con seriedad.
—No tengo la menor idea, tal vez simplemente no quiso asistir hoy a la escuela. —Se encogió de hombros—. O te odia y se cambió de escuela.
Rodeé los ojos.
—Será mejor entrar a clases, pero antes buscaré un lugar para guardar las flores. —Cuando pasé a su lado le di una palmada en la espalda.
No estaba enojado con mi primo, aunque a veces sí me provoca una sensación extraña saber que le gusta mi novia —celos para ser par exactos—, pero él no es el culpable, esas cosas pasan, creo, mientras no haga algo como lo que hizo Gásper, supongo que estaremos bien. Yo sé que Darla Lynn me quiere a mí, eso me basta y sobra.
Más tarde ella no llegó, los encargados me dijeron que sus padres no habían llamado para pedir permiso o algo por el estilo.
Las horas siguieron corriendo y con ellas el fin de las clases.
Decidí ir a su casa para ver si conseguía saber qué estaba pasando, pero no encontré a nadie, sólo a Capitán Pelusa que se paseaba en el jardín.
—¿Dónde está tu mamá gatito? —Acaricié su cabeza—. Sería más fácil si pudieras hablar.
Escuché pasos detrás de mí y volteé, se trataba de una señora que sostenía el plato del gato.
—¿Disculpe? —La miré esperando alguna respuesta.
—La señorita me pidió de favor que alimentara a su gatito. —Se arrodilló a mi lado y le dio la comida a Pelusa.
¿Por qué Darla no me dijo que saldría? ¿A dónde podría haber ido? ¿Con toda su familia?
—¿Usted sabe...?
—No —me interrumpió—, salieron por la noche y pasaron a mi casa a decirme lo que ya te dije. —Tosió y yo me alejé de ella disimuladamente—. La señorita se veía apurada.
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Corazones de papel [Pausada]
Novela JuvenilDarla Lynn ha estado enamorada de Josh su compañero de clase. Un buen día ella acepta darle tutorías para que mejore sus notas. Darla creía que eso sería perfecto para lograr que él se enamorara de ella. Lo que no tenía en cuenta es que llegaría un...