Darla Lynn
29 de noviembre
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Mi mamá había llamado varias ocasiones para que bajase, me encontraba toda atareada que no supe si ya había guardado todo lo necesario. Colgué la mochila en los hombros y salí de casa a toda prisa yendo directo al coche.
Llegó el día en que los de último semestre nos vamos de campamento, sólo serán tres días, pero por lo que me han dicho será emocionante, es justo lo que necesito porque pasé la noche más fatal de toda mi vida.
Tener el corazón roto se siente terriblemente mal, es un dolor en el pecho que no para. Los pocos momentos que pasé con Josh los recordé y me hicieron las horas imposibles, no pude conciliar el sueño hasta la madrugada, nunca había experimentado una ruptura, nunca había sentido cuan doloroso se sentía, quería dejar de llorar pero simplemente no podía, sólo me revolcaba en la cama girando de un lado a otro esperando poder dormir.
Dicen que dormir hace que evadas la realidad, pero en ese momento no pude hacerlo.
El ambiente se sentía frío, sin gracia, es triste cuando el amor que sientes no es suficiente, al final sólo fuimos jóvenes aprendiendo a amar, un simple capítulo en nuestro libro de vida. A pesar de todo le pido al karma que no le cobre por lo que me ha hecho, porque yo siempre lo querré. El corazón es el que manda y nadie puede cambiarlo.
Tengo ojeras que se distinguen a un kilometro, pero pude ocultarlas con un poco con maquillaje y gafas de sol, lo cual es raro ya que el sol ni se asoma.
No sé si Josh pasó la noche igual que yo, pero no puedo alejar el pensamiento de que no es así, tal vez a él no le afectó tanto como a mí... tal vez estuvo con Melanie.
Ya no quiero sobrepensar, alguien dígame como paro.
—Mi niña por algo pasan las cosas, el destino funciona así. —Mamá alcanzó mi mano y entrelazó nuestros dedos.
—Pero yo quiero que él siga conmigo.
—Eso es muy cruel, ¿prefieres estar en una relación a base de mentiras? —Me quedé callada ante su respuesta.
—No puedo dejar de quererlo de la noche a la mañana, no dejo de sobrepensar y eso me molesta, me enoja pensar que quizás ya no nos volvamos a habla...
—No te atormentes tanto por un amor —me interrumpió—. Cada persona llega a tu vida para dejarte algo y de alguna forma ayudarte a crecer. Te quiero Darla Lynn y como tu madre te digo que el universo es gigante, infinito como para que te importe más un chico que tu propia salud mental. Si el destino lo quiere ambos volverán a estar juntos, y si no sucede... pues siempre puedes ser la vecina de los gatos.
Sonreí a mi madre, desearía que mi padre también estuviera aquí para abrazarlo.
—¿Sabes que te amo verdad?
Ya estábamos llegando a la entrada de la escuela, aún no veía a nadie de mis amigos, ni a Josh, porque para ser franca sí lo estaba buscando más que al resto.
—Sé que el güero que fue a casa anoche está enamorado de ti.
—¡Mamá no es el momento! —Cubrí mi rostro—. Ya mejor me voy. —Me acerqué a ella para besar su mejilla—. Te quiero.
—Yo más preciosa.
Y con eso bajé del coche arrastrando la maleta. Que rayos le pasaba.
Cuando llegaron las 10 de la mañana comenzaba a creer que Saimon no vendría, ayer había dicho que sí lo haría, no entiendo que sucede porque no contesta mis mensajes. Estoy dentro del autobús esperándolo con mi mochila en el asiento de al lado, ya dos veces me han querido quitar el lugar pero mangos, sólo Saimon se sentará conmigo y si no nadie.
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Corazones de papel [Pausada]
Novela JuvenilDarla Lynn ha estado enamorada de Josh su compañero de clase. Un buen día ella acepta darle tutorías para que mejore sus notas. Darla creía que eso sería perfecto para lograr que él se enamorara de ella. Lo que no tenía en cuenta es que llegaría un...