Día 11: Barriga

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Al llegar a la cabaña, divisó bien la figura, no pudo evitar comenzar a lloverse, era Steve quien lo estaba esperando con una enorme sonrisa, estaba vestido como un civil cualquiera, no portaba su uniforme, solo ropa de invierno como una persona común. Vio como este caminaba en dirección del auto, disponiéndose a abrir la puerta del piloto.

———Hola——— susurró regalándole una sonrisa muy cálida.

———Hola——— respondió el genio con la voz quebrada para después abalanzarse al rubio ———Te extrañe mucho——— rompió en llanto.

———Lo sé, yo también te extrañé——— confesó mientras lo abrazaba con la suficiente fuerza como para sentir sus cuerpos pegados aún que la ropa de invierno estorbaba un poco ———Vamos adentro——— sugirió el rubio mientras tomaba al genio entre sus brazos para cargarlo estilo princesa, cerró la puerta del auto con ayuda de su cadera y se dirigió a la cabaña.

Tony se sintió en un sueño, un sueño del que no quería despertar, del que no quería salir jamás. Al entrar lo primero que Tony notó era que la  adecuación de la cabaña era muy rústica, Steve rio al darse cuenta.

———Después lo actualizaremos y podrás tener a tu AI resonando por toda la cabaña——— informó mientras caminaba en dirección del sillón y la chimenea.

———¿Dime qué esto no es un sueño?——— suplico aferrándose a los hombros del rubio. Steve sonrió complacido para después sentarse en el sillón aún con el genio en sus brazos.

———Esto es tan real...——— susurró en el cuello del genio mientras bajaba la cremallera del chaleco, su sonrisa se amplió al ver la barriga abultada del genio ———Tan real como el hijo que esperas——— finalizó mientras comenzaba a repartir besos por el cuello del genio mientras acariciaba su vientre.

Los gemidos por parte de Tony no tardaron en hacerse presente, Steve subió una de sus manos hasta los pectorales del genio notando que estos también estaban hinchados a causa del embarazo.

———Eres tan hermoso——— susurró sin dejar de besar y mordisquear el cuello del genio.

———Steve...——— jadeo cuando sintió como el rubio pellizcaba su pezón.

———Tanto tiempo lejos de mí y así es como te pone mi simple tacto——— rió complacido. Sabía que Tony le pertenecía desde el primer momento que estuvieron juntos, lo supo, supo que el cuerpo del genio solo respondería a su tacto.

———Steve... por favor...——— rogó mientras se retorcía en busca de más, en restregar su trasero con el miembro del rubio.

———Esta noche nos divertiremos tanto———

Steve comenzó a deshacerse tanto de la ropa del genio como de la propia, con suma delicadeza lo acostó en el sofá boca arriba y comenzó a repartir besos por todo su cuerpo, en especial en su barriga la acarició y delineó con mucho amor.

———¿Quieres saber qué es?——— preguntó el genio llamando la atención del soldado.

———¿Ya sabes?——— lo cuestionó sorprendido a lo que Tony asintió ———Dime——— se acomodo aun lado del genio mientras lo arropaba con una sábana.

———Es un niño——— respondió, el rostro de Steve se iluminó de inmediato.

Steve abrazo y beso al genio sin dejar de acariciar su barriga. Tony rió feliz, sabía que al rubio le encantaría la noticia y a quién no, a pesar de estar desnudos en la soledad de su nuevo hogar ambos se mantuvieron acurrucados en el sofá contemplando la chimenea y dándose una que otra caricia...

Desde Que Te Conocí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora