Día 21: Postparto

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Steve había sido advertido por la doctora sobre el estado postparto de Tony, al principio no entendía a qué se refería ya cuando ella le explicó más a detalle un escalofrío recorrió su cuerpo, la doctora había sido muy clara con él.

*Flashback*
———Se que lo que le estoy pidiendo, más bien ordenando será muy difícil para usted——— Steve la miró preocupado ———Pero su esposo a entrado en la etapa de Postparto——— prosiguió ———Sígnica que debe descansar y guardar reposo durante 6 semanas———

———¿A que se refiere con eso?——— preguntó el rubio. La doctora suspiró con pesadez.

———Significa que su esposo está en estado de cuarentena——— Steve la miraba confundido ———Que no puede tener relaciones sexuales——— los ojos de Steve se abrieron de par en par ———Por el bien de su esposo le sugiero que no lo hagan——— le suplicó.

———De acuerdo——— dijo con un tono serio. La doctora solo asintió y le sonrió agradecida.
*Fin del Flashback*

Steve gruño molesto su entrepierna dolía y por más duchas frías que tomara no desaparecía, apenas habían pasado dos semanas desde que la doctora le había dicho aquello, pero no podía resistirse al ver lo adorable y caliente que se veía su amado en rol de madre, le fascinaba ver los pechos hinchados del genio, si no fuera por su lactancia los apretará, rió de irá y dolor sus propios pensamientos lo estaban matando.

———¿Steve?——— llamaron del otro lado de la puerta.

———¡Voy!——— respondió el soldado poniéndose una toalla alrededor de su cintura y salir del baño ———¿Sucede algo Beloved?———

———No, solo te quería decir que Johnny se durmió y que ahora tenemos tiempo para nosotros——— dijo con un tono seductor acercándose a su cuerpo semidesnudo. Steve trago grueso.

———Sabes que no podemos hacer nada——— le recordó, pero el genio sonrió más amplio.

———¿Quién habló de penetración?——— aquello fue música para los oídos del rubio.

El cerebro de Steve se desconecto dándole rienda suelta a su lujuria acumulada, tomo al genio y lo cargó como un saco de papas, al llegar a su habitación lo aventó a la cama y sin ninguna pizca de pudor se quitó la toalla dando a demostrar su erección.

Tony abrió sus ojos por la sorpresa, su boca se secó, en automático se arrodillo enfrente del rubio tomando el miembro de este con su manos comenzando a masajear, Steve jadeo ante el tacto y la acción. Tony sonrió perverso para después engullir de una sola estocada el miembro del rubio, empezando de una manera lenta y tortuosa, hasta que Steve lo tomó de la cabeza y comenzó a guiar el vaivén, era brusco y a la vez tan excitante que Tony solo se dejó deshacer por el rubio. Un par de embestidas más bastaron para que Steve se corriera en la boca del genio haciéndolo tragar hasta la última gota de su semilla.

———Eres increíble——— dijo el rubio mientras tomaba al genio entre sus brazos y lo depositaba con cuidado en la cama ———Ahora me toca a mi complacerte——— anunció mientras rasgaba la sudadera y pans del genio dejándolo completamente desnudo.

———¿Por qué siempre tienes que romper mi ropa?——— se quejó.

Steve no respondió solo se acomodó entre sus piernas, inclinándose para besarlo y a la vez rozar su miembro con el de genio, los gemidos por parte de Tony no se hicieron esperar, Steve hizo un camino de besos hasta llegar al pecho del genio, pasó su lengua alrededor de sus pechos hinchados, disfrutando del momento sabiendo que algo mejor estaba por llegar, paso su lengua justo en el pezón del castaño sacando algo de su leche en el proceso, Tony se arqueo un poco ante la acción, sin poder resistirse más Steve metió el pezón en su boca, comenzó a lamerlo y succionarlo sacando aquel delicioso manjar que le había fascinado.

———Ah! Steve...——— gimió el castaño al sentir la deliciosas sensación que Steve le provocaba.

Con su mano libre comenzó a pellizcar el otro pezón del genio haciendo gemir más fuerte y arqueandose. Ambos hombres estaban perdidos en la bruja de la lujuria. Tony estaba más sensible que nunca, aquella simple acción se volvió mil veces mejor, su erección brinco dándole a entender que en cualquier momento se correría.

———¿Steve?——— lo llamó, pero el rubio siguió con su labor ———¡Steve!——— siguió ignorándolo hasta cambiar de pezón.

Tony podía sentir como el orgasmo se iba formando en la base de su miembro, aún no quería correrse, quería esperar a Steve, pero eso no pasó ya que cuando el rubio mordió su pezón gritó el nombre del rubio llegando al tan anhelado clímax. Steve se levantó un poco para verlo mejor y sonrió al ver el desastre que había formado con el castaño, lo tomó de la cintura y lo puso en 4.

———¿Steve?——— lo llamó preocupado el genio.

———Cierra un poco tus piernas y aprietalas——— ordenó, inmediatamente hizo caso y a los pocos segundos Steve estaba metiendo su miembro entre sus piernas rozando con su propio miembro.

Steve empezó con un ritmo lento, gozando cada uno de los gemidos que Tony le regalaba, con el tiempo el ritmo fue aumentando hasta hacerse brusco y rápido. Tony no paraba de jadear, perdiendo por más, le fascinaba que el rubio fuera así de brusco y rudo con él. Steve llevó sus manos hasta los pechos del genio estrujandolos provocando que este jadeaba más fuerte y que la leche comenzará a derramarse, por un momento pensó en dejarlo, pero Tony de lo impidió, así que siguió apretando y embistiendolo con brusquedad. Un par de minutos duraron así ya que ambos llegaron al clímax gritando el nombre del contrario, cayeron rendido en la cama, se sonrieron y besaron para después dejarse llevar por el cansancio...

Desde Que Te Conocí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora