Capitulo 16

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Comencé a despertar poco a poco, mi cabeza dolía, seguía sin mirar nada y mi respiración comenzó a acelerarse, sentía algo encima, entonces imaginé que me estaban tapando la cara con algo, y mis sospechas fueron confirmadas, cuando comencé a escuchar pasos, y de un manotazo me quitaron lo que llevaba.

Estaba tan asustada, que no quise abrir los ojos, pero no sé de dónde saqué fuerzas y lo hice.

Ojalá no lo hubiera hecho, ojalá esto fuera una pesadilla, ojalá...

Lo primero que vi fue a Darla, aunque mi vista era borrosa, supe que era ella, a pesar de que estaba irreconocible, yo sabía que era ella.

Mi niña, estaba golpeada, sujeta de las manos con cadenas, Sus ojos llorosos, me miraba... o eso creía, hasta que si vista se desvió un poco hacia arriba y fue cuando yo sentí una presencia detrás de mí.

-Lamento traerte hasta aquí de esa manera mi Reyna, es solo que tu peón no nos dejó de la manera fácil.

Esa voz... esa sí que la conocía, y no era recuerdo, la conocía de verdad, estaba aquí, pero como...

-Pero tranquila, ya me he encargado de el- dijo mientras sentí como caminaba hasta quedar delante de mí.

Si era el...

¿Pero de quien hablaba?   ¿Quién era mi peón?   ¿Qué habían hecho con él?

-Y sobre Darla, te dije que la vigilaría de cerca, y aquí esta, justo frente a ti, perdona las condiciones en las que la tenemos, es solo que ella de verdad te aprecia, y no nos ha querido decir lo que sabe...

¿Qué es lo que sabe D...

-Si, ella sabe algo de ti, te escucho en una de tus pesadillas, y necesito saberlo, porque debe existir una razón por la que me hayas abandonado princesa, después de lo que hice por ti...- dijo como si pudiera leer la mente y con expresión fingida de dolor.

-No sé de qué estás hablando- dije mientras intenté levantarme, pero mis pies estaban sujetos a la silla.

-Oh claro, olvidaba tu trastorno- puso sus manos en mis hombros y se acercó a mi oído.

-Pero yo no tengo tal trastorno, así que tranquila, que sé que pronto recordaras y volveremos a estar juntos mi Reyna- al terminar de hablar, beso mi cuello y se alejó de nuevo.

De repente, como si él lo estuviera esperando, la pregunta salió sin que pudiera detenerla...

- ¿Yo la mate? ¿Yo mate a mi hermana?

Su sonrisa torcida me dijo a gritos que sí, pero después...

-Pero no te des el crédito preciosa, no eres tan brillante como... yo

El...la había matado...

Y como si nada, todo se aclaró...

Ese día...

Esa desgracia...

Mariel...

Ellos...

Mis gritos...

El...










Ariel ¿Esto Es Real?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora