Ariel ¿Esto Es Real?

Capítulo Final.

Grey estaba recargado en un lado de la puerta, haciendo girar una daga y con su sonrisa, esa sonrisa que comenzaba a extrañar.

Kim fue la primera en ir hacia él, y toda la guerra comenzó, me gustaría poder explicarles lo que paso, pero sinceramente, quería sacar a Darla y Mariel de aquí, tome a Darla con fuerza y la levante, caminando con ella lo más rápido que podía moverse, mi miedo se apoderaba de mí, pero un presentimiento de que Grey estaría bien me hizo continuar.

-Es por aquí- me dijo Darla, yo sin saber a dónde nos dirigíamos le hice caso.

Cruzamos por un largo pasillo oscuro, pero con poca luz en algunas partes, para ser exactos, solo encima de varias puertas, no tenía idea de que era este lugar, pero, aunque el cansancio comenzaba a apoderarse de mí, continuamos.

- ¿Hacia dónde vamos Darla? - no pude evitar preguntar.

-Ahí, en esa última puerta, ahí está...

Baje a Darla un poco y me dirigí hacia donde ella me había indicado, al entrar lo primero que vi fue oscuridad, pero con luz en el centro, en el que estaba ella, Mariel estaba cabizbaja, sujeta de manos y pies a una silla, el frio comenzaba a sentirse, trate de hacer mi miedo a un lado, pero el simple hecho de saber que ella está aquí por mi culpa, mis manos comenzaron a temblar, mi vista se comenzó a poner borrosa, cerré mis ojos y con una gran respiración logre armarme de valor, fui hacia ella y al escuchar mis pasos levanto su mirada hacia mí, y lo único que pude ver en ella es que estaba rendida, no había ni un poco de esperanza en sus ojos, sus labios comenzaban a ponerse morados, resecos...

-Por favor, Ariel, no más, de verdad te pido perdón, pero esto no es lo que te hice yo, esto no se compara en nada, por favor, si vas a seguir lastimándome, mejor termina con todo esto de una vez- hasta su voz comenzaba a ir lento y entrecortada.

-Lo siento mucho Mar, de verdad, nunca fue mi intención hacerte esto, prometo explicarte todo después, pero por ahora, debo sacarlas de aquí, lo siento de verdad- mis lagrimas cada vez eran más, pero mi deseo de sacarlas con bien de aquí eran más grandes.

La solté lo más rápido que pude de la silla, tomé su rostro con cuidado, como si su cara fuera un cristal, mientras su mirada era confusión y dolor, yo solo sentía culpabilidad.

-Vámonos ¿sí?

Ella asintió lentamente y sin más, la tome y salimos de ahí.

Cuando estaba tratando de levantar a Darla, el sonido de pasos me hizo detenerme bruscamente, con miedo decidí caminar un poco, con pasos lentos pero decididos, preparada para cualquier cosa que pudiera pasar, la voz de Grey me dio tranquilidad.

-Ari, ¿Estas por aquí?

-Si- grite.

Cuando pude verlo corrí hacia él, brinqué sobre él, comenzó a dar vueltas y a sonreír, mis lagrimas cayeron, pero esta vez de felicidad, aunque no duro mucho.

Grey dejo de dar vueltas, dejo de sostenerme, y su cara de dolor me asusto, él estaba detrás de Grey, con un cuchillo en su espalda, el hombre estaba golpeado, pero eso no evitaba que mi miedo creciera aún más.

-Corre Ari- fue lo último que pude escuchar de los labios de Grey, porque el cayó al suelo, sangre salía de su boca.

Corrí, corrí lo más rápido que pude, pero él pudo alcanzarme, me sostuvo del cabello, solté un chillido de dolor, pero el me hizo mantener la mirada fija en las dos personas que tenía enfrente, Darla estaba muriendo, sus ojos comenzaban a cerrarse, pero antes, ella me miro, me miro con ojos cristalizados por las lágrimas que no dejaba salir, mis recuerdos con ella regresaron y sentía que mi corazón se rompía en mil pedazos, Darla cayo al piso, quedando al lado de Mariel, quien ya sin duda alguna, había perdido la vida, estaba en muy mal estado, el haber estado en ese cuarto tan helado le quito todas las fuerzas, ella no pudo vivir más, y yo... yo le había arrebatado la vida, sus ojos quedaron abiertos, mirándome, una pequeña lagrima salió antes de que ella se fuera para siempre y no pude más, cerré mis ojos, sin ninguna vergüenza, caí al suelo, estaba derrotada, no podía con esto, mis dos personas favoritas, ahora estaban muertas, mi hermana, estaba sin vida frente a mí, y yo era la culpable, todo por mi sed de venganza.

-Era tu hermana...- lo dije entre llanto.

-Tú lo has dicho, lo era- dijo Derek, el mismo hombre que había matado a mi mejor amiga, a su hermana, a Grey. 

Derek, con esos chinos que me daban esperanza de que Darla estuviera viva, ya que eran como los de ella, sus ojos, parecidos a los de ella, me hacían sentirla cerca, me daban paz, ahora estaba frente a mí, con sangre en su cara, con su sonrisa sádica, con su mirada aterrante, que me decía a gritos que él había ganado, y cuando mi mente también me repetía que él había ganado, algo paso...

Ahora era el, era Derek quien estaba en el piso, escupiendo sangre, gimiendo de dolor, era el quien estaba debajo de mi ahora, era yo quien podía pisotearlo, mis lagrimas dejaron de caer cuando mi enojo se apodero de mí, me hinque, me acerque a él y sin saber cómo había llegado el aquí, le susurre en su oído...

-Desde cuando el peón derrota a la reina- mi sonrisa se engancho, levantándome lentamente sin separar mi vista de él, hasta verlo muerto.

Comencé a caminar por ese largo pasillo, sintiendo victoria y a la vez derrota, había perdido a las únicas personas que siempre estuvieron para mí, habían muerto frente a mí, y yo sin poder hacer nada, había aprendido que la venganza no te lleva a nada bueno, pero lo había entendido tarde, ahora también había perdido a mi hermana, a la misma que busqué todo este tiempo.

Me di cuenta de que todos nos van a lastimar, pero que debemos ser conscientes y decidir por quienes vale la pena sufrir.

-Siempre estarán en mi corazón- susurre

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Y de tal manera mi cabeza soñó despierta- dijo Ariel mientras le contaba su sueño loco a la psicóloga.

Nota:

Por fin, por fin puedo decir que mi libro ha llegado a su fin, puedo agradecer a todos los que se quedaron y me acompañaron en esta aventura, de verdad no puedo explicarles lo que siento, después de un largo año, por fin Ariel ha llegado a su final.

Gracias infinitas por quedarte, gracias por los comentarios, los votos, gracias por tomar un poco de tu tiempo para leerlo.

Espero algún día vuelvas a leer mi libro, y si es así...

Cuando lo hagas te preguntaras: ¿Como me pude creer que fuera una historia real?