Prólogo

235 36 15
                                    

-Phi ¿Me lees un cuento?- preguntaba un pequeño niño de ocho años al adolescente de catorce sentado en el sofá.

-Claro que si pequeño ¿Puedes escoger el cuento que más te guste?- respondió y preguntó él, mirándolo antento percibiendo entre su mirada el estado lastimero en el que el niño apareció otra vez ante él. -Tu Phi irá a traer el botiquín de primeros auxilios para curar tus heridas.- dijo alicaído acariciando con cariño la cabellera azabache del niño y luego poniéndose de pie en busca del botiquín.

-Si puedo- el niño respondió alegre acercándose al amplio estante repleto de libros de fantasías, misterios, romance, entre otros que su Phi tenía. -señor Thai Thai, es difícil escoger un solo cuento.- habló entristecido con su conejo blanco de peluche que entre sus magulladas manos tenía.

Su indecisión lo ponía nervioso, temía que su demora y que cuando el joven llegará le gritara como su padre siempre lo hacía o mucho peor, lo golpeara, como también su padre hacia cada que no hacía bien las cosas y ahora temía la reacción de su Phi y todo por no haber escogido un libro. Temía por él. Temía por su conejito, su único amigo.

En un rinconcito al lado de la repisa se agachó haciéndose bolita escondiendo su cuerpo, y sobre todo a Thai Thai entre el pequeño hueco de sus piernas, temblaba aterrorizado, sus lágrimas caían de a poco. La imagen aterradora de su papá apareció en su cabeza.

-Papá no...- hipo bajito con voz trémula. -No me golpeé papá, Thai Thai tiene miedo.

-Code ¿Escogiste el cuento?- preguntó Jeff entrando a la habitación con el botiquín en sus manos. -¿Code?- volvió a preguntar, pero esta vez con preocupación. El botiquín fue dejado a un lado y él con apuro se acercó donde el pequeño niño se encontraba. -Code ¿Qué sucedió? ¿Por qué lloras?- dijo Jeff acercando su mano al escondido diminuto cuerpo de barcode.

El niño tembló ante el delicado toque de la mano de su Phi contra su cabeza, solo era una cariñosa caricia en su cabeza, no era un golpe.

-T-tengo... Thai Thai tiene miedo- dijo code señalando al conejito escondido -Thai Thai pensó que Phi se molestaría con él y le gritaría.- confesó con temor el menor.

-¿Por qué piensa eso Thai Thai?- dijo Jeff, sabiendo que el niño se refería así mismo como el conejo.

-Porque no escogimos un cuento.- confesó con temor.

-Code... Digo Thai Thai, Phi no se molestaría por eso.- habló Jeff sonriendo con ternura al niño que por fin lo miraba.

-¿De verdad?- preguntó aún no muy convencido.

-De verdad- afirmó Jeff -Así que Thai Thai no debes de temer, tu Phi nunca se molestaría contigo.-

Solo con eso Barcode se sintió mejor, era verdad, su Phi era distinto, el no lo lastimaria como su padre lo hacía, el nunca lo golpearía o insultaría como aquel hombre lo hacía, Jeff era su único sitio seguro.

-Thai Thai le cree y yo también.- dijo tranquilo con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro, su diminuto cuerpo se acercaba con lentitud hacia Jeff para abrazarlo. Abrazó que fue correspondido al instante por el más grande. Jeff cargo a code entre sus brazos, caminando con él hasta el sofá donde al inicio se encontraba.

-Code, sanaremós tus heridas.- dijo Jeff dejando al niño un rato para traer el botiquín que se encontraba tirado en el suelo.

Jeff trato con mucho cuidado las heridas del pequeño moreno quién volvía a llorar, pero esta vez por el ardor del antiséptico.

-Solo aguanta un poquito más.- suplicó Jeff, era doloroso para él ver así al menor. Al terminar de limpiarlo y desinfectar las heridas de sus rodillas, brazos, manos y hasta parte de la espalda Jeff aplicó un crema en cada una de ellas. -Eres valiente code.- dijo Jeff besando la frente del niño y la del conejo como era costumbre.

-Soy valiente.- afirmó Barcode con una gran sonrisa.

-Lo eres.- afirmó él.

-Phi, ¿Me lees un cuento?.

Con la misma pregunta con la que un día apareció el niño, la misma pregunta que había iniciado todo, con la misma pregunta que a lo largo de su vida ansiaba escuchar. Jeff solo acepto leerle un cuento a su nuevo vecino por aburrimiento, un niño de profundos ojos cafés, de una tristeza inimaginable y sobre todo un gran sufrimiento en su corazón, sin saber en lo que el niño pasaba y al mismo tiempo involucrandosé en su vida. Jeff terminaría contando su propio cuento un cuento de sufrimiento, penas, dolores y quizás en un sueño un final feliz para los protagonistas de ese cuento.

NO IMPORTA LA DISTANCIA, NI EL TIEMPO, NI LA EDAD tu Phi siempre estará contigo.


------ -- ---------- - --- -

Buenos días, tardes, noches o a la hora que ustedes estén leyendo esto.

Bueno he aparecido con otra historia. Sii :D la verdad no sé ni qué hago.

Antes que nada deseo aclarar algo, que en está historia se leerán partes de violencia familiar hacia un menor, un suicidio, descuido infantil y una "posible" violación, (no, descuiden no creo que eso último llegue a pasar ojalá y no, porque yo me mataría si eso pasa). Agh estoy mal de la cabeza como para andar haciendo esto :'((

Bueno eso sería todo.

Oye Phi ¿Me lees un cuento?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora