David platicaba animadamente con Esther, le parecía una chica impresionante, animada, instantánea, contemporánea. A pesar de su diagnóstico nada favorable se le hacia una hermosura de persona. Aquellos labios carnosos, aquel cabello frondoso, aquel color tostado de su piel, y esos ojos, unos almendrados casi azules que le enloquecían. Intentaba disimularlo, pero para el nombre no le era nada fácil hacerlo, la sonrisa tonta se le salía por cualquier comentario de la misma.
Esther: ¿David seguro estas bien? -El hombre despertó de su admiración y sonrió de nuevo, era la forma de proteger su evidente impresión- Deberías ir a dormir. Ya has tomado demasiado. Bueno... -Se corrigió de inmediato, ella misma notaba que ya su coordinación no estaba tan normal- Hemos bebido demasiado jejeje
David: hehehehe!! No.... Yo estoy bien, sigamos aquí platicando -Insistía en seguir en su compañía.
Esther: No, ya es suficiente David... Emmmm ¿no te molesta que te llame así? ¿O debo decirte Doctor Di Stefano? -El hombre arrugo su cara al escuchar aquella frase.
David: Dime David, ya eres una amiga. Mi hermano me ha hablado maravillas de ti, de tu hermanita menor. Te siento como parte de la familia. No es necesario tanto formalismo -Y es que así lo sentía.
Desde que su cuñada y su hermano le platicaron de ella sintió aquella conexión que le exigía conocer a su nuevo paciente, al principio se convenció que solo era porque quería ayudarla, tenía la manera de hacerlo, pero luego de verla, de impactarse con aquella estallada figura y aquel enrulado cabello comprendió que más que eso sintió admiración. El buscaba una mujer fuerte de carácter, luchadora y decidida y en Esther encontró eso y más. El no quería ser llamado doctor por ella, él quería si era posible escuchar de sus labios un "mi amor" o "cariño". Pobre David. El mismo se daba cuenta que había perdido la cordura, pero así era el amor, impredecible e ilógico. Nace donde menos lo crees y muere donde menos lo piensas.
Esther: Es que siento que es una falta de respeto. Es alguien tan importante y reconocido. Yo apenas... -La mano imprudente de David toco aquellos labios que lucían un color rosa claro.
David: Melocotón -Esther levanto sus cejas sin retirar la mano del joven David- El color que usas de labial me recuerda a esa fruta. Una que me gusta. Es mi favorita. Me gusta en pastel y en dulce. Pero lamentablemente no tengo tiempo de degustarla -Esther quería reírse pero evitaba hacerlo, supuso que el alcohol en el ya era demasiado y comenzaba a decir estupideces- Esther... ¿Qué edad tienes? -La mujer cambio el rostro risueño a uno extrañado.
Esther: Tengo 29 ¿Esto es para mi historial médico? -Pregunto con curiosidad, aquella seriedad parecía más la de su doctor que la de un hombre.
David: No, eso lo hare el día de pasado mañana. No estoy en mi clínica -Le aseguro observándola fijamente, cosa que la ponía nerviosa.
Anteriormente no había notado lo atractivo que se veía, pero aquella pequeña barba que comenzaba a salir y aquellos ojos profundos la hipnotizaban.
Esther: ¿Entonces para que pregunta mi edad? -Le dice ya perdida de la situación, ¿Qué tenía que ver sus labios con los melocotones y su edad?
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Raison D'etre
Romance"NO IMPORTA CUÁNTO CAMBIES, ESTÁS BIEN COMO ESTAS AHORA" [[Código de registro en Safe Creative]] [[1507064573352]] Raison D'etre Significa "Razón de Ser" Amar sin tener el valor de confesarse es la carga más dura que se puede llevar sobre los...