Raison D'etre

CAPITULO 14: La preeminencia del amor.

Gracias a Lorena Espina por esa linda portada que me hizo ^^

Allí estaba Esther sonriendo mientras veía hacia la ventana, su rostro angelical parecía calmado, relajado pero ido, entro sin pedir permiso y su presencia atrajo la atención de la chica la cual le observo algo sonrojada.

David: ¿Cómo te sientes? -Camino a un lado de la cama tomando el pequeño historial que le habían hecho- Tienes la tensión bien, así que no hay problemas...

Esther: Es lo menos que me preocupa -Voltio su rostro al ventanal- Mira un pequeño nido de paloma.

David: Si, es estas ventanas, lejos del sol y del peligro ellas acostumbran a poner sus huevos -Le dijo sentándose a un lado de la cama tomando su mano, la chica al sentir el contacto volteo al verlo- Solo tomo tu pulso.

Esther: Sigo viva si eso es lo que quieres comprobar.

David: Ya deja esa actitud deprimente, si sigues así empeoraras, necesitas estar fuerte, positiva para cuando iniciemos los tratamientos y las quimi...

Esther: No quiero seguirlas, estoy cansada -Las lágrimas salían de sus ojos- Me hacen sentir inútil, mal... Tampoco quiero cortar mi cabello -Y David tomo el rostro de la mujer.

David: Pero será necesario, Sia te necesita a su lado y lo sabes y para eso necesitas recuperarte, necesitas hacerte los tratamientos.

Esther: Ella esta adulta y con suerte tiene a Tom a su lado, ¿qué esperanza me queda a mí?

David: Yo -Aquella confesión dejo asustada a la mujer- Dicen que el amor es así, incompresible y yo siento que lo nuestro es un amor para la historia, lo sé, cada memoria nos marcara la vida eterna, solo permíteme vivirla -Casi le suplico el hombre.

Esther: No David... No tengas esperanzas en mí, no te enamores de mi -En ese momento iba a entrar la doctora Cindy pero escuchar aquellas palabras le paralizo la intención.

David: No me importa sufrir si es a tu lado Esther, no es justo que lo hagas sola, déjame estar a tu lado solo eso te pido -Soltó su mano para acercarse a sus labios y besarlos, aquellos ojos tristes y soñadores que tanto amaba le dolían en el alma, cerraron sus ojos y se dejaron llevar por esos sentimientos que ya habían emergido de su interior.

Cindy se alejó de la habitación para darle espacio a la pareja, cuando llego a emergencia se sentó en su escritorio y no pudo evitar soltar algunas lágrimas, tenía años enamorada de aquel moreno doctor pero este nunca se permitió conocer a nadie y ella con tal de tener su amistad lo había callado y así lo seguiría haciendo, no podía romper la confianza que se tenían, la amistad que había logrado tener con él, aquella cercanía al menos era un premio para ella, si él era feliz con ella y ella tenía la oportunidad de ser feliz en aquella situación entonces ella le desearía lo mejor a ambos y lucharía a su lado para curarla, se lo debía a él para que entonces así fuera feliz, limpio sus lágrimas con pesar y observo aquella foto que tenía en su teléfono donde estaban los dos en una reunión de las que hacían mensual en el centro, estaban abrazados y sonriendo como los dos grandes amigos que eran.

Dra. Cindy: Y eso seremos por siempre te lo juro amor mío, mejores amigos hasta que Dios me quite la vida -Beso la pantalla para guardarla y esperar a su próximo paciente, ella a diferencia de muchas personas que odian a los que tienen la suerte de tener lo que no pueden tener, ella agradecía el ver feliz a aquello que jamás tendrá.

David se separó de la mujer y suspiro tristeza.

David: Tenía miedo.

Esther: Y yo, moría por verte -Le confeso ella.