CAPITULO 11: Viva el amor.

147 21 4
                                    

Thomas no podía dar crédito a lo que escuchaba de su hermana, si Marielle estaba tan mal económicamente porque había optado por actuar de esa forma, comprendía el desespero, el lo había vivido en sus últimos años pero aun así no podía comprender los actos de ella, desde siempre habían tenido una gran amistad, porque no simplemente pedirle un préstamo o un favor, el seguía sentado sobre aquel mueble color crema con bordado en dorado.

Emma: Se que es muy confuso todo esto Tom, pero créeme que así son las cosas. Di Stefano localizo una deuda de su parte y la estuvo investigando. Si no la paga perderá la cafetería -Tom levanto su rostro luego de mucho, en sus ojos se podían ver reflejado el dolor de aquella noticia, muy a pesar de que su vista se encontraba perdida.

Thomas: Pero yo pude... Nosotros... -Seguía sin creer todo lo que su hermana le exponía.

Emma: Lo sé Tom, pero algo me hace pensar que el plan de Marielle no solo era salvar su cafetería -Tom volvía a bajar su rostro, se veía deprimido- Supongo que luego de pagar aquella deuda necesitaría de mucha capital para que las puertas del negocio siguieran abiertas y por supuesto proseguir con el lujo con el que acostumbraba a vivir... -Observaba el estado de su hermano, no quería lastimarlo pero debía decirle lo que ella como mujer pensaba- Es difícil salir de una deuda contrayendo otra, así que imagino que lo mejor para ella era usar aquel amor...

Thomas: Y yo era el estúpido enamorado que la ayudaría -En esos momentos Tom maldecía tener aquella herencia, nunca la había querido y luego del accidente no le quedo mas opción que depender de ella y de los negocios familiares. Se levanto de su sitio y se dirigió a las escaleras seguido por Emma- Ve por Sarah... Esto es demasiado.

Emma: Eso hare Tom... ¿Tu que harás? -Estaba asustada por la tranquilidad que veía en el.

Thomas: Iré a mi habitación. Las esperare allí y hablaremos con Marielle. -Suspiro con pesadez- Actuó como una niña pero no la juzgare. Solo deseo paz en medio de toda esta mierda.

Emma lo dejo subir mientras intentaba meditar mejor las cosas, fue por Sarah la cual no estaba muy feliz de ser levantada tan temprano. Luego de unos minutos estaban las tres mujeres convocadas y Tom en la sala. Era el momento de confrontar los hechos, el estaba gustoso de hacerlo.

Por otro lado Sia había terminado el desayuno, les había avisado y todos llegaron al acuerdo de comer a las 8 en punto. Había notado lo tenso que estaban todos así que no interrumpió más y fue a darse una ducha. Su hermana aun no llegaba y le pareció muy extraño que no durmiera con ella.

Una vez en la ducha dejo ir todo el estrés que sentía el ver a Thomas tan serio, ella sabía que algo había sucedió y deseaba que no afectara su futuro con él, porque eso deseaba más que nada, tener un futuro con su amado Tom. Dejo caer el agua tibia por su pequeño y delicado cuerpo mientras observaba la hermosa losa rosada que tapizaba el baño. Era hermoso. Aquella mansión era muy hermosa.

Esther por su parte no había dormido muy bien vigilando el sueño de David, pero ya en la mañana no pudo más y se quedo dormida en un sillón que estaba al lado derecho de la cama. David abrió sus ojos y pudo verla descansar. Una sonrisa fue moldeada por sus labios y no pudo evitar querer levantarse, cosa que había sido una mala idea, de inmediato los estragos de alcohol se hicieron presentes haciéndolo caer de una a su almohada. Un dolor terrible molestaba su cabeza y ni contar el mareo que tenia, sentía que en cualquier momento volvería a vomitar. Intento pensar en que cosas había hecho y entonces cada una de las imágenes apareció en su mente sin ningún orden en específico.

Observo a Esther apenado, por dios, de todas las cosas que pudo hacer la que más le enojo fue haber vomitado sobre aquella grandiosa y hermosa mujer, porque así la veía, como una bella dama que necesitaba de un príncipe azul que la rescatase. Negó con su rostro para así tomar el valor de levantarse e ir al baño, un baño tibio bajaría todo aquel malestar. Lo logro con mucha dificultad y se juro a sí mismo no volver a beber desenfrenadamente.

Raison D'etreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora