Capítulo 7

51 5 0
                                    

Estaba completamente fatigada. El viaje en avión había sido demasiado pesado para mí mientras que para mi hija había sido divertido. Había sido su segundo viaje en avión y no había dejado de mirar por la ventanilla y buscar formas en las lejanas nubes. Dejé las maletas en un rincón de la habitación y me tiré a la cama mientras mi hija no dejaba de saltar, correr y gritar de un lado para otro, totalmente extasiada. Reí. Tomé mi móvil en la mano y avisé a Elizabeth para que viniese a buscarnos. Iríamos a la piscina. Ya habría tiempo de descansar a la noche. Me levanté de la cama y busqué nuestra ropa de baño en nuestro equipaje. Nos cambiamos justo a tiempo porque, cuando terminamos, mi castaña amiga me estaba llamando para decirme que estaba fuera del hotel. Sonreí.

̶  Vayamos a ver a tita Elizabeth. –le dije a mi hija extendiendo mi mano para que la tomase.

̶  ¡Sí! –gritó eufórica.

Si no fuera porque era imposible que Regina y yo concibiéramos hijos de manera natural, juraría que Loreen era su hija biológica completamente. Aseguraría que tenía más parecido con ella que conmigo. El mismo rostro angelical, el mismo color de pelo, sus gestos y la misma energía. Negué, sonriendo. Salimos del hotel y vimos a Elizabeth recargada en su auto aguardando por nosotras. Cuando mi hija la vio, salió corriendo hacia ella y viceversa.

̶  Auntie! –exclamó extasiada.

̶  Hello, sweetheart! –la saludó una vez que la tuvo en brazos– How are you? Did you enjoy the travel?

̶  Yes, I did! –la dejó en el suelo.

̶  Gabri... –me llamó dulcemente mientras me daba un apretado abrazo.

̶  Hi, Eli. –se lo devolví– Are you ready to have fun? –pregunté a ambas después de separarme de ella.

̶  Yes! –vociferaron al unísono, alzando sus puños.

̶  So, let's go!

Colocamos a mi hija en el auto, en una de las sillitas que Elizabeth usaba para sus hijos, y nos dirigimos a la piscina, donde la familia de mi castaña amiga nos esperaba. Era una buena idea para que Loreen se relacionase con otros niños a la vez que jugaba con los niños de Elizabeth. Ella decía que eran sus primos y lo cierto es que actuaban como tal. A pesar de que sus hijos eran tres años mayores, cuidaban los unos de los otros y se querían mucho. Eso me llenaba de orgullo y satisfacción. Durante el trayecto, mi hija no dejó de parlotear con mi castaña amiga. Al llegar, sus primos, Santiago y Rubén, corrieron hacia ella dando gritos mientras la abrazaban. Le tuve que poner la protección solar rápidamente porque mi pequeña terremoto quería ir a la piscina a nadar. Gracias al cielo, si seguía con esa energía, a la noche dormiría sin despertarse. Reí. Elizabeth y su marido, Fran, fueron a la piscina con todos los niños para dejarme a mí descansar un poco. Me dejé caer en una de las tumbonas bajo una sombrilla y me relajé. Sonreí. Por primera vez, en mucho tiempo, sonreía sinceramente sin tener que fingir. Observé a Loreen divertirse con todos ellos. Había venido a divertirme y a recuperar el tiempo perdido con mi hija, no a quedarme en una tumbona. Me puse en pie, me quité la camiseta y el pantaloncito y me dirigí al borde de la piscina. Mi hija me vio y comenzó a llamarme. Estaba por lanzarme a la piscina cuando alguien resbaló y cayó a mi lado.

̶  Shit! –exclamó el chico.

̶  Heavens! Are you okay? –le pregunté mientras lo ayudaba a ponerse en pie.

̶  Yes, I am. It's really slippery there. –se sobó el trasero– Don't you think that it's the most original way to meet someone? –me preguntó. Parpadeé varias veces antes de romper a reír.

̶  Original, shameful and painful. –le dije– Sure you are okay?

̶  Yes, yes. Thank you. I'm David. Nice to meet you. –me tendió la mano.

Pasado, presente y futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora