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|01|Amantes

Lentamente; entre murmullos y maldiciones sus piernas se enredaban en medio de las desordenadas sabanas verdes de su cama. La suave melodía de Lights are on, lo despertó de su maravilloso sueño. Pesadamente empezó a parpadear intentando aclarar un poco su jodida visión. Tomó asiento en medio de su cama sintiendo el calambre en sus piernas –cuales parecían no querer despertarse– al igual que punzada en la parte baja de su espalda.

–Jodete Scorfano –gruñó entre el sueño.

Talló con fuerza su rostro en un intento de despertarse. Él mismo sabia que hacerlo un domingo era terrible idea, pero...tanto tiempo sin estar con su supuesto "mejor amigo"; lo inquietaba y más cuando ese idiota podía acostarse con cualquiera que se le antoje. Era el único universitario de los cinco edificios que lograba hacer dudar la sexualidad de un hetero. El maldito incluso se había acostado con varios maestros.

Exhaló exhausto y estiro su brazo para apagar la canción; notando de primera que Alberto cambio –de nuevo– su fondo de pantalla. Rápidamente tomo sus anteojos de la misma mesita de noche para notar que esta vez puso una selfie de ambos en la cama, Alberto sonriente y él dormido en su pecho con la mano de su amante en su espalda baja. Con una sonrisa negó ante las idioteces del mayor.

No era ninguna sorpresa despertar solo en la cama; los dos no podían ser vistos juntos ni siquiera como amigos. Alberto escapaba de su habitación a primera hora antes que los empleados llegaran a su casa. La única que los ha atrapado y con suerte ocultaba su secreto era su cocinera personal que era la primera en llegar para tener listo el desayuno...y sus medicamentos.

Suspiró pesado en lo que tomaba asiento en el borde de la cama, con la sabana envolviendo su cintura busco por el suelo su ropa interior, pero lo único que encontraba era las tres envolturas de anticonceptivos que utilizaron la noche anterior. Tenía suerte que él aprendiera a tirar los condones usados al cesto; más de una ocasión su madre casi lo descubre por eso.

Al no hallar su bóxer, no tuvo de otra que envolver su cuerpo en la sabana para irse a su baño a darse una larga y relajante ducha antes de que sus clases iniciaran, y de nuevo tendría que fingir odiar a Alberto.

La universidad principal de Portorosso estaba dividida en cinco universidades esparcidas al alrededor de toda la ciudad: Centro, Nord, Est, Sud y Ovest. Las cinco se especializaban en cada ámbito, siendo que él iba en el segundo año en el Ovest que se dedicaba a las ciencias y tecnología mientras que el Nord –donde estudiaba Alberto– era la universidad de la cultura y el arte. Dos mundos completamente distintos y dos enemigos que se odiaban a muerte. Entre las cinco universidades había una gran rivalidad entre el norte y oeste. Ovest se ganó el odio de su enemigo natural al robarles año tras año los fondos educativos que tanto esfuerzo intentaban conseguir los del norte. Con la excusa barata que las ciencias eran mucho más importante que pintar paisajes o arte sin sentido; cosa que se ganó el odio de todos los jóvenes artistas. Los del Nord no se quedaron con los brazos cruzados y en menos de un año consiguieron que su universidad se ganara todas las becas educativas a las mejores calificaciones dejando sin ninguna a los del oeste. Eso fue el inicio de las discusiones que se convirtieron en competencias y bromas pesadas como creativas por parte de los artistas que los llamaban nerd vírgenes y los de su universidad los llamaban drogadictos sin futuro. Ambas universidades peleaban en deportes, fondos e inteligencia para gritarles quien era el mejor e ignorando a las otras tres universidades que eran pacíficas y ajenas a todo ese lio.

Entre toda esa pelea se encontraban Alberto y Luca; los dos eran capitanes del equipo de natación de sus respetivas universidades. Ninguna otra universidad podía llegar a alcanzar aquel par de nadadores profesionales. Muchos creían que ambos eran enemigos a muerte, siendo de personalidades tan distintas: un nerd a que toda su facultad le hacia la vida imposible y el otro un maldito mujeriego sin vergüenza alguna.

Aquel chico de las hortensias || Luberto ||PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora