capítulo dos.

2.9K 382 86
                                    

Las primeras horas de clases terminaron, ahora se estaban dirigiendo al comedor para tomar su receso con los chicos.

MinHo, JiSung, SeungMin y HyunJin hablaban y reían, mientras comían, mientras que Felix estaba perdido en su pensamientos, mirando la escena que tenía al frente de él.

Ya podía escuchar a su Omega lloriquear.

Chris estaba con su grupo de amigos, YeonJun, SooBin, Irene, SeulGi, ChangBin, JeongIn - chico de intercambio - y SooYoung, quien claramente no era parte del grupo solo se metió.

Irene y SeulGi eran pareja al igual que YeonJun y SooBin.

ChangBin y JeongIn se notaba desde lejos que se gustaban pero eran muy torpes para darse cuenta.

Se llevaba con todos los de ahí menos con SooYoung, obviamente

La Omega pelirroja estaba sentada en el regazo del Alfa, dejando besitos en su mentón, mientras que Chris estaba hablando con sus amigos.

Como quisiera él poder estar ahí y no ella.

Gruñe por lo bajo pero ganado la atención de todos sus amigos.

— Hey Felix, ¿qué pasa? — Preguntó HyunJin con el ceño fruncido.

— Nada — Les respondió con una sonrisa nerviosa.

— ¿Seguro? — Pregunta esta vez SeungMin con el ceño fruncido.

— Si chicos no se preocupen, ahora iré al baño — Les respondió.

Y sin más, guardó sus cosas y salió del comedor, dejando a sus amigos confundidos, también pudo sentir la mirada de Chris pero no le importo, porque si volteaba a verlo de seguro empezaría a llorar.

Cuando llegó al baño, dejó su mochila a un costado y se permitió soltar un poco de lagrimas.

Era muy cansado tratar de fingir que era feliz

Dar sonrisas falsas cuando por dentro era todo un martirio.

Sabía que tal vez sus sentimientos nunca iban a ser correspondidos, su Omega también poco a poco lo sabía y dolía como el infierno.

¿Por qué él no puede ser el Omega de Chris? ¿Por qué no podía ser un Omega bonito como SooYoung? ¿Por qué tuvo que enamorarse de Chris?

Estaba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta que otra persona había entrado al baño, pero cuando se dio cuenta fue cuando escuchó que le ponían seguro a la puerta.

Vio al culpable de eso.

Jeong YunHo, el maldito Alfa que decía que él era su Omega.

Vaya mierda

— Omega, ¿qué haces aquí? — Le pregunto soltado sus feromonas, haciendo que simplemente Felix tuviera asco.

— No me llames así — Gruño desafiante, sacándole el dedo medio.

— Respeta a tu Alfa, Omega insolente — Se acerco rápido a él, agarrándolo de su mentón y acorralándolo en una esquina del baño, empezó a oler su cuello haciendo que este se empezara asustar.

— ¡Suéltame YunHo! — Le gritó mientras trataba de empujarlo claramente no logrando nada.

— Tu pequeña puta, te enseñaré respetar a tu Alfa — Le dijo con una sonrisa maliciosa.

Lo volteo haciendo que el Omega soltara un chillido asustado, hizo que su cara quedara pegada a la pared, agarró las manos de Felix inmovilizándolo.

— ¿Qué pensarías, si ahora mismo te marco? — Le dijo en su oído, causándole escalofríos.

— YunHo su-suéltame por favor — Le habló con voz temblorosa, soltando feromonas de miedo.

— Ya no eres tan valiente ¿verdad? — Se burló — ¿Qué pensaría Bang, si viera mi marca aquí? — Pasó su lengua por su cuello.

— ¡YunHo basta! — Le gritó forcejeando para que lo soltara, solo ganado se que el Alfa lo agarra con más fuerza, soltando un quejido de dolor.

— Ahora mismo te haré mío y sabrás a quién le perteneces, pequeña zorra — Le dijo mientras en un rápido movimiento lo tumbó en el piso, mientras intentaba bajarle el pantalón.

Felix había entrado en pánico, lo iban a abusar, trataba de pedir ayuda mediante gritos.

— ¡Ayuda! ¡Chris! ¡HyunJin!

Pero nadie llegaba.

Cuando iba a volver a gritar se ganó un cachetada que lo dejó mareado.

— Cállate si no quieres, que te golpee más fuerte — Le aviso en un gruñido, haciendo que el Omega solo lloriqueara.

«Alfa, Alfa, Alfa» llamaba su Omega, pidiendo auxilio.

— No hagas esto más difícil Omega — Gruño molesto.

— No, no, por favor... — Suplicaba el Omega mientras su vista se ponía borrosa.

— Serás mío — Le aviso cuando por fin pudo bajarle el pantalón.

El azabache ya no sabia que pasaba, había dejado de forcejear, el golpe que le había dado lo había dejado mareado, sus ojos se estaban cerrando pero antes de que se cerraran por completo, escucho un fuerte golpe y algo rompiéndose, el aroma a tierra húmeda llegó a su olfato.

Y lo último que escucho fue un "'¡Felix!" antes de que todo se volviera negro.

꒰୨ 🌅 ୧꒱

¡gracias por leer!

destiné › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora