TE AME DESDE LA PRIMERA VES QUE TE VI.

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Capítulo 5

Candy, estaba muy nerviosa y no era tonta, sabía que la noche de bodas era importante y, por lo que su hermana mayor le había dejado creer, cuando ocurrió aquello. También era consciente de que no sería nada agradable para ella. Se había repetido sus palabras en numerosas ocasiones, durante aquellas semanas. Sintió un escalofrío de repente. Tenía la sensación de que estaba caminando sobre un suelo alfombrado de clavos. No sabía que iba ocurrir cuando diese el siguiente paso, pero el entorno era hostil. Candy había soñado toda su vida con casarse, tener hijos y ser feliz, pero finalmente las cosas se habían torcido, y nada menos que teniendo como protagonista a ese hombre, que había amado en la distancia, incluso apesar de no conocerlo, porque en su fuero interno creyó ver algo especial en su mirada, en su sonrisa y en esa forma de hablar sosegada que usaba delante de los demás.

Salió de la jofaina cuando el agua se enfrío y se miro en el espejo alargado que había en un extremo de la habitación. Tenía un cuerpo normal, pero de repente le pareció terrible la idea de que él fuese a verla desnuda. Por qué era así como ocurrían las cosas, ¿cierto? Por otra parte, quizás no era necesario que le quitasse toda la ropa. Ella casi lo prefería así.

Candy podría entender por qué Terry había caído rendido a los pies de su hermana un año atrás, pero igual entendía que aquello, también lo hacía a la inversa y por eso era conciente de que aquella noche iba hacer un desastre en magnitudes Insondables. De hecho, lo más probable, era que no volviese a verlo. Quizás al despertar a la mañana siguiente, él ya se hubiese marchado; raudo y veloz con la esperanza de haberla dejado embarazada a la primera.

—Su excelencia, la cena ya esta lista— dijo una voz tras la puerta.

A Candy no le gustaba el título de excelencia y siendo honesta con ella misma, lo aborrecía. Pero se casó, nada menos que con el Duque de Wellington, y le gustase o no. Ahora era Duquesa.

—Perfecto, ahora mismo bajo —contestó suspirando.

—¿Necesita que le ayude a vestirse?

—No, me vestiré yo misma.

Aquello pareció tomar por sorpresa a la doncella, que se quedó unos segundos a detrás de la puerta antes de decidirse a marcharse pese a sus dudas.

Normalmente, Candy aceptaba la ayuda, pero ese día quería hacerlo sola. No sabía porque. La cuestión es que se puso despacio, uno de sus mejores vestidos sobre las medias de seda que su madre le había regalado, especialmente para ocasión de la noche de bodas. El atuendo era de un azul oscuro como la noche que resaltaba su tez pálida. Y, con el que se sentía mucho más hermosa, que con el diseño que había llevado a su propia boda, esa que apenas había disfrutado dadas las circunstancias.

Después se arregló el cabello usando Orquidias para los rizos rebeldes que parecían querer escapar del recogido. Se miro en el espejo una última vez antes de bajar.

Terry estába empezando a impacientarse. Cuando uno de los criados anunció la llegada de su esposa. Alzó la cabeza y la contempló mientras ella avanzaba hasta la mesa y ocupaba el lugar frente al que él, se había sentado, con la esperanza de cenar temprano y terminar con todo aquello cuanto antes. Por mal que sonase, desvirgar a jovencitas no era precisamente lo que a Terry más le gustaba cuando se trataba de sexo. Más bien suponía un incordio. Sin embargo, ese pensamiento que había estado dándole vueltas mientras terminaba la primera copa de vino, se esfumó en cuanto vio a Candy envuelta en aquel vestido azul como la noche.

—Perdona la tardanza me he entretenido.

—Ha valido la pena, créeme. —Le sonrío.

Candy se sonrojó ante el alago, sorprendida. Era la primera vez que Terry posaba su mirada en ella sin ningún fin en concreto, tan sólo porque la apetecía mirarla, y se sintió bien. Intento no cometer ninguna tontería mientras le servian la cena; un solomillo delicioso y patatas asadas con salsa de champiñones. El servicio de aquella propiedad era exquisito y muy profesional, desde luego.

Te ame desde la primera vez que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora