05

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Sé que no debería seguir mirándolo, para que no piense que soy un acosador, pero no puedo evitarlo.

Llevo horas ahí, en el parque, fingiendo interés por las cosas que escucho.

Cuando esto pasó la primera vez, él dejó de lado lo que hacía para hablar conmigo, pero ahora solo parece concentrado en lo que está ordenando.

Empiezo a creer que tal vez, yo realmente puedo no gustarle.

Suspiro, intentando entender la charla de información sobre la campaña que está dando una de las maestras.

—Dime de qué está hablando —dice Nanon parándose a mi lado.

Demonios, hizo una buena pregunta.

Tiene los brazos cruzados y está juzgándome, porque parece que no cree que yo esté prestando atención, y tiene razón.

El mundo.

Basura.

Reciclar.

—Reciclar.

Él señala a mi alrededor, porque todo está cubierto con esa palabra.

—¿Qué más?

—Estoy aprendiendo a reciclar, no me distraigas, por favor.

Claramente no confía en mí, y sabe que estoy mintiendo, porque es imposible que no haya notado que solo lo estoy mirando a él.

Sin embargo, ya no me cuestiona, y va otra vez a sentarse tras la mesa de folletos.

Lo miro y vuelvo a girar.

Es que ese es el proceso, mirar al frente los segundos necesarios para disimular, y luego a Nanon.

Parece sencillo, hasta que veo a un chico acercándose a preguntar.

Sí, claro.

A nadie le importa tanto reciclar, así que seguramente lo que quiere es hablarle a mi Omega.

Aclaro mi garganta, acercándome también.

—¿Ustedes reciben voluntarios? —le pregunta sonriéndole.

¿Cómo se atreve a sonreírle así?

—Sí —dice sacando unas hojas, y le acerca un folleto en la mesa— puedes inscribirte conmigo.

—¿Y tú vas a capacitarme, bonito?

Bueno, fue suficiente.

Estiro mi mano al folleto, empujando la de ese Alfa, y me coloco antes que él, sin permitirle acercarse más a la mesa.

Me siento tan infantil.

—Si quieres inscribirte, debes formarte detrás de él —me dice Nanon, mirándome mal.

—Perdón, Non, no lo había visto.

Ay, mierda.

Me doy cuenta, apenas sale de mi boca.

—¿Non?

—N-No.

—¿Por qué sabes mi nombre? —pregunta con la voz más dura.

—Puedo explicarlo, y juro que no te estoy acosando, pero qué demonios haces escuchando a este Alfa, si tú eres lo suficientemente listo para saber que solo intenta ligar contigo, y él no es tu tipo, así que deberías decírselo, como lo hiciste conmigo.

Nanon frunce el ceño, agarrando su teléfono y creo que si va a llamar a la policía.

—Sé que es difícil que entiendas esto, pero yo soy tu Alfa, y soy tu tipo porque tú siempre has dicho que te gusta como… soy —termino en un susurro y empiezo a entenderlo— cuando te ayudé… y hablamos… y continué yendo por ti… y te esperaba siempre cuando salías del laboratorio… y…

Ahora tiene sentido para mí.

Yo no le gusto a Nanon, porque no soy la misma persona de la que se enamoró.

—Deberías dejar las drogas —responde marcando los números en su pantalla.

—Las dejé por ti, es verdad y puedo probarlo, coleccionas figuras de acción, no pasas navidad con tu familia, porque odias convivir con ellos desde que murió tu papá, tienes 3 almohadas en tu cama, recibiste tu libro favorito como un regalo a los 8, querías ser biólogo marino cuando eras un niño, pero no sabes nadar, y te avergüenza admitirlo, así que solo inventas excusas con tus amigos para no meterte al agua.

Creo que lo hice bien, y podría seguir todo el día porque tengo demasiada información sobre él en la cabeza.

Ni siquiera acosándolo, sería capaz de saber cosas que él no le dice a nadie.

Baja su teléfono, pero ahora parece asustado, y luego solo se aleja, dejándome ahí.

Cuando nos conocimos | OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora