Epílogo.

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OHM

—Non —digo acariciando su espalda— si no me dejas salir de la cama, no estarán listos a tiempo, y tendremos a los niños en casa, todo el día y...

Sonrío porque se quita rápido de mí, dándome espacio, para que me vaya.

—Qué lindo eres —susurro besando su nariz y me mira mal.

—Con dos es suficiente, no quiero un día con los cuatro.

Beso también su frente parándome, y lo veo levantarse también, con flojera.

—Me he cansado mucho ayer, terminando de diseñar el café.

—Y te quedó muy bonito.

Estoy feliz, porque ahora, podrá hacer algo que quería hacer, y no necesitará salir de casa.

Yo he empezado a hacer proyectos independientes para empresas diferentes, así que ya no estoy tan saturado como antes, y tengo mucho tiempo libre más.

Salgo de la habitación, para ir por Junior primero.

—Hijo, hora de despertar, primer aviso —digo abriendo su puerta.

Chae siempre me toma un poco más de tiempo.

—Buenos días, princesa —susurro bajito, besando su cabecita— primer aviso para ti.

Me levanto para ir a la última habitación, y sonrío, porque los dos aún están dormidos.

Normalmente creería que tener dos bebés juntos es cansado, pero Tara ama dormir, y suele morder a Tonn si llora y la despierta.

Me alejo para no molestarlos, luego de acomodar la cuna.

—Chae —digo cuando vuelvo a pasar por su habitación y me siento de nuevo a su lado— si te vistes sola hoy, voy a comprarte esa muñeca que...

—Desperté —responde levantándose, sin abrir los ojos.

Me río, asintiendo.

—¿Quieres que te ayude a escoger qué ponerte?

—Yo puedo sola —dice sonriendo— por dos muñecas.

—Bien —accedo resignado, y ella me abraza.

—Gracias, papi.

Me levanto, para acabar con Junior, y veo desde su puerta que no se ha movido.

—Voy a quitarte el teléfono si no te escucho bañándote, hijo.

—Ya voy —dice con flojera.

Camino de vuelta a la habitación, y entro en el baño, porque Nanon, aún no ha salido.

—Los llevaré a desayunar de camino a la escuela —digo entrando en la ducha— ya no me alcanza el tiempo para preparar algo.

—¿Por qué pasa esto siempre que te toca hacer el desayuno?

—¿Dices que no organizo bien el tiempo? —le pregunto agarrando su cepillo, para meterlo a su boca.

—Un pocco —habla con dificultad, porque ya estoy limpiando sus dientes— ¿Deshpertaron?

—Están dormidos, y los amo por eso, porque Chae y Junior no eran así.

—Lo sé.

—Deberíamos tener uno más.

Nanon se queda mirándome, en silencio.

—Acordamos que solo dos más, es algo que... no es un recuerdo, es algo diferente.

—¿Qué?

—¿Acordamos solo dos más?

—Sí, dos más, y es todo, pero fue hace mucho tiempo, y creo que no tiene sentido, porque tuvimos dos juntos y...

—No funciona así, Ohm, tu lógica no es válida para esto.

Hago un puchero y él agarra mi rostro.

—¿Por qué tengo ahora en la cabeza la sensación de que eso no ha pasado, pero sí ha pasado?

—¿Qué?

—Yo creo que... no nos hemos cruzado solo una vez en la vida.

—Espero que así sea, y que siempre pueda encontrarte, en todas las vidas que existan.

Sonrío al ver que sonríe.

—Deja de ser tan lindo.

Me acerco a su boca, y suspiro al besarlo, de verdad lo espero, porque no creo que una vida sin Nanon tenga sentido.


🌻

Fin.

Esta historia tiene un E X T R A que puedes leer en OUR SKYY, un libro que encontrarás en mi perfil. 🩷🌻

Cuando nos conocimos | OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora