Capitulo 29

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Porsche despierta lentamente está en la cama acostado con Kinn quien solo lleva una bata de seda con unos shorts de la misma tela.

Kinn duerme profundamente su rostro se ve relajado y Porsche siente la necesidad de tocarlo.

Kinn respira y frunce el ceño como si estuviera pasando un mal momento, Porsche pasa las yemas de sus dígitos por el rostro el cual es muy suave lo dibuja con delicadeza hasta llegar a los labios, el rostro tenso vuelve a relajarse y Porsche sonríe.

Una punzada en su cabeza vuelve a ocurrir.

Y comienza a recordar a su pequeño hermano el como hacia cualquier cosa para poder ver su sonrisa.

—Porsche?— Kinn se levanta y ve a un Porsche en el limbo tocándose la cabeza, dejándolo preocupado.

Porsche conecta con los ojos de Kinn no logra recordar aún nada que los vincule, pero la sensación de paz sigue ahí, el vacío ahora es calidez.

—Besame— Porsche mira a Kinn

—Porsche?— Kinn lo mira.

—Besame— Porsche coloca la mano en el corazón de Kinn y coloca sus labios en los de Kinn.

Kinn lo comienza a besar con ternura y pasión.

Porsche siente que los labios de Kinn son expertos pero sus recuerdos no despiertan así que se aparta de Kinn abruptamente.

—Te lastime?— Kinn ahora está algo nervioso.

—Tengo que irme— Porsche se levanta de la cama pero Kinn lo detiene.

—Quedate al menos está noche, quiero abrazarte hasta que sea la hora de que te vayas— Kinn lo mira suplicante.

Porsche se queda congelado por unos minutos le duele ver a Kinn triste.

Se acerca a el y retoma el beso.

Kinn le aprieta la espalda con sus manos haciendo que Porsche se siente sobre sus piernas mientras intensifican el beso.

Kinn le chupa los pezones como bien lo recuerda y después los muerde.

—Ah"!— Los gemidos de Porsche son intensos.

—Porsche— Kinn le succiona el otro pezón mientras comienza a desabrochar el pantalón ageno.

—ah"!— Porsche siente cada vez más apretado el pantalón, su erección pide por ser liberada.

—Estas seguro?— Kinn habla contra los labios de Porsche.

Porsche lo besa en los labios y después asiente mientras ambos sonríen y se vuelven a besar.

Kinn le desabrocha los pantalones a Porsche liberando por fin la erección.

—Quiero ver cómo lo haces— Kinn mira a Porsche.

Porsche sujeta su propia erección y aún sentado en las piernas de Kinn comienza a masturbarse.

Kinn está deleitado con lo que ve frente a el.

Porsche se toquetea algo avergonzado Kinn ahora es un completo extraño pero no le molesta en absoluto estarse masturbando y dejarlo ver.

—Mierda Porsche"!— Kinn lo sujeta y lo acomoda en la cama debajo de el.

—Ah"!— Porsche jadea al sentir la fricción de ambos penes.

—Porsche por favor— Kinn se restriega contra el pene de Porsche.

—Si...Ki...nn— Porsche habla extaciado con la voz entrecortada

Kinn saca lubricante de su cajón y lo coloca en la entrada de Porsche aplastando el envase hasta dejarlo casi vacío.

—Ah, está frío"!— Porsche se reincorpora un poco.

—Jejeje pronto se pondrá muy caliente— Kinn sonríe y se introduce lentamente en Porsche no sabe cuándo tendrá la oportunidad de verlo otra vez no sabe si después Porsche se arrepienta así que debe disfrutar al máximo.

—Ugh duele— Porsche había dejado de tener sexo por mucho tiempo así que volver al sexo con Kinn era doloroso.

—Relajate— Kinn jugetea con uno de los pezones mientras succiona, besa y muerde el otro.

—Ah ah"!!— Porsche está resiviendo todas esas sensaciones como nuevas su cerebro las está registrando y se satura, la entrada se le abre teniéndose que acoplar al gran tamaño de Kinn, así que su cuerpo se tensa y una ola de calor lo invade haciéndolo llegar al orgasmo.

Kinn mira a Porsche está perdido en el éxtasis que acaba de experimentar su pecho sube y baja tratando de recuperar el aliento mientras que sus mejillas están sonrojadas.

Porsche está perdido en las sensaciones por el todo puede acabar ahí, pero no recuerda como es Kinn así que tiene que volver a experimentar lo que es despertar el libido de aquel hombre.

Kinn sonríe satisfecho y se introduce aún más, la entrada está lubricada pero aún así tiene que hacer un pequeño esfuerzo para abrir un poco más.

—Ugh"!— Porsche se contrae.

Para Kinn ese gemido de queja es una señal de que lo está haciendo bien así que continua embistiendo a Porsche mientras le muerde el cuello.

—Ah" duele Kinn ah ah"!!— Porsche está sintiendo dolor pero ese dolor extrañamente se siente diferente como que provoca algo en él.

—Porsche ah Porsche"!— Kinn trata de ir un poco más lento para no lastimar a Porsche logrando así levantarlo y sentarlo sobre él mientras está ahora de rodillas con el cuerpo de Porsche encima rebotando.

—ah ah"!— Porsche acaba de correrse y llega nuevamente al orgasmo.

—Carajo Porsche ah ah"!!— Kinn se fundió en ese mismo instante que Porsche se corriera le encantaba así que volví hacer erratico y bestial

Las nalgas de Porsche resuenan con estruendos lujuriosos y el sonido de su chapoteo es música morbosa Kinn no lo deja ni respirar le está comiendo la boca salvajemente sintiendo el espasmo del orgasmo.

—Kinn espera me orinó ah ah"!!— Porsche se aferra con fuerza a los hombros de Kinn mientras oculta su cara en el cuello.

—Porsche descuida ah ah"!!— Kinn sabe que eso no es orina así que continua penetrandolo hasta que el llega al orgasmo soltando todo su líquido caliente en el interior de Porsche.

—Ah"!— Porsche llega nuevamente al orgasmo y moja ambos cuerpos con su escencia líquida.

Ambos terminan completamente exahustos.

Kinn recuesta con cuidado a Porsche y sale de su cuerpo dejando salir algo de semen y sangre.

—Ugh— Porsche siente algo de dolor cuando el miembro de Kinn abandona su cuerpo.

—Mierda, hay que tomar una ducha— dice Kinn algo preocupado.

—Que pasa?— Pregunta Porsche aún exahusto.

—Bueno, amm verás— Kinn no quiere asustarlo.

—Que?— Porsche ahora está algo nervioso.

—Te salió algo de sangre— Dice Kinn.

—Acabas de romperme imbécil?!— Ahí estaba el tan característica escencia de Porsche.

Porsche se cubre la boca como si nunca hubiera insultado a nadie así en su vida.

Kinn se queda algo en shock, extrañaba ese carácter fiero de Porsche, pero volverlo a experimentar y que la verga se le pusiera dura eso era nuevo.

—Lo lamento yo...— Porsche no sabe si decir que el no es así por qué realmente no lo recuerda, no sabe cómo era antes.

—Vamos al hospital para que estés tranquilo y yo no te haga perversiones por qué estoy bastante duro ahora— Dice Kinn sincero.

—Se te paro otra vez?!, Acaso eres así siempre?!— Porsche está sorprendido.

—Bueno solo contigo, ya vamos a la ducha"!— Kinn lo carga con cuidado y se lo lleva al baño.

Inefable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora