Capítulo 9.

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Una semana después, Lee Know empezó a poner en marcha su plan que tenía el objetivo de volver más cercanos a su mejor amigo y a Seung Min. Si a dos integrantes de 3Racha les estaba funcionando –aunque con cierta lentitud– para que una persona admitiera sus sentimientos, entonces él también iba a intentarlo, estaba decidido.

Sin tareas pendientes y con la universidad asegurando que no había ningún examen programado para una fecha cercana, no era sorprendente que Seung Min se encontrara tan relajado. Lee Know se recargó contra el marco de la puerta de la habitación ajena y con toda calma sacó su teléfono celular del bolsillo delantero de su pantalón.

—Oye, invité a los demás chicos de Healing Voices a cenar con nosotros —avisó mientras tecleaba una respuesta al mensaje más reciente por parte de Ji Sung—. Todos estarán aquí... en unos quince minutos, más o menos.

El castaño dejó de prestarle atención al videojuego de rol de acción con el que estaba ocupado en su computadora y volteó a ver al mayor. Esperaba que en cualquier momento éste sonriera de lado y le dijera que sólo bromeaba, pero eso no sucedió.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! —Exigió saber cuando por fin reaccionó y se levantó de su silla para correr hacia su armario.

—¿Acaso estás preocupado? Te recuerdo que el amor de tu vida ya te ha visto en pijama —rio un poco y guardó su teléfono.

Seung Min lo ignoró y trató de olvidar aquella vergonzosa noche para luego dedicar cada uno de los segundos que quedaban antes de la llegada de los amigos de Lee Know a verse más bonito. Sintió que todo valió la pena cuando Hyun Jin, después de un saludo corto, le dijo que se veía muy bien.

Mientras el pelirrojo terminaba de cocinar, los demás se quedaron a entretenerse en la sala con un juego de mesa. Se acomodaron alrededor del mueble en el centro y Seung Min se sintió nervioso por el simple hecho de que Hyun Jin eligió sentarse junto a él.

Dejando eso a un lado, la noche pasó con normalidad hasta que varias horas después se terminaron las bebidas y tuvieron que hacer un breve juego de azar con tal de seleccionar a dos personas, quienes tendrían que ir hasta la tienda de conveniencia y comprar más... Cuando a Seung Min le tocó ser el primer elegido, pudo jurar que Lee Know hizo trampa para que Hyun Jin fuera el segundo.

No sabía si gritar o darle las gracias un millón de veces. Una caminata nocturna con la compañía de Hyun Jin no era nada malo, después de todo.

—Parece que todo está bien entre Lee Know y tú —comentó el pelinegro de repente, caminando hacia la tienda.

—A-ah, sí... Hablé con él y por fin pude decirle eso que... debía saber... —Explicó mientras sus mejillas adoptaban un leve tono rojizo.

—Me alegro —respondió el más alto con sinceridad—. Y dime, ¿todavía te preguntas si es malo que te guste alguien? —Agregó entre risas.

—No, ya no lo hago —admitió con una sonrisa débil—. Es... difícil, pero no es malo.

—¿A qué te refieres con que es difícil?

Hyun Jin miró al menor con curiosidad, pero éste no sabía cómo explicar de manera clara lo que pasaba por sus pensamientos. Aun así dejó salir un suspiro e hizo su mejor esfuerzo.

—Una vez que estás seguro de que sientes algo especial por una persona, no siempre encuentras las palabras más adecuadas para expresarlo, al menos no de inmediato —la voz de Seung Min se escuchaba bastante tranquila—. Por eso es complicado.

—Podrías intentar escribir una canción para esa persona.

Hundiéndose en confusión, el castaño volteó a ver a Hyun Jin sin poder creer lo que éste había sugerido. Quería preguntarle "¿Y cómo se supone que yo haga algo así?", pero no podía superar la sorpresa y soltar algo coherente. El pelinegro no hizo más que encogerse de hombros y luego reír con suavidad.

—No sé tocar la guitarra o... Bueno, ningún instrumento —casi susurró.

—Oh, ¿ya lo estás pensando? Si es así, con mucho gusto te puedo ayudar a crear la melodía, ¡tú sólo pon la letra! —Le sonrió—. Es más fácil expresar lo que sientes de esa manera. Digo, con una canción puedes contar historias, hablar acerca de lo que vive alguien y así ayudarlo a que se sienta comprendido o menos solo, incluso puedes llevar a los demás a otro mundo...

—No —sabía que el otro chico iba a decir más cosas, pero lo interrumpió—. Tampoco sé cómo hacer eso.

—Está bien, está bien. No voy a insistir, Seung Minie, pero sería genial que me avisaras si cambias de opinión.

Seung Min movió la cabeza de un lado a otro y empezó a caminar más rápidamente, agregando en voz baja algo como que tenían que darse prisa y llegar a la tienda de conveniencia antes de que se hiciera más tarde.

No pudo deshacerse por completo de una imagen mental en la cual él era el protagonista y se encontraba en su habitación a altas horas de la noche, sintiéndose de lo más inspirado e idiota a la vez, escribiendo una canción de amor para Hyun Jin... Una parte de él aceptaba que eso sería lindo, pero otra decía sin piedad alguna que aquello no era más que una tontería.

El silencio entre ambos era insoportable. Seung Min se sentía estúpido por haber arruinado todo con su actitud un tanto evasiva al mismo tiempo que Hyun Jin sólo buscaba en su mente algún tema de conversación interesante que no hiciera sentir incómodo al castaño, pero no se le ocurría nada y el camino a recorrer para llegar hasta el apartamento tras conseguir las bebidas –y unos cuantos bocadillos– se hacía cada vez más corto de manera inevitable.

—Y-yo... —Comenzó el más bajo, deteniéndose frente al edificio en el cual vivía con Lee Know.

—¿Sí?

—Bueno... Que no sea capaz de escribir una canción no significa que hacerlo sea una mala idea —aclaró—, así que... debería estar más agradecido contigo —volteó a ver al pelinegro, se rascó la nuca durante unos pocos segundos y rio con nerviosismo—. Lo siento. Intentas ayudarme y lo único que hago es huir...

—No digas eso, Seung Minie. Yo soy el que debería ofrecerte una disculpa —desvió la mirada—. Ni siquiera sé si estás listo para hablar sobre lo que sientes y mírame, sólo estoy dándote ideas innecesarias. No era mi intención ponerte incómodo, debí evitar el tema antes de llegar hasta este punto porque es verdad que deseo ayudarte, por supuesto que sí, pero no debo hacerlo si tú no quieres aceptar esa ayuda —suspiró—. Sólo quiero que de alguna manera quede claro que estoy y seguiré estando aquí si necesitas algo, eso es todo. No te presiones a hablar al respecto. ¿Está bien?

Mostró una sonrisa preciosa cuando terminó de hablar. Seung Min, apenas dándose cuenta, se enamoró un poco más de él en ese mismo instante.

—Está bien —logró contestar antes de quedar como un tonto—. Gracias.

—Tómate las cosas con calma. La persona que te gusta es muy afortunada porque alguien tan dulce como tú se fijó en ella, es sólo que todavía no lo sabe.

Seung Min rio bajito. Recibir un cumplido por parte de Hyun Jin era agradable, pero la situación un tanto irónica era graciosa.

—Pensaré en lo que dijiste, lo de escribir una canción.

—Si te animas, será un placer leer la letra y ayudarte a ponerle una melodía.

—Gracias otra vez... Ahmm... ¿Entramos ya? —Le preguntó al mayor.

—Sí, los demás seguramente están muy ansiosos.

Continuará.

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Ya no soy la misma persona desde que se terminaron las vacaciones. (?)

Pero bueno, aquí sigo, aprovechando casi cualquier rato libre que tenga para escribir. ~ ¡Espero que les guste este nuevo capítulo! 😊

Canciones escritas con el corazón [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora