Capítulo 10.

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Seung Min estaba feliz y tranquilo. De alguna manera, dejar salir la verdad y terminar contando con el apoyo de Lee Know hizo que sus sentimientos por Hyun Jin se hicieran más fáciles de cargar. Era como recibir una palmadita en la espalda y escuchar algo parecido a "¿Qué esperas? Puedes acercarte a ese chico que te gusta y al menos tratar de conquistarlo, así que ve".

Y cualquiera podría decir que ya se encontraba en proceso. No estaba cien por ciento decidido a escribir una canción para confesar lo que sentía, pero no se alejó de Hyun Jin. ¡Al contrario! Comer en el restaurante donde el pelinegro trabajaba se había vuelto una parte de su rutina, siempre con la excusa de que el sitio le quedaba en la cercanía y de que tenía mucha hambre cuando terminaba sus clases... Claro, casualmente pasaba sólo cuando el atractivo chico debía presentarse ahí.

Cierta tarde, sus ojos brillaban mientras lo observaba desde su mesa, pero de un momento a otro toda su atención se dirigió a las palabras que intercambiaron un par de chicas que no llevaban mucho tiempo de haber entrado al restaurante.

—¡Oh, cielos! Lia, ¿ya viste? El chico que está cantando es Hyun Jin —dijo una jovencita de menos de 165 centímetros de estatura, con alaciado cabello teñido de rubio platinado.

—¿En serio? —Preguntó la otra chica, para después quedarse en silencio hasta que por fin pudo reconocer a quien su amiga había mencionado—. Ah, sí, es él... No puedo creerlo —rio un poco.

—¿Qué? ¿No esperabas volver a verlo?

—No es eso. Es que sigue haciendo lo mismo por lo que lo dejé, sólo que ahora lo hace en un restaurante y no en las calles —comentó antes de formar una sonrisa burlona en sus labios.

Seung Min volteó de manera discreta hacia aquella mesa con toda la intención de ver más claramente el rostro de la chica que acompañaba a la rubia. No iba a negar que se veía muy bonita. Era sólo un poco más bajita que su amiga, su piel era pálida, parecía ser que no usaba maquillaje en exceso, tenía ojos negros y largo cabello oscuro levemente ondulado que caía por encima de sus hombros.

No obstante, toda esa belleza física no tenía valor alguno si su actitud era horrible. El castaño no podía entender por qué a esa tal Lia le parecía un chiste que Hyun Jin ganara dinero honestamente con su música y su talento.

—¿No te enteraste de que su banda ganó el segundo lugar en un concurso? —Cuestionó la rubia, bastante sorprendida—. El premio no estaba nada mal. Estoy segura de que a Hyun Jin le quedó una buena cantidad de dinero, ¡incluso después de que lo compartiera con los demás miembros!

—¿Ah, sí? —Un repentino interés despertó en Lia—. ¿Y no sabes si pronto participarán en otro concurso?

—Ni idea —la más alta se encogió de hombros—. ¡Pero lo más probable es que siempre estén al tanto de ese tipo de eventos!

—Oh... Tal vez es hora de ponerme un poquito triste y echar de menos a mi exnovio, ¿no crees? —Soltó una risa suave.

Seung Min frunció el ceño. Sintió muchas ganas de levantarse en ese mismo instante, caminar hacia Lia y gritarle en la cara que ni se atreviera a acercarse a Hyun Jin, mas prefirió conservar la calma y esperar. Tarde o temprano tendría la oportunidad de hablar con el pelinegro y contarle acerca de todo lo que había escuchado. No conocía a Lia y por lo tanto no sabía de qué era capaz, pero sí tenía claro que lo mejor era que Hyun Jin supiera de aquella conversación.

Unos cuantos minutos más tarde, el dueño de sus pensamientos anunció que tomaría un breve descanso y Seung Min corrió hacia él. Sin embargo, Lia tampoco estaba dispuesta a perder el tiempo, pasando así a un lado suyo y empujándolo para quitarlo de su camino y tomar la delantera. Su amiga se había quedado a esperarla en la mesa.

—¡Oye! —Seung Min intentó quejarse, pero la chica sólo lo ignoró.

—¡Hyun Jin! —Gritó emocionada y abrazó al pelinegro, quien no hizo más que apartarla de su cuerpo con delicadeza tras poder dejar a un lado la sorpresa de ver a su exnovia ahí.

—Hola, Lia.

—No esperaba verte en este lugar, pero no me quejo —le sonrió—. ¿Cómo has estado?

Seung Min finalmente se acercó también y se metió a la conversación sin el más mínimo remordimiento. Lia ya había empezado con el pie izquierdo, después de todo.

—¡Hola! —Hizo como que no interrumpía nada—. Me encantó escucharte cantar, Hyun Jin. Fue genial... Como siempre —le dijo de manera sincera.

—Gracias, Seung Minie —contestó el más alto, devolviendo el gesto.

—Oh, Hyun Jin, ¿quién es él? ¿No nos vas a presentar? —Preguntó Lia, extendiendo entonces su mano hacia el castaño—. Mucho gusto. No sé si mi novio ya te ha contado sobre mí.

—Exnovio —corrigió el pelinegro al instante.

—Ah, sí, exnovio. Perdón, aún no me acostumbro —Lia hizo un pucherito.

—Qué raro. La selfie en la que apareces junto a otro chico, ya sabes, la que publicaste en Instagram dos días después de que terminaste conmigo... No sé, me parece que dice a gritos que no te costó nada acostumbrarte —soltó Hyun Jin.

Seung Min sonrió cuando vio la mueca que hizo la chica tras escuchar aquello. Hyun Jin no era estúpido, sabía que algo estaba mal, que su exnovia sólo deseaba sacar algo de él y que por eso se comportaba de esa manera.

Al notar eso, el castaño dejó de sentir que debía preocuparse.

Aun así, sin tener una razón en especial, cuando regresó a su apartamento esa misma noche se sentó en la sala y le contó a Lee Know todo lo que había pasado. El pelirrojo puso ojos en blanco tan pronto como el menor mencionó a la exnovia de Hyun Jin, pues la recordaba como una chica fastidiosa y falsa.

—Si te encontraste con ella, sólo puedo decir que tuviste mala suerte, amigo —bromeó, acomodándose mejor en el sofá y llevándose a la boca una cucharada más de su natilla—. Lia fue la novia de Hyun Jin durante cinco meses, tal vez un poco más —soltó un suspiro—. Era insoportable, grosera, hipócrita y exigente... Bueno, seguramente aún lo es. Qué bueno que Hyun Jin y ella ya no están juntos.

—Según lo que pude entender, dejó a Hyun Jin porque él antes tocaba su guitarra en las calles para ganar algo de dinero.

—Es verdad. Durante un rato disfrutó su capricho del novio romántico que canta y escribe canciones bonitas, pero luego empezó a avergonzarse de él... —Movió su cabeza de un lado a otro con decepción—. Se lo dijo directamente, lo humilló tanto como pudo y lo dejó. Si tan sólo supiera que él se esforzaba por conseguir más dinero para cumplir con sus exigencias... Tenían dieciséis años, ¿qué más podía hacer Hyun Jin?

—Qué ridícula —bufó Seung Min—. A mí me encanta ver a Hyun Jin y escuchar su voz... No me importaría que se presentara en una calle, yo estaría ahí para apoyarlo.

El mayor sonrió con ternura.

—¡Cielos! Qué enamorado estás —dijo entre risas.

—¿Q-qué? —Se sonrojó—. N-no, claro que no... Ya cállate, hyung...

Continuará.

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Me quedan pocas horas para dormir, pero no importa... Estaré lechuga como una fresca. 🥬

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Canciones escritas con el corazón [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora