Capítulo 20.

316 48 15
                                    

Era un fastidio despertar a las cuatro de la mañana para que su amigo le diera instrucciones rigurosas sobre cómo alimentar a sus gatos mientras él se encontrara fuera de la ciudad, pero los miembros de Healing Voices tenían que reunirse muy temprano en la central de autobuses, por lo que Seung Min de una manera u otra debía entender que no habría otra oportunidad de recibir toda la explicación.

—¿Entendiste?

—Sí —suspiró el castaño—, Doongie come menos que Soonie, pero un poco más que Dori. Tengo que darles un cepillado rápido, acercarles sus juguetes favoritos por lo menos dos veces al día, asegurarme de que siempre tienen agua fresca y mantener sus areneros limpios. ¡Puedo hacerlo!

—Muy bien, parece que eres capaz de prestar atención sin problemas hasta después de tener una noche interesante con tu novio —sonrió de lado.

—¡Ya te dije que no llegamos a nada! ¡Sólo hubo besos y unas cuantas caricias!

Lee Know miró al menor sin borrar aquella sonrisa. Parecía decirle que jamás le iba a creer, por lo que el contrario también tomó la decisión de ya no esforzarse en convencerlo de que Hyun Jin y él se habían detenido poco después de llegar a su cama, pues ninguno contaba con preservativos en esos momentos.

—¡En fin! Pasa una linda Navidad, Seung Min. Estaremos de regreso el día veintisiete.

—Feliz Navidad para ti también, hyung.

Exactamente a las siete y media de la mañana, Felix alcanzó un plato para Ji Sung y le sirvió el desayuno que preparó amablemente: huevos revueltos con una pizca de pimienta, un par de tiras de tocino frito y pan tostado cortado de forma triangular. Ya había colocado otros dos platos idénticos en la mesa, uno para él y otro para Chan.

No era sorprendente que el chico de cabello oscuro durmiera ahí y pasara una gran parte del día con su novio, por lo que Ji Sung no comentó cosa alguna al respecto.

El más bajo de los tres se veía un poco desanimado, razón por la cual el mayor suponía que estaba ahí, buscando un buen consejo o tal vez sólo desahogarse. Felix esperaba que la comida también le fuera útil de alguna manera y que se sintiera mejor tras desayunar con ellos.

—¿Sucede algo, Han? —Soltó Chan cuidadosamente mientras se servía jugo de naranja.

—¿U-ustedes saben... qué significa cuando una persona dice que puedes usar tus encantos para enamorar a alguien?

—Ooh, ¿quién te dijo eso? —El pecoso no se resistió a preguntar, sonriendo de manera débil, notando al instante que el rostro del rubio se ponía rojo.

—¡Eso no es importante por ahora! —Respondió Han antes de morder una tira de tocino con toda la intención de calmarse.

—Podrías preguntarle directamente a esa persona qué es lo que quiso decir —sugirió el mayor, encogiéndose de hombros—. ¡Te podrías llevar una sorpresa! A veces tratar las situaciones así es la mejor opción —agregó, volteando a ver a su novio y dándole un veloz beso en la mejilla.

Felix, poco satisfecho con aquella acción, colocó ambas manos sobre el rostro ajeno y lo acercó al propio una vez más para robarle un par de besos suaves en los labios.

—Preguntarle directamente... —Pensó Han en voz alta—. Hmm... ¡Sí! ¡Eso es lo que haré! —Sonrió—. ¡Muchas gracias!

—¡Espera! Termina tu desayuno antes de hacer cualquier otra cosa —pidió Chan—. Lixie se esforzó mucho cocinando para los tres.

—Pero necesito tanto tiempo como se pueda...

—Entonces, habla menos y mastica más.

El festival navideño en Yeosu fue maravilloso. Healing Voices pudo dar a conocer unas de sus propias canciones favoritas y pasar un rato increíble con un público bastante animado, pero el guitarrista se quedó sin habla cuando, esa misma noche, al finalizar el evento, nadie más y nadie menos que Han Ji Sung se acercó a él con cierta timidez. ¿Qué estaba haciendo ese chico ahí? Era lo que menos le importaba en ese instante, sólo sentía unas enormes ganas de abrazarlo.

Los demás integrantes de la banda se sonrieron entre sí y se alejaron para darles algo de privacidad.

Tras dejar salir un suspiro, el rubio comenzó a explicarle a Lee Know cómo tuvo que correr para alcanzar un autobús a Yeosu mientras desde su teléfono celular buscaba quién tuviera en venta una entrada al festival. Viajar cuando faltaba tan poco para Navidad podía llegar a ser un caos, pero encontrar un boleto para un evento que había vendido todo era mucho más complicado.

—Estás loco —rio el pelirrojo, moviendo su cabeza de un lado a otro un par de veces. No podía negar que se sentía muy feliz.

—No es cierto, sólo lo pensé bien y decidí que quería venir a escucharte... ¡Con tu banda! —Sintió la necesidad de aclarar—. Es decir, a escucharlos, a todo el grupo. ¡Sí, eso quise decir!

—Pues me da gusto que estés aquí —contestó el mayor con honestidad—. No te vi entre el público, pero espero que hayas disfrutado nuestra presentación.

—Me encantó, son geniales, soy tu admirador —admitió sonriente—. Pero... e-en realidad, vine hasta acá porque quería preguntarte una cosa que no podía esperar...

—¿Ah, sí? —Se acomodó mejor la funda de su guitarra en la espalda—. ¿Qué es?

—Recuerdo que dijiste que podría usar mis encantos para enamorar a alguien —se sonrojó levemente al pronunciar esas palabras—, pero... ¿A qué te referías con eso exactamente, Honnie?

—A eso, precisamente —lo miró extrañado, pues no había ningún mensaje oculto en lo que había dicho aquella vez—. A que puedes enamorar a alguien con tu manera de ser tan increíble...

—¿Y eso... te incluye? —Se atrevió a preguntar a pesar de que terminó con todo el rostro de una intensa tonalidad carmesí—. Digamos que yo quisiera usar mis encantos para enamorarte a ti... —Empezó a jugar con sus dedos nerviosamente, enredándolos y desenredándolos sin parar—. ¿Qué pasaría en ese caso?

Lee Know sonrió con ternura.

—Pues... Si fuera así, en realidad no tendrías que esforzarte demasiado —confesó—. Estoy seguro de que me atraparías con mucha facilidad, Hannie.

El rubio dejó de jugar con sus dedos en ese mismo instante y sonrió ampliamente.

—¿En serio?

—Muy en serio.

—Yo... Bueno, hay... una cosa más que debo preguntarte...

—Te escucho.

Lee Know dio un paso más hacia el otro chico. Quiso creer que era el momento de sellar todo lo que acababan de decir con un beso para darle a la noche un cierre perfecto, que el lindo rubio frente a él pronto le preguntaría si podían unir sus labios y que el recuerdo sería magnífico... Pero la voz de Ji Sung lo devolvió a la realidad.

—No tengo en dónde quedarme, no planeé absolutamente nada. ¿Podrías hacerme un espacio en tu habitación de hotel, por favor? Sería sólo por esta noche.

—Oh... ¡Claro! Puedo meterte a escondidas —dijo mientras le devolvía su espacio personal y se rascaba la nuca, algo nervioso.

—Gracias, Honnie.

Continuará.

............................

¡Feliz Navidad, lobitos! 🎄

Espero que se la pasen muy bien. ~ Los quiero.

Canciones escritas con el corazón [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora