soy un gran idiota

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Poco a poco nos fuimos recostando en la cama y lo demás es historia

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Poco a poco nos fuimos recostando en la cama y lo demás es historia...

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Rafe.
Pase una tarde increíble con Talia en el yate, creo que nunca me había sentido tan libre y feliz como cuando paso tiempo con ella. No entiendo que diablos me ha hecho esa mujer pero hace que todo el tiempo desee estar con ella.

Después de llegar a casa papá estaba muy inquieto, supongo que habrá sido porque nos regresamos muy pronto y él quería seguir discutiendo sobre el oro con el señor James.

No pasaron bien 2 horas cuando ya estábamos de camino a la casa de los O'Brien, en dicho lugar estábamos hablando de como encontraríamos el oro, de los posibles avances que dejó el papá de Jonh B y de que si no nos dábamos prisa, lo encontrarían primero.

De repente llegaron Talia y Cristhian, note como a ella ni le importó que estuviese ahí, y siguió su camino pero su hermano se quedó con nosotros para seguir hablando del oro.

Después de verla me desconcentre de tal manera que ya ni sabía de qué hablábamos, decidí pararme y pedir la dirección del baño, aunque estaba claro que la iría a buscar. La encontré en la cocina e hice lo posible para que riera y ahí me daría cuenta de que ya estábamos bien.

Pasamos un rato increíble en la cocina, podría decir que fue mejor que en el yate, me había olvidado de los problemas con papá, de su necedad y persistencia en encontrar el oro, y de que estaba arrastrando a la familia de Talia a la perdición absoluta, porque estaba claro de que cuando encontraran el oro, papá acabaría con James...

Estábamos terminando de arreglar la cocina cuando de repente mi papá entra y me dice que ya es hora de irnos, ni siquiera me dio tiempo de despedirme de Talia, soy un gran idiota porque no tuve el más mínimo esfuerzo de darme vuelta y decirle adiós, estaba más que claro que aún le temo a papá...

Al llegar a casa ni siquiera quería seguir detrás de él, sin decir una sola palabra subí a mi habitación y me recosté en mi cama. No podía dejar de pensar en ella, en como me había portado después de lograr acercarme a ella, pero después recordé que había conseguido su número el día que me quedé con su bolso, así que tenía claro de que le quería escribir pero debía jugármela más por ella.

Así que me dirigí a su casa, localice cuál era la ventana de su habitación y me subí al balcón de esta, cuando ya estaba allí, le escribí. Note como se levantaba, tomaba su teléfono y me contestaba, después se volvió a recostar y sabía que era la señal de entrar, toque su ventana, como era de esperarse se asusto pero al ver que era yo, abrió.

Hice mi mayor esfuerzo por disculparme, pero esas palabras las tenía reservadas para papá. Al verla a los ojos me di cuenta de que le había dolido tanto como a mi lo que había hecho, así que solo explote, me derrube por completo delante de ella, no entiendo que diablos me ha hecho esta chica para que prácticamente el dia que nos acercamos me tenga en su habitación al borde de llorar.

No se como pero estaba entre sus brazos, sin duda alguna fue el mejor abrazo que me han dado en mi vida, sin contar que odio los abrazos, cada segundo de este lo sentía más cálido y necesitado, poco a poco nos fuimos separando, yo no podía dejar de mirarla a los ojos, a esos ojos que me inspiraban confianza, a esos ojos en los que me perdía cada vez que les miraba, sin dudarlo me fui acercando a ella y sin darme cuenta ya estaba pegado a sus carnosos y suaves labios...

Together | Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora