Capítulo 7: Representante

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Crístal Murphy:

Me encontraba sentada en el patio de la universidad, tomándome un café y leyendo un libro de historia. Muchos piensan que es aburrido, y bueno...algunos sí, pero otros pueden ser diferentes, como por ejemplo el que tengo.

Estábamos en un receso de 30 minutos, la profesora quería darnos un descanso después de un examen sorpresa que teníamos. Victoria había ido al baño a mejorar su delineado y ponerse más brillo, pero ella no se da cuenta lo bien que se ve con o sin maquillaje.

Era viernes, había llegado y salido de la universidad con Ásher esta semana, como lo teníamos planeado, y la primera fase fue superada con éxito: Que todo el mundo nos notara.
Algunos caminos eran silenciosos, otros eran acompañados por una conversación x que salía.
Las miradas no pasaban desapercibidas, al igual que los rumores, que es una apuesta, que es un juego...supongo que lo dicen más por mi. Pero nadie sabe la verdad...excepto Victoria.

Notificación de Vic

Mi móvil vibra y yo lo prendo. Era una notificación de Victoria pidiéndome que fuera al baño urgentemente, sin decirme el porque exactamente.
Me levanto y voy hacia allá, cuando llego, veo las cosas de mi amiga tiradas por la encimera del lavamanos, su cajita de maquillaje, sus llaves, unos cuadernos, un mini cepillo...
Me fijo en ella y veo que busca desesperadamente en su maleta, incluso la voltea hacia abajo, saliendo así a volar unos papelitos y una caja pequeña de chicles.

-Eh... - Digo sin saber que decir. Ella revuelve entre todas la cosas y hasta abre y cierra los cuadernos.

-¡No tengo una maldita toalla higiénica! ¡O por lo menos un tampón! - Dice casi gritando. - Que estrés, me debí olvidar está mañana hechar unas.

¡Así que es eso! Ya entiendo.

-¿Te manchaste? - Pregunto.

Tener el periodo ya es algo muy normal a esta edad, así que no hay que tener vergüenza, incluso uno se puede ayudar entre mujeres cualquier situación si es posible.

-Aún no, pero necesito entonces una moneda para...

-Tranquila, yo tengo unas en mi maleta, por prevención. - Le digo intentado calmarla. - Vuelve a meter todo en la maleta y ya vuelvo, no demoro.

Ella asiente y respira. No es raro estresarse con algo así, son cosas que algunas vez nos pueden pasar.

Subo las escaleras rápido hacia el salón y voy a dónde está mi maleta. Cuando encuentro una, la hecho en mi bolsillo trasero, dejo el libro en mi asiento, y me dirijo de nuevo a dónde está mi amiga.
Al salir del salón, miro hacia atrás para ver si todo quedó ordenado. Sin darme cuenta, chóco contra la directora de la universidad, la señora Torres.

-Señorita Murphy... - Dice. - ¿A dónde va con tanta prisa?

-Buenos días directora Torres, iba hacia...el baño, una emergencia... fenemina.

Ella asiente.

-Bien, pero vuelve rápido, les daré un anuncio importante.

-Vale.

Me despido y bajo las escaleras a la misma velocidad que las subí, al llegar al baño, Victoria estaba haciendo una posición con la manos en forma de yoga.
Estaba a punto de hablar y ella me corta.

-Segun sé, relajarse hace que la sangre vaya más lento... - Ella inhala y exhala.

-¿Y dónde lo viste? - Pregunto levantando una ceja.

-En tik tok. - Responde sonriendo.

-Yo creo que hace que el cuerpo se relaje, por lo cual puede ser lo contrario. - Me encojo de hombros.

Trato entre vecinos (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora