Capítulo 12: La fiesta

27 5 3
                                    

Ásher Collins:

Ya era viernes, había pasado la semana volando, más con Crístal a mi lado. El bus se volvió en nuestro transporte del día a día, y ya no me miedo, un logro superado supongo.
Empezaba a anochecer, y la fiesta de Edward era el plan de casi toda la universidad esta noche, no había trabajos que hacer, ni tareas. Pensaba llegar con Crístal, pero ella prefirió ir con su amiga, Victoria. Entonces yo llegaría con mis amigos, pero supongo que en casi toda la fiesta deberé estar con ella. 

-La casa de Edward es grande, hay muchas habitaciones. - Dice Kail caminando. - ¿Los dos noviecitos tienen algún plan con sus novias?

Me mira a mi y luego a Thomas, que es el que está manejando.

-Sí tenemos intimidad, no te lo diré. - Le digo.

-Meh, ¿Thomas?

-Ofende la pregunta. - Carraspea. - Se nota que no has tenido novia.

Los tres nos reímos. Éramos los únicos en el carro, Cristian iba con su cita, ¿Quien era? Ni idea.
A veces me pregunto si Camille es igual con Thomas que cómo fue conmigo, ella era dulce, y daba regalos cada semana, además que la pasábamos muy bien. Pero después de que terminamos, que no recuerdo porque, me quise concentrar en otra chica, y me he acostado con muchas de las de la universidad, la mayoría sin exagerar, pero nada me la saca de la cabeza.
Me rendí cuando supe que eran novios, claro que mi amigo me preguntó si estaba bien, pero yo no soy...egoísta para decirle que no fueran pareja, si los dos de querían, que se podía hacer...

-Hoy nos embriagaremos cómo nunca en la vida, lo presiento. - Dice Kail frotándose las manos. - Tendré una que otra chiquita por ahí.

-¿No te has enamorado alguna vez? - Pregunta Thomas.

-Lo hice, pero me rompió el corazón y me di cuenta que no valía enamorarse, así que ya me da igual con quién esté. Tener un "crush" es estresante y un peso encima, cuando no tienes uno es mejor.

-Poético eh. - Digo.

-Gracias.

Hay personas muy dañadas por el amor, varias experiencias que no aguantan. Puede que los hombres hablemos un poco...golpeado, o seco, pero es nuestro escudo para no caer en engaños. En la sociedad nosotros somos los infieles, y la mayoría si lo son, pero algunos casos son los contrario, la mujer te tiene de segunda opción o te esconde.

Cuando llegamos a la fiesta, encontramos música alta, mucho licor, y chicas en bikini. Todo queda genial con la piscina con muchos colores.
Entre todas, logro divisar a Crístal y Victoria. Aquella tiene un bikini agua marina con toques de flores, y la primera uno de color rojo, color que se le asentua muy bien en su voluptuoso pecho y su color de piel.

-Hicieron una buena elección. - Dice Cristian acercándose con una rubia, ya borracho.

-No te ahogues en licor está vez. - Dice Thomas y todos nos reímos. - Yo iré con mi chica, nos vemos al rato o la otra semana.

Ese "mi chica" dolió.

-Yo igual, nos vemos muchachos. - Me alejo de ahí y voy con Crístal, que no se mueve. Parece cual caballo amarrado al potrero.

-Eh, ¿Cómo van? - Pregunto, quitándome la camisa y los zapatos para poder entrar a la piscina.

-Yo bien, ella muy nerviosa. - Responde Victoria. - No le gusta mostrar su cuerpo, y no piensa moverse.

-No sé porque acepte venir a esta fiesta.

-Porque quieres divertirte nena. - Dice su amiga.

-Mejor me quedo aquí, no me quiero mover.

Trato entre vecinos (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora