INDELEBLE (3)

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Lo primero que hacemos al aterrizar es dirigirnos al departamento de Emre.

- Puedes utilizar la habitación principal - dice Emre dejando mi maleta a un lado de la puerta de entrada

- ¿Esa no es tú habitación? - pregunto

-Lo es, pedí que sacaran mis cosas - informa mientras camina a la sala donde sus hermanos ya se encuentran

Tomo mi maleta y camino hacia donde se encuentran hablando entre ellos pero guardan silencio en cuento me encuentro a su vista.

- ¿Dónde dormirán ustedes? - cuestiono

- No te preocupes por eso - dice Emilio fríamente levantándose - Podemos irnos a un hotel - dice entregándome un folder negro para después tomar su saco y caminar hacia la salida

- ¿Por qué dormir en un hotel si puedes dormir aquí? - pregunto con molestia deteniendo sus pasos

- Dormir aquí implicaría dormir en la misma cama que tú - dice acercándose a pasos decididos hasta quedar frente a frente

- Emilio - escucho la voz de advertencia de Eider

- ¡Cállate! - pide con molestia a su hermano para después mirarme una vez mas a mi - Entiende algo Emilia, preferiría dormir con un maldito vagabundo antes de dormir contigo a mi lado - dice con dureza haciendo que mi respiración se estanque en mis pulmones por su respuesta y mis lagrimas me traicionen saliendo rápidamente por mis ojos

- ¡Emilio! - grita Emre con fuerza que no se en que momento llego a tomar a su hermano de los hombros alejándolo de mi

- ¡Es la maldita verdad Emre y ustedes piensan lo mismo! - grita con rabia Emilio mientras dirijo mi mirada a Eider que solo me mira con seriedad al igual que Emre y es entonces que me doy cuenta que nada de esto debió de suceder, de que jamás debí aceptarlo y que nunca me llagaran a amar

Tomo mi maleta rápidamente para salir corriendo de ahí, mientras bajo las escaleras de emergencia las lagrimas me traicionan saliendo sin importarme las personas que me miran o las que tratan de acercarse pero las evito corriendo hacia la salida.

- ¿Señora Yilmaz se encuentra bien? - la pregunta de el chofer de los hermanos es lo primero que me recibe cuando salgo a la calle

Miro alrededor tratando de encontrar un taxi y cuando lo consigo comienzo a correr hacia él para después subir y ver como los tres hermanos se quedan de pie en la entrada mirando como el taxi avanzaba.

Emilia Arslan había sido una idiota al pensar que en algún momento esos tres idiotas se podrían enamorar de ella, incluso a llegar a quererla un poco.

Ahora era su mujer ante todos y ante un papel y si tanto odiaban estar atados a mi pues a partir de ahora yo odiaría mucho mas el estar atada a ellos.

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Eran las diez de la noche cuando termine de los pendientes de trabajo tanto de la empresa como de mi editorial dentro de una pequeña cafetería cuando mi celular sonó.

- Hola - digo en un susurro cuando el numero no tiene identificador

- ¿Emilia? - la voz ronca al otro lado hace que sonría

- ¿Ambrouse? - pregunto con una gran sonrisa

- El mismo pequeña - dice con una risa

- No puedo creer que seas tú hace tanto que no hablábamos que creí - comienzo pero me interrumpe

- ¿Qué me había olvidado de ti? - pregunta

- Si - se lo confirmo

- Jamás, jamás me olvidaría de mi pequeña fresita - dice haciendo que mis mejillas se pongan rojas al recordar ese feo apodo que me decía siempre que me ponía roja por vergüenza

- Te extrañe mucho - digo sinceramente después de permanecer en silencio por unos segundos

- Y yo a ti - dice haciéndome sonreír mientras le doy un trago a mi café - Supe que te casaste con el trio de idiotas - cambia el tema haciendo que mi sonrisa se desvanezca

- Si así es - digo fríamente

- No pareces feliz y yo recuerdo que ese era tú sueño desde pequeña - dice confundido - ¿A caso te han hecho algo? - pregunta rápidamente con preocupación

- ¡No! - grito rápidamente ganándome unas miradas de las personas dentro del lugar - Solo me siento un poco melancólica - digo bajamente

- Mi pequeña siempre tan sensible - dice haciendo que sonría un poco mientras mis lagrimas comienzan a recorrer mis mejillas

- Son los genes de mamá - digo al recordar como papá me contaba que ella lloraba mucho por todo, si se emocionaba o si reía

- Emi - dice cambiando su tono de voz a uno mas serio

- Dime - digo bajamente

- Nunca me has mentido - dice haciendo que cierre mis ojos al saber que ya se dio cuenta de todo

- Lo lamento - susurro con tristeza

- Mi departamento en Sicilia esta solo puedes utilizarlo, hable con la recepción y te entregaran una llave para que puedas ingresar, llegare en dos días y me contaras todo, por ahora hazme caso y ve para haya - me ordena

- Gracias Am - digo sinceramente mientras limpio mis lagrimas

- Siempre estaré para ti mi pequeña - dice y cuelga