INDELEBLE (3)

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- La bala de la pierna pudo ser sacada con facilidad pero la de las costillas perforo un pulmón - informa el medico que estaba atendiendo a Em 

- ¿Se pondrá bien? - pregunta Mikha con nerviosismo 

- Aun es muy pronto para decir algo como eso, la presión arterial esta demasiado alta, el otro pulmón esta trabajando mucho mas y perdió mucha sangre, esperemos que con la sangre que se le esta colocando y los medicamentos logre mantenerse estable - dice haciendo que la culpa me consuma 

Veo como el doctor se retira dejandome con Mikha mientras Daemon y Tobías se encuentran uno recargado justo fuera de la gran ventana que da a la habitación de Em y mi otro hermano se encuentra con Vekram en sus brazos dormido. 

 La maldita idea de perderla me volvía loco, lo había experimentado horas antes cuando dejo de responder en aquel lugar y ahora la posibilidad de tenerla aquí y saber que podría morir me estaba haciendo perder la locura y llenándome de culpa como nunca había sentido en mi vida. 

- ¡Donde esta mi hija! - la voz alterada de alguien entrando al pasillo hace que me gire y quede frente al hombre que jamás creí conocer en persona 

- ¡Abuelo! - el pequeño grito de Vekram hace que veamos como corre a brazos de ese hombre para llorar en su hombro 

- Creí que mi mamá no despertaría jamás - le cuenta Vek llorando al hombre que acaricia su cabeza con cariño mientras nos inspecciona  a cada uno de los presentes en la sala 

- ¿Dónde está mi hija? - pregunta seriamente 

- Esta en cuidados intensivos - informo señalando la ventana donde aun Daemon se encontraba observando 

El hombre se acerca rápidamente para mirar a Em conectada a un respirador y demasiados cables en su cuerpo, era una maldita imagen que nunca en mi vida me podría quitar de mi cabeza y el saber que pude ser quien la impidiera me hacia sentirme como un miserable. 

- ¿Podemos entrar? - pregunta 

- No es posible, las próximas 48 horas son criticas y tenemos que esperar - informa Daemon 

- ¿Qué fue lo que sucedió? - pregunta acercándose a nosotros 

- Cinco camionetas los interceptaron a unos kilómetros de la mansión cuando venían de camino, las dos camionetas que puse con mis hombres para custodiarlos fueron quemadas de inmediato - digo callando al no querer contar lo que sucedió después 

-Todo fue mi culpa - la voz angustiada de Vekram hace que nuestra atención se ponga en él 

- ¿De qué hablas Vekram? - pregunta Mikha 

- Mi mamá se interpuso cuando uno de esos hombres quiso subirme a una camioneta, Leo no pudo ayudarnos porque tres mas lo golpeaban - informa 

Ella lo único que hizo fue impedir que se llevaran a Vekram y es como un balde de agua fría cuando sus palabras regresan a mi mente. 

- Tomo esa responsabilidad porque así lo deseo y les juro que si algún día algo llega a tratar de lastimar a Vekrma lo defenderé  con mi vida - dice Em mirándonos a los cuatro 

- No fue tú culpa - dice el padre de Em cargando a Vekram - ¿Saben quien lo hizo? - pregunta mirándome

- Creo saber quien fue - digo con rabia 

- Lo quero muerto - dice con decisión

- Así será - le juro 

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Dos días en los que mi Emilia aun no despertaba pero en los que se veía mejor, el respirador había sido quitado hace un día y al parecer todo iba mejorando, solo era cuestión de que despertara para saber como procederíamos. 

- Buenos días cariño - digo besando su frente después de hacer que Daemon se fuera a casa al haber pasado la noche entera 

Observo su rostro y puedo ver que sus mejillas ya no se ven tan blancas como hace unas horas, ahora se ven con un pequeño color rojo y su cabello se ve mucho mas precioso de lo que recordaba. 

- Tienes que despertar amor - digo tomando su mano al sentarme a su lado - Tienes que despertar porque aun te queda mucho por vivir, tienes que viajar, disfrutar de lo que tanto amas, hacernos sonreír con tus ocurrencias y aunque no te tengamos cerca me conformaría con verlo a la lejanía, entendí que no somos buenos para tú vida, no quiero repetir la misma historia que paso con mi madre y la de Vekram, no quiero verte morir por estar ligada a una vida como la nuestra - digo con dolor mientras sostengo su mano cálida - Solo abre los ojos una vez mas mi pequeña reina - digo y es entonces que vuelvo a ver ese color avellana en su mirada