Enamorada de ellos desde pequeña...
Ellos adorándola desde niños....
Ella creyendo en una promesa de la niñez...
Ellos olvidándola
Ella pensando en ellos a cada instante...
Ellos enamorándose de alguien mas...
Ella ilusionada de aceptarlos....
Ellos...
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- El veredicto será dicho en un momento - dice Diego llegando a mi lado bajo la atenta mirada de los hombres tras de mi
Veo como el abogado de Emilio habla con ellos haciéndolos asentir y es entonces que mi mirada se dirige a Emre quien habla con Eíder que llora sin importarle nada ni nadie. ¿En qué momento nos alejamos tanto? ¿Por qué mi pecho dolía y las ganas de correr a él aumentaban?
- Emilia - la voz de Cedrik me hace quitar mi atención de Eíder para mirarlo a él
- Si - digo mirándolo a los ojos
- No tienes que hacerlo - dice dejando a todos sorprendidos
- Cedrik - dice Alaric con advertencia
- ¿De qué hablas? - pregunto confundida y con mi corazón latiendo rápidamente
- Ve con ellos - dice tomando mis manos entre las suyas
- Cedrik - digo con lagrimas en mis ojos pero él me interrumpe limpiándolas
- Los amas y ninguno de nosotros podrá hacer que ellos salgan de tú mente y corazón, nos estamos engañando mutuamente al creer que tú eres nuestra solución y nosotros la tuya - dice sinceramente dejandome sin palabras
- No puedo - digo bajamente
- El amor lo puede todo princesa - mi padre se mete a la conversación
- ¿Qué hay de lo que sucedió? - pregunto
- Hazlos pagar pero no así - dice Diego asintiendo a las palabras de su hermano
- De pie - la voz de uno de los jueces interrumpe
Mi mente formulaba ideas demasiado rápido, estaba tratando de utilizar a tres hombres para olvidarme de ellos y eso no era nada justo para ninguno, además de que no podía mentirme al saber que ellos jamás saldrían de mi mente y corazón por mas que alguien lo intentara.
- Encuentro culpable de estafa, inculpabilidad, manipulación de papeles oficiales y robo de identidad a la señorita Vanessa Smith - el veredicto del juez hace que regrese a la sala donde veo como Vanessa es tomada por tres oficiales a la fuerza mientras grita incoherencias - Se le dicta una sentencia de treinta años en prisión, así como una indemnización hacia las partes afectadas - termina de decir el juez
- ¡Juro que me la pagaran! - grita ella con locura hacia Emre, Eíder y Emilio
- En cuanto a la señora Yilmaz - dice dirigiéndose a mi haciendo que los nervios me consuman - La declaro inocente y le otorgo el poder para el divorcio - termina de decir para dejarnos solos en la sala
- Emilia - la voz de Diego hace que me gire a él y lo abrace con fuerza
- Muchas gracias por todo - digo con sinceridad entre su cuello
- Fue un placer princesa - dice reglándome una sonrisa cuando nos alejamos
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Maldecía con mi vida el haberme dejado llevar por Emilio, por no haberlo enfrentado como era debido y haber apoyado a Emilia como debía, claro que estaba de acuerdo con el divorcio, malditamente no había sido ningún marido ejemplar, alguien que ella pudiera siquiera llamar esposo.
- Eíder - mi madre trata de detenerme cuando las lagrimas corren sin parar por mis mejillas
- Quiero estar solo mamá - digo alejándome saliendo de la sala rápidamente
- Yo me encargo - escucho la voz de Emre para después sentir sus pasos tras de mi
- Eíder - habla fuerte para detenerme
- ¡No quiero hablar! - grito deteniéndome para enfrentarlo
- Hermano - dice lentamente haciendo que niegue
- ¡No Emre! ¡Todo se fue al carajo, ella nos odia, perdí al amor de mi vida por mi hermano, por mi estúpida creencia que primero éramos los tres antes que ella! ¡Por no querer tener de nuevo el maldito abandono que me dieron cuando se fueron sin mirar atrás, sin pensar en mi! - grito con desespero y molestia
- Hermano cálmate estas tenido un ataque de ansiedad - pide Emilio tratando de tocarme pero me alejo
- ¡No me interesa! ¡Ella debió de ser la primera opción para mi! - grito - ¡Qué sigue de esto, ustedes se volverán a ir y me dejaran de nuevo! - grito con dolor mientras veo a mi madre llorar a unos metros junto a mis padres que no pueden creer que me haya sentido así desde que tenia dieciséis años
Cuando estoy a punto de caer siento unos delgados brazos rodearme y su respiración en mi pecho junto a su aroma me hace saber que se trata de ella.
- Respira conmigo por favor - pide levantando la mirada chocando con mis ojos
Siento mi respiración demasiado acelerada bajo ella y no se si es por su tacto o por lo que me estaba sucediendo.
- Eíder - vuelve a llamarme haciendo que ponga mi total atención en ella
- No quiero que me dejes - pido bajamente mientras la miro
- No lo hare si, ahora por favor trata de controlar tu respiración y entrar en razón - pide regalándome una sonrisa torcida mientras sus lagrimas corren por sus mejillas
- No llores mi pequeña - pido limpiando sus mejillas mientras mi respiración se controla centrándome solo en ella
LAMENTO LA TARDANZA PERO CREEANME QUE LA CARRERA DE ARQUITECTURA NO ES NADA SENCILLA...