INDELEBLE (3)

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- ¿Qué diremos al llegar? - pregunta Emir mientras le da un trago a su Whisky frente a mi

- ¡La verdad, que es una maldita ladrona que nos estaba desfalcando! - grita Emilio haciendo que mi rabia explote después de mantenerme callado pro días

- ¡Mantén la boca cerrada si no quieres que te la rompa! - grito señalándolo

- ¡Es la maldita verdad Eider, esa mujer nos abandono cuando vio la oportunidad para disfrutar de lo que robo! - vuelve a gritar haciendo que el dolor en mi cabeza se intensifique

- ¡Ya cállate idiota! - grita Emir levantándose para tomarlo por el saco con fuerza y la verdad me importa muy poco el que lo golpe, mi humor y estado de animo no esta para aguantar al idiota de Emilio

- ¡Defiéndela! ¡Defiende el maldito coño por el que están así, por que a mi no me engañan con que la extrañan o la querían! - grita empujando a mi hermano

- ¿En que mierda te haz convertido hermano? - pregunta Emir alejándose para mirarlo con decepción

- En un idiota prepotente con aires de grandeza - explico con una sonrisa torcida de burla - Pero no es mas que un hombre que da pena por hacer todo esto por un coño usado por muchos, por una mujer que no vale nada y que el mas que nadie lo sabe al llorar por ella hace un año - me burlo mientras le doy un trago a mi Whisky que es tirado al suelo en cuanto acabo de hablar

Me levanto rápidamente con fuerza para taclear a mi hermano contra el suelo del Jet en el que nos encontrábamos, estaba cansado de escucharlo.

- ¡Mantente lejos de mi por ahora Emilio! - grito con rabia mirándolo a los ojos mientras el me mira con lo que supongo es un poco de shock al haberle hecho eso - ¡Estoy cansado de tus niñerías de niño consentido! - grito para después soltarlo y caminar hacia la pequeña habitación del Jet para encerrarme

Mas de una maldita semana que no podía dormir gracias a su desaparición, Emir y yo estábamos como locos por encontrarla.

Podría parecer que no me interesaba nada o que jamás lo hizo pero ella en verdad me importaba, amaba a esa mujer desde que éramos pequeños y la promesa que le hicimos la tenia gravada en la piel, tanto así que no la dejaría ir por nada del mundo, si mi hermano no la quería a su lado entonces que se joda porque al menos yo hare hasta lo imposible por tenerla a mi lado de nuevo y cuando eso suceda la amare como merece. Emilia se había convertido en una obsesión y un amor que jamás podría sacar de mi mente y corazón.

El día había llegado, la demanda para presentarme al juicio había llegado justo ayer y Diego se estaba haciendo cargo de ella, así que en unos días mas paliaremos la verdad, así como pelearía mi libertad porque así como el juicio estaba siendo preparada, mi divorcio también lo estaba siendo.

- ¿Estás lista? - los pequeños toques en la puerta de la habitación que los hermanos Becker me habían otorgado en su casa en cuanto llegamos a Londres hace que sonría al verme al espejo

Emilia Arslan había renacido después de tantas palabras horribles, de groserías y humillaciones, ahora seria distinto, mi vida seria diferente después de esto.

- Ya salgo - informo tomando mi bolso plateado entre mis manos

Cuando estoy lista salgo de la habitación encontrándome con tres miradas sobre mi.

- ¿Me veo mal? - pregunto después de unos segundos en que nadie dice nada

- No, no solo nos sorprendiste - dice Alaric mirándome

- Te ves mas que preciosa - dice Diego haciéndome sonreír para después continuar mi camino hacia la planta baja