INDELEBLE (3)

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- ¡Emilia a donde vas! - los gritos de mi padre me perseguían por toda la sala hasta llegar a la entrada del departamento 

- ¡Quiero una explicación papá! - digo alterada 

Me había cansado de solo obtener visitas nocturnas de su parte, así como odiaba que no dejaran venir a Vekram como si fuera una maldita que no se muriera de ganas por estrecharlo entre sus brazos. 

- Solo ten cuidado - pide acercándose para dejar un beso en mi frente y dejarme ir 

Después de un rato de camino pude observar la mansión siendo custodiada por sus hombres. 

- Señorita Arslan - dice el portero dejandome pasar 

- Gracias - digo para entrar y estacionarme fuera de la puerta principal de la casa 

Salgo de mi auto para ver a hombres de aquí para haya como si tuvieran prisa. 

- Leonardo - digo cuando lo veo salir de la casa 

- Emilia - dice sorprendido de verme 

- No me permitieron hablar contigo - digo mientras lo reviso y ver que su rostro ya no se encuentra con moretones por los golpes 

-No sabia que habías pedido algo como eso - dice acercándose para estrecharme entre sus brazos rápidamente - Me alegra demasiado verte bien - dice para después alejarse e irse  

Subo las escaleras de entrada hasta entrar y encontrarme con Mats saliendo de su despacho 

- ¿Mats que está sucediendo? - pregunto en cuanto lo tengo a unos metros de mi 

- ¿Qué haces aquí? - pregunta seriamente como si no le importara en lo mas mínimo verme 

- ¿De qué me estás hablando? - pregunto con molestia acercandome pero el me pasa justo por un lado evadiéndome 

- Tus cosas están afuera - simplemente dice deteniéndose  para después comenzar a alejarse hacia la salida pero interrumpo tomando por el brazo

- ¿Qué es lo que en realidad está sucediendo? - pregunto con molestia

- Te quiero lejos de mi familia - dice molestó alejando su brazo con brusquedad dejandome sorprendida por sus palabras y sus acciones 

- Ya escuchaste a mi hermano - la voz de Daemon me interrumpe haciendo que mi mirada se dirija a los otros tres hombres que me miran con molestia mientras bajan las escaleras 

- Hay algo que no me están diciendo - digo negándome a creer sus palabras

- ¿Quieres escucharlo? - pregunta Mikha acercándose hasta quedar frente a mi

- Quiero escucharlo - afirmó limpiando las primeras lágrima que corre por mis mejillas al sentirme como la mala en toda esta situación que ni yo misma entiendo 

- Fue un negocio - dice fríamente - Hija de uno de los hombres que nos tenía en la mira, tenerte era un negocio que nos convenía - dice con burla

Miro a cada uno buscando un rasgo de broma o de arrepentimiento al tratarme así pero nada, es como si jamás hubieran existido todas esas facetas que me mostraron. 

- Me utilizaron - digo bajamente sin poder creerlo

- Así fue - afirma Tobías haciendo que mi pecho duela

- Jamás hubo amor, ninguno de nosotros cree en esas mierdas, solo fuiste un peón para nuestros negocios, ahora quiero que te largues - me corre Mats con molestia y es todo lo que necesito para salir de esa casa

- Leonardo te llevará a tu departamento - su voz interrumpe mi caminó

- ¡Leonardo, tú y tu familia pueden irse a la mierda Drach! - grito con rabia mientras las lágrimas corren por mis mejillas - ¡Lo único que en verdad lamento es la vida de mierda que le inculcaran a un niño inocente! - digo para después retomar mi camino

Maldecía el día en que los conocí y el día en que como idiota volví a caer en la estupidez de lo que es el amor. 

Yo Emilia Arslan jamás sería amada como siempre lo soñé y hasta ahora lo entendía y lo aceptaba, era la ultima vez que alguien me utilizaba y me dañaba y eso lo juraba por la memoria de mi madre. 

- ¡Emilia! - el grito de mi padre en cuento llego a casa hacen que me detenga para tirarme a sus brazos a llorar como una niña pequeña 

- ¡Me utilizaron papá, ellos solo me utilizaron para poder mantenerte lejos de sus negocios! - digo llorando mientras ambos caemos al piso 

- Lo lamento cariño, lamento haber aceptado el que se acercaran - dice con vergüenza y pena

- No fue tú culpa papá, fue mía por ser tan tonta y confiada como siempre - digo entre sus brazos - El amor no fue hecho para mi papá, el maldito amor es mi karma y ahora se que jamás lo tendré - me quebró en sus brazos