𝗗𝗿𝗲𝗮𝗺𝘀 ▬▬▬▬▬ 𝘛𝘩𝘦 𝘚𝘢𝘯𝘥𝘮𝘢𝘯

𝗜𝗩

CAMINABA DE UN LADO A OTRO EN SU HABITACIÓN, esperando a que Jessamy picoteara eufórica el vidrio de su ventana para pasar protegiendose en su cálida almohada del frío nocturno, pero aquella ave no era lo único que mantenía despierto, el sentimiento que le ocasionaba la memoria de las palabras retumbar en su cabeza de Sueño.

Buenas noches, Avic. Mantenía despierta en su memoria el recuerdo de las dulces palabras de Morfeo, aquellas que a pesar de ser más frías que el hielo pudo sentirse especial por primera vez en su vida y en la vida de él, pues no había dicho ninguna palabra por diez años y esa fueron las primeras palabras por todo ese tiempo. Ella le importaba y se lo había demostrado en las palabras más normales que podrían salir de la boca de un ser humano, pero era diferente viniendo de la boca de la persona que le había enseñado el verdadero significado del romance que leía en los cuentos de la biblioteca de su padre, un romance. Ante la sola idea de esa pequeña posibilidad se convierte en su mundo entero que la mantiene despierta y con esperanza a pesar de su noche oscura, pues él la había cambiado, le quitó la venda que cubría los ojos para ver con más nitidez lo que quería ver desde un principio: Formar su propio destino, y aunque no compartían los mismos sentimientos, lo seguiría hasta el infierno.

Había empacado sus cosas en una maleta, lista para esperar el día siguiente que escaparía junto con el Eterno, sin antes primero visitar a Benett, alguien que había sido despreciado desde su nacimiento por las personas que la rodeaban por algo tan simple como lo era el color de piel, pero eso no era lo que definía al chico, su amabilidad e imprudencia hicieron que terminaran en el mismo camino pero no significaba que recorrerían el mismo camino juntos, no después de ser azotado por la enfermedad del sueño y no volver a despertar desde ese entonces. Realmente extrañaba sus conversaciones aburridas acerca de la demografía del país.

El sonido de un golpeteo seco constante en su ventana la despierta de su ensueño para entrar en otro, pues ahí estaba esperando en la ventana el cuervo, sus ojos eran dos canicas relucientes que se distinguían en la oscuridad, ya que eran tan relucientes como perlas y más brillantes que una farola dentro de un pozo profundo y oculto. Toma m la manija de la ventana para abrirla y como una ráfaga de aire, entra aquella ave con un graznido que podrían haber escuchado su hermano del otro lado de la habitación, pero alcanza a tomar el pico del ave y cerrarlo.

—Tal vez no lo sepas pero mi familia suele escucharlo todo y con ello me refiero a mi hermano, he tenido una relación un poco complicada con él, espero que lo entiendas—Jessamy pareció entender, pues surca por toda su habitación ululando hasta quedar en la puerta de su armario—Eres una buena chica, Jessamy—su presencia de aquella ave era acogedora, sentía el mismo sentimiento de tranquilidad al estar en el mismo sitio que Sueño, como si por primera vez en 10 años conociera la palabra "dormir de manera pacífica", pues aquellos ojos los podría ver toda la noche sin cansarse para al final soñar con su mayor deseo—Aunque sea complicada la relación que tengo con mi hermano suele contarme acerca de todos los planes del Magus, una simple pelea no pareció cambiar mucho el apoyo que nos tenemos, aunque sí nos hemos distanciado, pero aún así me cuenta información importante para tener cuidado de que no me descubran pero... No entiendo por qué no me dijo lo de Holly—un agujero se forma en su pecho, como si aquella mujer hubiera dejado un espacio en blanco dentro de ella, todas aquellas sonrisas y consejos siempre fueron falsos, no sabía si sus engaños eran tan perfectamente  planeados o sí de verdad era una mocosa ingenua que llegó a creer que alguien en aquella casa era de confianza—Ella... Se veía tan buena persona que llegué a creer que lo era, tal vez sólo necesito escapar de está casa de mierda para no volverme como ellos. No quiero ser una Burgess, mejor dormiré, no es bueno que piense de más las cosas—Jessamy parecía fría por fuera ante su declaración, pero sus acciones decían todo lo contrario. Ulueaba hasta llegar a su regazo y acostarse para dormir plácidamente—Mañana, seremos libres, no sé a dónde iré, pero cualquier lugar es mejor que éste, aunque haré una visita rápida un viejo amigo, antes de irme—pasaba su mano por el suave plumaje de Jessamy, haciéndola caer más rápido en la profunda oscuridad—Espero que a Sueño no le moleste, después de todo merece ser libre, nadie aguanta lo mucho que hablo como lo hace él y nadie quiere estar encerrado por tantos años, menos alguien que debería estar dándole buenos sueños a las personas y... Gracias a su encierro ahora mucha gente no puede despertar, es lo mejor para el mundo y para él. Odio verlo así—pero ella ya estaba durmiendo y no pudo evitar hacer lo mismo, abrazando a la oscuridad.