𝗗𝗿𝗲𝗮𝗺𝘀 ▬▬▬▬▬ 𝘛𝘩𝘦 𝘚𝘢𝘯𝘥𝘮𝘢𝘯

𝗫𝗩𝗜

ERA TAN RARO SENTIRSE TAN VIVA PERO A LA VEZ TAN ALEJADA DE SU REALIDAD AL CAER A AQUEL CÉSPED DE VIVO COLOR, árboles con grandes follajes se extendían ocultando el crepúsculo del lugar dejando caer la sombra sobre ellos, escapando pequeños rayos luminosos hacía su dirección a pesar de las grandes ramas y hojas tratando de cubrirlos, batallando para ir en contra del viento, que de forma feroz intenta llevar sus hojas a lugares desconocidos, un viaje al que las hojas caídas dejaban dejarse llevar por el susurro constante del viento. Parecía no ser más que un bosque normal, cubierto de espeso verde y tierra húmeda, con flores de distintos colores y combinaciones que nunca había visto, eran bellas, pero algo dentro de ella le decía que no podía tocarlas por más colores que tuvieran. Al menos eso parecía a simple vista hasta que sus ojos se pusieron en un cielo ámbar, y miel, como si no existiera la noche y solo existiera un crepúsculo de un verano eterno acompañado de pequeñas criaturas de ojos saltones la miraban sin pestañear, ojos tan verdes como aquel pasto en el que había caído, su cuerpo tan pequeño y delgado como una frágil muñeca de porcelana, tenían ramas de árboles incrustadas a su cráneo, en lugar de cabellos, su nariz era respingada, aunque sus labios tan gruesos como los de un durazno siendo partido por la mitad, pero no la veían a ella, si no a aquel mitad duende que parecía no querer despegar su rostro del pasto a pesar de estar consiente.

-Ha vuelto-susurraban como aquel viento, tan suave y pacífico que casi no lograba escucharlos, su voz podría pasar desapercibida para cualquier humano, si no fuera que está a dos metros de ellos no hubiera escuchado ni un solo murmullo-Robin ha vuelto-golpeaba su hombro, tratando de llamar su atención y la sacara de toda aquella situación incómoda con aquellos seres pequeños-Creo que ha traído la cena-los vellos de su cuerpo se erizaron por completo, como si tuviera el pelaje de un gato y estuviera en una situación de peligro, golpea su hombro con más fuerza o aquella pequeñas criaturas la comerían de alguna forma.

-¡Levántate!-sus ojos no se apartaban de aquellas miradas antes curiosas, pero ahora la veían con un brillo malicioso en sus ojos. ¿Por qué lo siguió hasta ese lugar? A veces no solía pensar bien las cosas y actuaba antes de pensar, bromeaba cada que podía, nunca pensó que iba a ser tan literal, ¿si eso querían hacerle unas pequeñas criaturas qué le esperarían con los demás seres de aquel extraño lugar?

-No quiero mamá, está muy cómodo aquí, creo que no quiero verle la cara a Oberón ni a Titania, no sé qué me harán después del trato que hice con Morfeo, prefiero seguir oliendo la tierra y a los insectos-por unos segundos olvidó a las pequeñas criaturas tratándola de convertir en su próxima cena.

-¿Trato con Morfeo, de qué se trataba?

-Ups, hablé de más-su rostro se despega de la tierra, dejando marcas en él, tierra húmeda por casi todas sus mejillas y frente-Creo que podemos ir a tomar una taza de té con el rey de las hadas, si no quiere matarme primero, no creo, quién sabe, tal vez lo haga por el desastre que hice con los mortales cuando me quedé, ¡ja! No podré aguantarme las ganas de reír al ver su rostro rojo de cólera por todos los problemas en los que me metí al jugar con ellos, todas las vidas que cambié con simples bromas-su expresión de tranquilidad cambió de forma drástica, provocando un escalofrío en su columna vertebral, como si en lugar de un verano caluroso fuera un frío, capaz de congelar cada uno de sus huesos por aquella sonrisa maquiavélica reflejando placer al soltar cada una de esas palabras, como si fuera un secreto que prefería guardarse a sí mismo-Lo irónico es que, uno de ellos cambió mi vida, ¿los humanos cómo lo conocen, larma, alarma? No, ninguna, espera, lo tengo, ¡karma! Supongo que será algún castigo de Hécate por haber llegado lejos, ella me hizo llegar lejos-ya no se veía como el mismo demonio de hace unos momentos, parecía nostálgico, como si recordar el pasado lo hiciera sentir de aquella forma. Tan humano-Solo quería ser parte de su mundo y de su todo, ¿suena egoísta?-sus ojos buscaban una respuesta en los suyos, algo que fuera algo más que un no, una esperanza en sus palabras y en su mirada.