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6 de noviembre, 2038.

09:56 a.m.

Connor



El pacificador sonido de las aves y la naturaleza a mi alrededor me hacen lentamente abrir los ojos. Encontrándome en el Jardín Zen, el cual se mantiene en completa calma por la soledad del lugar.

INESTABILIDAD DEL SOFTWARE

Inconscientemente vuelve a invadirme esa extraña oscilación en mi sistema. A pesar de realizarme chequeos diarios los últimos días, no encuentro anomalías en mi programación. No logro explicar con certeza qué está ocurriendo, solo sé que cada vez se hace más constante.

Prefiero evadir aquellas preocupaciones en ese momento y limitarme a encontrar a Amanda.

La diviso a la lejanía mientras me acerco cruzando el puente sobre el lago. Está de espaldas, cortando unas flores a la vez que las rocía con agua, sin percatarse aún de mi presencia en el lugar. Pero sé perfectamente que me está esperando.

—Hola, Amanda.

Voltea al escucharme a sus espaldas. Manteniendo una rosa recién cortada en su mano, me dirige la mirada.

—Connor... que alegría verte.

Me limito a demostrar agrado a su presencia de la misma forma que ella hace, manteniéndome en silencio.

—Felicidades, Connor —se adelanta a hablar. Deduzco que sus felicitaciones se deben al interrogatorio de esta madrugada. En el cual he tenido éxito— Encontrar a ese divergente no fue fácil, y lo interrogaste de una manera muy astuta. Fuiste evidentemente eficiente.

Con sus dichos puedo percibir que está orgullosa de mis acciones. Su apreciación a mi trabajo afirma mis decisiones tomadas hasta ese momento.

—Gracias, Amanda.

Rocía las flores frente a ella mientras vuelve a dirigirles la mirada. Las trata con sumo cuidado, para posteriormente cortarlas y dejarlas a un costado.

—Le solicitamos al DPD que nos entregue al divergente para estudiarlo mejor. Podría darnos información de lo que pasó.

Sus métodos me parecen los correctos, a lo que me limito a mantenerme en silencio mientras asiento ligeramente. Esperando sus próximas palabras.

—Parece que el interrogatorio fue... un reto —vuelve a cortar otra rosa— ¿Qué impresión te dio el divergente?

Recuerdos de la madrugada vienen a mi sistema con sus palabras. Puedo rescatar lo asustado que demostraba estar, como si tuviera la capacidad de sentir aquella sensación humana. La forma en la que no se dejaba tocar por los oficiales. Estaba traumatizado.

—Tiene un trastorno por estrés postraumático por el maltrato de su dueño. Como si el programa original hubiese sido reemplazo con instrucciones nuevas.

No arrebate mis palabras. Parece estar conforme con mi observación.

—El teniente Anderson y su pupila, la teniente Moore fueron asignados oficialmente al caso de divergencia —se mantiene en silencio por breves momentos— ¿Qué opinas de ellos?

Me detengo a analizar con calma mis próximas palabras en base a lo que observe la noche pasada.

—Definitivamente no son lo que esperaba. El teniente... —busco las palabras adecuadas— Es alguien interesante, con bastantes problemas personales —Amanda no responde a mi observación— En cambio, la subteniente... tiene un carácter fuerte. Pero es muy astuta, gracias a uno de sus análisis y mi recaudación de pruebas pude encontrar al divergente. Aun así no tengo la información suficiente para dar una opinión definitiva.

failure | connor [dbh]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora