Madre, esposo y amante

2.- Poniendo la carne al asador

Después de la reunión Ying, sus padres y el presidente Lan, fueron a la casa que les acondicionaron para ellos ya que tomaría unos días recuperar sus posesiones, entre ellas la casa, los terrenos de los lagos y la empresa de licores. Se instalaron en esa nueva casa estaba muy linda y espaciosa, al poco rato de despidió Ying de sus padres ya que desde hoy vivíra con su esposo en la mansión principal de los Lan.

Al llegar a la mansión Lan ya los esperaban para la cena, saludaron a la nueva madam, pasaron al comedor, tomaron asiento, los niños no comerán con nosotros esposo, pregunto Ying con cierta curiosidad, ellos viven en la escuela,solo salen de ahí para los eventos a los que es necesario llevarlos y las vacaciones, contesto Quirent con tono neutral.

Cenaron en silencio, Ying noto que su futuro esposo apenas y probaba bocado quizá su comida no le gustaba, para el la comida era buena pero carente de sazon, como carente de sal o condimento, terminaron de cenar Quirent guío a su nuevo esposo así habitación, le dijo que podría ponerse cómodo el tenía trabajo que terminar en su despacho, lo dejo ahí y se marchó.

Wei Ying recorrió la habitación con curiosidad, abrió los clóset, cajoneras, baños, cómodas revisando todo a su alrededor, solo ropa aburrida, de el y de ella no había nada como para encender la llama de la pasión como querían que diera desendientes si su marido apenas y lo miro, eso tenía que resolverlo y esta noche era una buena opción para iniciar aprovechando el empuje y la falta de conciencia en su cuerpo.

Tomo un conjunto de lencería aburrida del cajón de la ropa de mujer que habían colocado para el, desde cuándo ese hombre lo tenia en la mira, todas las prendas eran de su talla a aburridas y sosas pero de su talla además esos colores súper x, ya vería la forma de sacar esas prendas y llevarlas con ropa y colores que a él le gustaran.

Corto algunos moños, unos encajes de más, quitó algunos listones y volantes que tenían las prendas y en la parte donde iba su coñito le abrió con las tijeras para que no tuviera que quitarse la prenda a la hora del ya saben que, así que un poco más agusto con la vista se desvistió y se coloca todo con cuidado de no romperlo pues le había quitado tanta tela que temía se desistiera en sus manos.

Después de más de una hora de preparación salió del baño con una bata de dormir encima, camino por el pasillo tratando de encontrar a alguien a quien preguntar por el despacho de su hombre, hasta que tropezó con una reunión clandestina de los empleados, ese doncel es solo un niño, seguramente es otro oportunista que viene a engañar al señor Lan.