Sonrisa del Emperador
Se encontraba esperando su vuelo, Lan WangJi se había retirado un momento a quien sabe dónde, es probable que se estuviera cambiando de ropa porque al bajar ya no contaba con su corbata y saco puesto. Claro él podía hacer un cambio de ropa mientras que Wei Ying se llevó la desagradable sorpresa que su madrastra hizo de las suyas ¿Cómo? Pues se había encargado de deshacerse de las maletas de Wei Ying y dejar una para el viaje. ¿Cuál era el propósito de esto? No tenía sentido alguno.
"¿Por qué me siento tan extraño después de estar en al auto?" "Ese Lan WangJi es demasiado para mí" "Que tonto llorando por tenerlo cerca cuando compartiremos mucho tiempo juntos" "De no ser por el chofer del Señor Jiang anunciando nuestra llegada al aeropuerto seguiría llorando en una esquina del asiento trasero".
Se sentía mal, cualquiera que lo viera pensaría que está pasando por una gran agonía, su rostro se tornó molesto.
Sintió como otra persona se sentaba junto a él, un tipo con una camisa vieja, pantalones vaqueros gastados y unas botas demasiado pesadas a la vista. Estaba a punto de decir que el asiento estaba ocupado, pero en realidad el dueño del asiento estaba junto a él, su esposo era aquel cual vestimenta no era exactamente adecuada.
Bien, el cómo se viera Lan WangJi no era importante, estaba cómodo, pero Wei Ying sentía que en unas cuantas horas la seda de su camisa empezaría a pegarse en la piel, lo cual sería incomodo y ni hablar de las cosas ridículas que fueron empacadas. Al menos abordarían y quizá en el avión podría pedir una botella de vino para relajar sus nervios ya que se había quedado sin su cajetilla de cigarros.
En el avión pidió una botella completa de todas formas todos esos gastos corrían por cuenta del señor Jiang. Lan WangJi que estaba sentado a su lado se sorprendió, pensó que tendría que lidiar con un omega ebrio al llegar a su destino o que simplemente Wei Ying no toleraría terminar la botella completa, no podría estar más equivocado al respecto. No solo Wei Ying estaba en perfecto estado si no también había terminado la botella sin ningún problema el solo.
Después de unas horas se encontraban cargando las pocas maletas en aquella Toyota amarilla desgastada, en realidad Lan WangJi subió su maleta en la caja de carga y luego se fue al lado del piloto mientras Wei Ying lidiaba con arrastrar la única maleta que llevaba, llena de demasiadas cosas inservibles y una pequeña de mano para el uso personal. Lo difícil que fue intentar subir la maleta grande, llegó a considerar que el dejarla no estaría mal, pero puede que unas que otras cosas resultaran útiles. Unos segundos después una mano mucho más grande que la suya tomó del mango que aún era sostenido por Wei Ying, esta acción soltó una pequeña descarga en todo el cuerpo como un "Poof" lo que provocó que soltara la maleta para ser lanzada sin piedad dentro mientras el tropezaba hacía atrás.
— Gracias —Sin importar nada, había sido de gran ayuda.
— Apresúrate Wei Ying.
— Esta bien pero no seas tan gruñón porque me alteras.
"¿Lo dije o lo pensé?"
Cuando lo llamaba por su nombre, lo hacía sentir extraño. Sabía que si una vez lo llamó así probablemente siempre lo llamaría "Wei Ying". Pero debía ser positivo, quizá la convivencia no resultara tan mala como creyó, no se conocían, pero es la oportunidad de conocer, lo que puede ser bueno.
Después de una hora y media de camino en total silencio porque digamos que Lan WangJi no es alguien que hable mucho, si no lo considera necesario, el calor del ambiente había hecho que las prendas se pegaran a la piel, realmente incomodo. El camino contaba con arbustos secos, mucha tierra, pocas casas a medida que avanzan y no contaba con aire acondicionado, únicamente la ventana que podías abrir a medias o mejor dicho no podía abrirse.

ESTÁS LEYENDO
Besando a un demonio
FanfictionUn omega fue obligado a casarse con un Alfa que no conoce. El hermoso omega se ha metido en un terrible lío, su padre lo está obligando a contraer matrimonio, castigando toda la rebeldía y locura de su vida. El flamante Alfa no se tocará el corazón...