Lorie siempre anhelo ser mayor, pero debido a su
condición vampírica eso sería imposible. Viktor
Bartholy su padre, al ver su sufrimiento ha buscado
una cura con desesperación.
Sin embargo, un día Lorie despierta sobre el piso d...
Se quedaron así en silencio sin decir nada. Para ella Nicolae representaba seguridad, era su guía, ocupaba el lugar de un padre y en ocasiones hasta el de una madre. Durante décadas, sólo se habían tenido el uno al otro. Si bien es cierto, ella amaba a sus otros hermanos. Nicolae era el faro que los guíaba.
— ¡Lorie!
— ¡Sí!— respondió.
Mientras se giraba su cabeza para verlo a los ojos.
— ¡Siempre, cuidare de tí!— dijo, con voz dulce.
— ¡No quiero hacer esto, Nicolae!
— ¡Confía en mí!
Parecía querer decir algo más, pero conociendo la prudencia de su hermano, ella comprendió que el ya no diría, nada más.
* * *
Entraron en el gran salón de la mansión y ahí en el centro se encontraba el primer vampiro original y el más poderoso de todos los tiempos. La influencia de su aura se podía sentir por toda la estancia. Estaba rodeado por unos cuantos vampiros. Habría de suponerse que eran arcanos.
«¡Vaya!¿ Pero a quién tenemos aquí? a su alteza real, él magnífico Viktor Bartholy sonriendo como si ofrecer a su hija cómo moneda de cambió fuera un gran motivo de alegría» Pensó Lorie.
En ese momento Viktor clavó sus ojos en los de Lorie y ella le sostuvo la mirada. Como si un extraño valor se hubiera apoderado de ella.
— ¡Disculpen— dijo Viktor, con tono amable, a los vampiros que estaban a su alrededor.
Caminó en dirección de Nicolae y Lorie.
— ¡Gracias por acompañarla Nicolae!— dijo en tono neutro.
— ¡Fue todo un placer!— sonrió. Mientras hizo una pequeña reverencia.
Había algo en el tono de Nicolae que la hizo sentir una extraña sensación.
— ¡Lorie! Cariño!— dijo Viktor, mientras la besaba en la frente.
— ¡Hola, padre!— respondió. Con una sonrisa en los labios.
Cuando giró para buscar a Nicolae, ya no estaba. De hecho no veía a ninguno de sus hermanos. Inspiró y camino como si el mundo le perteneciera, eso siempre le había funcionado. A la distancia escucho la risa de Drogo, lo que de alguna manera la hizo sentir segura.
— ¡Señoras y Señores! Nuestra invitada especial, ya está aquí. Su voz retumbó por todo el lugar.
Algunas personas se giraron para verla, y en ese momento deseo que se abriera un agujero en la tierra y se la tragara. Era extraño, ya que antes amaba ser el centro de atención.
Se escuchó una voz femenina con tono un poco meloso.
— ¡Vaya Viktor! ¿Así que tú adorable hija es una original?
La mujer era casi tan blanca como la nieve, con una larga melena oscura, sus ojos de un azul profundo y sus labios carnosos pintados de carmesí. La observaba con cierta diversión, su vista se paseaba de los pies de Lorie hasta su cabeza. Llevaba colgado en el pecho, un grueso collar del cual pendía un rubí, bastante grande para su gusto.
— ¡Así es! Mi querida Amelia — respondió Viktor con soberbia.
Se sonrieron mutuamente, como si fueran cómplices.
—¡Vamos al despacho! Le tengo una sorpresa a mi amada hija.
Lorie sonrió y asintió con la cabeza. Mientras se dejaba guiar por la mano de su padre que se había posado en su espalda. Ese contacto que antes le agradaba, ahora sentía que le quemaba. Se dió cuenta de que solo cinco personas los acompañaban y ninguno de ellos eran sus hermanos.
— ¿ Y mis hermanos?— pregunto en voz baja.
El se inclino y le susurro al oído.
— ¡Ellos se quedarán en dónde están!
Viktor retiro su mano para abrir la puerta y entraran al despacho. El cual estaba sumido en una tenue luz. Pero se podía distinguir claramente a una persona parada frente al gran ventanal que tiene vista al jardín, la luz de la luna se filtraba y parecía admirarla.
La figura era alta, estaba vestido con un traje en color azul añil, que lo hacía ver más imponente . Su cabello en un tono castaño claro. Tenía las manos en los bolsillos. Su aroma a lavanda negra y vainilla amaderada. Parecía tan familiar.
— ¡Lorie! — Dijo Viktor. — ¿Recuerdas al señor O'Connor?
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En ese momento, él se giro y miro directamente a los ojos a Lorie. Clavando su mirada gris en los de la chica del cabello rosa.